Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han conseguido explicar por qué una paciente con cáncer de riñón metastásico ha sobrevivido de manera extraordinaria.
Según sus hallazgos, contaba con unas mutaciones poco frecuentes que potenciaban el efecto de su tratamiento, el fármaco temsirolimus. Ahora se sabe que este medicamento y otros similares son idóneos para quienes tengan estas mutaciones.
Hace 15 años, Mertitxell, cuya identidad ha sido desvelada por Eldiario.es, fue diagnosticada de cáncer renal metastásico. El oncólogo José Pablo Maroto, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, decidió tratarla con el fármaco temsirolimus, que funcionó mucho mejor de lo esperado.
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La paciente superó el cáncer. Nueve años después, le fue detectada una metástasis en hueso, pero también esta vez el temsirolimus resultó efectivo. Ahora, se ha descubierto por qué el temsirolimus ha sido tan efectivo en este caso y en el de otros dos pacientes.
Este hallazgo permitirá identificar a otros enfermos con cáncer de riñón para quienes el temsirolimus y otros fármacos de la misma familia serán, con gran probabilidad, el tratamiento idóneo. Hoy en día estos fármacos, inhibidores de la vía de mTOR, se usan solo cuando fallan otros.
"Actualmente los fármacos de la familia del temsirolimus no suelen ser la primera opción en cáncer de riñón, pero este resultado indica que en algunos pacientes, muy específicos, sí deben serlo, porque funcionan muy bien. Ahora sabemos cómo identificar a estos pacientes", ha explicado Cristina Rodríguez-Antona, investigadora del programa de Genética del Cáncer Humano del CNIO.
Una investigación de años
Encontrar esta respuesta ha llevado años. Fue necesario encontrar más casos similares a los de la primera paciente. El equipo del Sant Pau los fue seleccionando y enviando sus muestras al CNIO, donde fueron analizadas en profundidad.
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La clave está en unas mutaciones muy poco frecuentes en la proteína USP9X, que regula procesos celulares críticos para el crecimiento de los tumores. La investigación muestra que las mutaciones anulan la función de USP9X y, cuando eso ocurre, la célula no recicla bien sus desechos y muere. El temsirolimus actúa sobre una vía molecular distinta, pero tiene un efecto similar; en los pacientes en que no funciona USP9X, el impacto de este fármaco se potencia.
"Para entender el efecto de las mutaciones en USP9X desarrollamos modelos celulares e hicimos ensayos proteómicos que indicaron que las células tumorales sin USP9X tenían una alteración en la autofagia celular (el proceso por el que la célula recicla sus productos de desecho). El temsirolimus también altera la autofagia, lo que causa un efecto sinérgico, haciendo que los tumores respondan mejor a este tratamiento", ha detallado Rodríguez-Antona.
Además de para identificar a otros pacientes con mutaciones en USP9X, que podrían beneficiarse del tratamiento con fármacos de la familia del temsirolimus, este hallazgo apoya el desarrollo de nuevos fármacos inhibidores de UPS9X como estrategia terapéutica innovadora.
"Un compuesto que anulara la función de UPS9X tendría un efecto sinérgico con el temsirolimus, aumentando su eficacia anti-tumoral", ha señalado Rodríguez-Antona.
Una respuesta clara
La investigación, publicada en la revista científica International Journal of Cancer, ha sido financiada en parte con donaciones obtenidas en carreras solidarias organizadas por el Club de Atletisme A 4 el KM, de Les Franqueses del Vallés (Barcelona), promovidas por la paciente.
"Esta publicación es un orgullo. Es una colaboración entre una asociación que organiza año tras año una carrera popular para la investigación en cáncer renal, pacientes que ceden muestras en momentos difíciles e investigadores básicos y clínicos. Todo, para responder a ¿por qué ha funcionado tan bien este tratamiento? No es el primer caso en que nos planteamos esta pregunta, pero sí de los primeros en que obtenemos una respuesta clara", ha resaltado Maroto.
Los autores del estudio lanzan un último mensaje: "Los estudios traslacionales son complejos porque requieren de una estrecha colaboración entre clínicos e investigadores básicos. Además, los pacientes juegan un papel principal donando sus muestras en un momento muy difícil. Este estudio en tumores poco frecuentes sólo ha podido llevarse a cabo gracias a la generosidad de los pacientes, cuyas muestras son la base de todo el trabajo molecular posterior y que impulsaron el estudio desde su inicio".