Un prototipo de placenta artificial diseñada con el objetivo de salvar vidas y mejorar pronósticos de neonatos ultraprematuros, de menos de seis meses, ha logrado alcanzar hasta 12 días de supervivencia en una primera fase experimental, en la que se ha probado primero en modelos animales.
"Es un hito muy importante", ha destacado este lunes el director del BCNatal y líder del proyecto, Eduard Gratacós, quien ha indicado que el proyecto prosigue con las siguientes fases, con la previsión de que el prototipo pueda someterse a estudios clínicos -en humanos- en dos o tres años.
El proyecto CaixaReserch Placenta Artificial ha presentado este lunes 19 de junio los resultados de los primeros dos años y medio de investigación, en una rueda de prensa en el CosmoCaixa con la participación de los máximos responsables de la Fundación la Caixa, que financia la iniciativa, y los dos hospitales que conforman el BCNatal, el Clínic y Sant Joan de Déu.
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Este proyecto está pensado para los bebés ultraprematuros, aquellos que nacen antes de los seis meses, que son 25.000 casos sólo en Europa cada año. Antes de los seis meses de gestación, los pulmones, los intestinos y el cerebro del feto están poco desarrollados y no están preparados para funcionar de forma correcta en un entorno tan antinatural como es fuera del útero.
Aunque con los años la ciencia y la tecnología han ido aumentando la supervivencia, mediante técnicas de apoyo respiratorio y alimentación vía intravenosa, los ultraprematuros pueden tener secuelas y complicaciones en su vida futura.
Para cambiar "radicalmente" el pronóstico de estos casos, Gratacós ha detallado que el objetivo del proyecto CaixaResearch Placenta Artificial es ir ampliando la supervivencia en buen estado de fetos hasta las cuatro semanas (28 días), para que luego ya los bebés puedan seguir viviendo fuera de esa placenta, en una incubadora.
"Se trata de mover el punto teórico del nacimiento y mantenerlo cuatro semanas en esta placenta, con lo que podríamos reducir la mortalidad y las secuelas a menos de la mitad, de una forma radical, así que el beneficio sería inmenso", ha explicado Gratacós.
"Engañar a la naturaleza"
Así, el gran objetivo es "conseguir sacar el feto de su madre y que siga viviendo como un feto y esto es dificilísimo porque hay que engañar al máximo a la naturaleza", ha remarcado el científico.
En este "engaño" es fundamental que el prototipo garantice, entre otras cuestiones, que entre y salga el líquido amniótico, y que le lleguen al feto los nutrientes y medicamentos, así como la oxigenación, todo ello mediante la conexión del cordón umbilical.
"La placenta es como una ventosa de carne que se adhiere al útero y se comporta como un radiador, por el que circula la sangre y vuelve a salir (circulación extracorpórea) para oxigenar al feto, pues este no respira directamente sino que le pasa el oxígeno su madre", ha explicado el director de BCNatal.
También es complejo el trasvase y conexión del cordón umbilical, que se conecta a unas cánulas que han sido diseñadas para que "no se note el cambio". De no ser así, el cordón interpreta que el bebé ya ha nacido y se cierra.
Fetos de oveja
En estos dos años y medio, la placenta artificial se ha probado en más de 50 casos de fetos de oveja, de los que tres han logrado la supervivencia en buen estado fetal a 12 días, mientas que han habido otros que han llegado a los 10 o a los 9 días, ha concretado Gratacós.
Tras esta primera fase, financiada con 3,35 millones de euros por la Fundación la Caixa, le proseguirá una segunda (2023-2025) con 4,3 millones de euros más que tratará de ampliar a cuatro semanas la supervivencia, llevar todo el sistema a un nivel de seguridad "extrema" y desarrollar el marco bioético.
Como se ha mencionado, la previsión es que en dos o tres años se pueda plantear ya un estudio clínico en humanos, en casos muy concretos y siempre en nacimientos de ultraprematuros (nunca en embriones), ha indicado el líder del proyecto.
"Es una realidad que va a ser, no sabemos cuándo, pero en el futuro habrá una placenta artificial que cambiará de forma radical el futuro de estos prematuros", ha asegurado Gratacós, que ha pronosticado que su proyecto va a ser el primero, al menos en Europa.
Aparte del CaixaResearch Placenta Artificial, en estos momentos sólo hay cuatro grupos en el mundo que han desarrollado modelos experimentales con avances significativos: uno en Filadelfia, otro en Michigan (ambos en Estados Unidos), un tercero que lidera un consorcio de Australia y Japón y, finalmente, un cuarto en Toronto (Canadá).
En la presentación ha intervenido el director del Hospital Clínic, Josep Maria Campistol, y el de Sant Joan de Déu, Manel del Castillo, quienes han destacado el "orgullo" de formar parte de un proyecto tan "atrevido" y con una amplia "visión de equipo", pues participan 35 investigadores y colaboran 30 profesionales más. Por su parte, el director general de la Fundación la Caixa, Antonio Vila, ha resaltado que la organización está "comprometida, emocionada e ilusionada" con un proyecto que es "espectacular".