"Hay que tomarlo mucho. Yo lo recomiendo más que los medicamentos convencionales". Esta es la respuesta que recibió el profesor de Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha Alberto Nájera cuando le preguntó si tenía evidencia científica el Sedatif PC, un producto en cuya caja se lee "medicamento homeopático". Pero que no se confunda el lector, con esta compra Nájera pretende denunciar que la homeopatía campa a sus anchas "en muchas farmacias de España".

De hecho, para comprobar la nula efectividad que tiene, siempre que va a dar una charla sobre pseudoterapia lleva consigo el Sedatif PC. "Me tomo una caja entera o un blíster entero de unas 20 pastillas. No sabe a nada, es como dulcecillo", comenta. De esta forma, demuestra al público que se puede tomar un producto —al que cataloga como "un somnífero" sin tener ninguna consecuencia. "En condiciones normales te mataría. Pero yo me lo tomo, ¡y tan tranquilo!", sentencia Nájera.

Este profesor no tuvo que realizar una búsqueda demasiado exhaustiva para dar con un producto al que se niega a llamar "medicamento". "Se pueden encontrar en muchas farmacias en España. Las que no venden homeopatía, de hecho, son una excepción", denuncia. Nájera pone como ejemplo la farmacia Rialto, en la Gran Vía de Madrid. "Allí, cuando alguien pregunta por un preparado homeopático, el farmacéutico les entregaba un papel con los motivos por los que se oponen a su venta", cuenta.

En dicho documento, se denuncia que la homeopatía no es una terapia con estudios científicos que avalen sus resultados en el tratamiento y prevención de enfermedades en personas adultas y niños. "El contenido de los preparados homeopáticos es en su casi totalidad agua o azúcar, sin ningún componente activo", rezaba el papelito.

Una eficacia no demostrada

En el caso del Sedatif PC, 'cumple' con lo previsto como para ser un 'medicamento' homeopático; ya que sus componentes son sacarosa (225 miligramos) y lactosa (72 miligramos) en un comprimido de 300 miligramos. "Es decir, si tú miras la composición, todo es azúcar. ¡Todo!", reclama Nájera.

El profesor universitario revela que en el papel que acompaña a este producto se mencionan los principios activos que contiene. "Para ello, lo cuantifican en una unidad de medida que sólo utilizan los homeópatas, que se conoce como CH, en referencia a Samuel Hahnemann, el alemán que se inventó esta mierda en su casa en el siglo XVII".

"Los homeópatas, siguiendo a Hanemann, pensaban que la cercanía de los medicamentos podría interferir con el espíritu curativo de los remedios homeopáticos". Quien habla en esta ocasión es el abogado Fernando Frías, uno de los mayores azotes de la pseudoterpia en España. "Sin embargo, a principios del siglo XX la homeopatía se fue introduciendo en las farmacias estadounidenses y en algunas europeas, y desde ahí poco a poco se extendió al resto de países", prosigue.

En la década de los 80, la entonces Comunidad Europea desarrolló una nueva normativa de medicamentos en la que no debían estar incluidos los preparados homeopáticos, ya que se exigió, en un principio, que las farmacéuticas demostrasen la seguridad de sus productos mediante ensayos clínicos. "Los países con industrias homeopáticas potentes presionaron para que se introdujera un régimen especial para esos productos, permitiendo su autorización como medicamentos sin tener que demostrar su eficacia", añade Frías.

"Así estamos ahora, con una Directiva europea —y, por tanto, una leyes nacionales— que permiten vender como 'medicamentos' productos homeopáticos cuya eficacia no se ha demostrado, con la única condición de que estén lo suficientemente diluidos como para que en la práctica sean simples placebos", lamenta este abogado.

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Que el preparado esté diluido es uno de los principios de la homeopatía. "Defienden que cuanto más diluido, más potente es. Esto es absurdo porque rompe con todas las reglas de la ciencia", valora Nájera. También es un requisito para su venta en farmacia. "Además de que estén muy diluidos, deben cumplir con los requisitos de que se administren de forma oral y que no tengan indicaciones terapéuticas. Si no los cumplen, tienen que someterse al procedimiento ordinario, que es cuando sí se exige que se presenten ensayos clínicos que demuestren la eficacia", aclara Frías.

El segundo principio es que lo similar cura lo similar; es decir, se entiende que si tienes una serie de síntomas y existe una planta, por ejemplo, cuyo consumo genere síntomas similares, esta planta servirá para curarte. "Por ejemplo, hay uno que está preparado con cebolla y dice curar la depresión, pues se basa en que si yo con la cebolla lloro, pues si tomo eso se me cura la depresión".

"Son unos engañabobos"

Un comprimido de 300 miligramos de Sedatif PC tiene un total de 6 CH. "Eso no es nada, pues es una parte por billón. Esto es, si la pastilla pesara un millón de kilos, tendría un microgramo de principio activo". Al igual que hiciera el auxiliar de farmacia que le atendió, Nájera compara el preparado homeopático con un medicamento. "De aspirinas, te tomas una o dos, dependiendo de la edad. Pero a nadie se le ocurre chuparla con la punta de la lengua y decir 'ya tengo bastante. Es como si vas a una farmacia y te dan una caja de pastillas que no saben decirte para lo que sirve'", reclama.

Nájera es consciente de que no se queda corto con la comparación: "Creo que los ejemplos son suficientemente ilustrativos como para entender que son unos engañabobos y la homeopatía no tiene ninguna evidencia científica".

El Sedatif PC no es el único preparado homeopático que se pueden encontrar en las farmacias españolas. "Existen un montón. Uno muy famoso, que se se suele utilizar para la gripe en niños, es el Oscillococcinum, que está elaborado con el corazón y el hígado de pato salvaje", apunta Nájera.

El preparado homeopático que Nájera tuvo en sus manos hace unos días también guarda una característica clave que explica por qué se comercializan este tipo de productos: su fabricante es Boiron, el gigante multinacional que se estima que posee más de la mitad del mercado. En este artículo de EL ESPAÑOL, el presidente de Farmaciencia, Carlos Alonso, señalaba una de las consecuencias del poder de estos fabricantes: "Creemos que el informe sobre la homeopatía será el último porque hay mucho dinero de por medio. Boiron y compañía son un lobby y tienen muchísimo dinero".

En España la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha autorizado hasta 978 medicamentos homeopáticos. "A este organismo no les queda más remedio que autorizar estos productos", indica Frías. "Eso sí, en nuestro país hemos aplicado la Directiva europa de forma estricta, sin la manga ancha de otros países", reconoce.

En este sentido, Nájera reconoce que empresas como Boiron son el claro ejemplo de cómo hacer negocio de la venta de azúcar: "A mí la caja me costó 12 euros. Así que si hacemos el cálculo, el kilogramo de azúcar vendría a costar unos 470 euros. Es el azúcar más caro del mundo", concluye.