Al futbolista Sergio Rico le retiraron la sedación, después de salir de un coma en el que ha estado tras sufrir un accidente con un caballo el pasado 28 de mayo. En aquel momento, el guardameta del PSG fue diagnosticado con un traumatismo craneoencefálico grave. La salida del coma y la retirada de la sedación supone que el futbolista avanza en su recuperación. Sin embargo, existe la posibilidad de que un paciente que despierta del coma presente secuelas que son de por vida, en algunos casos.
"Primero, decir que alguien ha salido del coma es muy generalista y puede ser que el paciente haya pasado de estar en coma a un estado vegetativo o a estar con plena consciencia y capaz de comunicarse", aclara la doctora Natalia Salaverria, médico rehabilitadora de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), en declaraciones a EL ESPAÑOL.
Por este motivo, resulta muy difícil determinar cuando un paciente ha salido del coma. "Solemos decir que ha pasado el período de amnesia postraumática cuando tiene más de 75 puntos en la prueba de Galveston de Orientación y Amnesia (GOAT, por sus siglas en inglés)", explica Salaverria. Esta herramienta se utiliza para evaluar la memoria de una persona tras sufrir una lesión cerebral traumática. "Aun así, después habría que hacer una valoración neuropsicológica para establecer las secuelas cognitivas".
Cuáles son las secuelas
Muchas de las complicaciones que aparecen en alguien que ha estado en coma están directamente relacionadas con la gravedad de la lesión cerebral, tal y como apunta la doctora. "Otras son dependientes de la situación de inmovilidad prolongada que presentan: contracturas, osificaciones, infecciones respiratorias o trombosis venosas, entre otras".
Esto puede originar secuelas que afecten al grado de movilidad de la persona. "Puede tener una hemiparesia en la marcha que dificulte el movimiento de una mitad del cuerpo", ejemplifica Salaverria. Desde el punto de vista nutricional, es posible que presente disfagia, precisando de una sonda nasogástrica para alimentarse. También puede tener dificultad para toser y eliminar las secreciones, por lo que tal vez necesite de asistentes de la tos o incluso de ventilación mecánica no invasiva.
"La más limitante para el paciente y sus familiares será la secuela de deterioro cognitivo", sentencia Salaverria. La doctora reconoce que ante este tipo de situaciones se requiere de respuestas sanitarias y sociales especializadas debido al déficit del lenguaje y la dificultad para comunicarse del paciente.
Aunque desde el entorno de Sergio Rico han evitado no hacer públicos muchos datos sobre su estado de salud, la familia asegura que el portero habría reconocido a los familiares tras la retirada de la sedación.
Las secuelas físicas son las que más suelen afectar a las personas que han estado en coma. Según los datos de la asociación FEDACE, hasta un 71,6% de los pacientes tiene dificultades para caminar y en el habla; seguidas por las psíquicas-cognitivas, que se presentan en un 69,6%, y las emocionales-conductuales, que se da un 46,2%.
El mejor pronóstico posible
La doctora insiste en varias ocasiones que las secuelas dependerán mucho del paciente, la causa del coma y el tiempo de evolución. "Estos son los factores más importantes en el pronóstico tanto vital como funcional del paciente en coma, junto con el daño cerebral visto en Resonancia Magnética Cerebral", expone Salaverria.
En este sentido, la médico rehabilitadora asegura que los pacientes jóvenes (menores de 65 años), sin patologías previas y con una causa traumática de daño cerebral, en los que la duración del coma es menor a un mes son los que mejor pronóstico pueden presentar. El guardameta español cumple con estos factores pronósticos, puesto que no ha pasado más de un mes en coma.
En lo que respecta al proceso de rehabilitación, Salaverria destaca que lo primero y más importante es conocer el estado del paciente. Con ello se establece un plan de tratamiento global y multidisciplinar donde intervienen diferentes profesionales para establecer objetivos de movilidad, de alimentación y comunicación. "Los protagonistas más importantes son el paciente y sus familiares con quienes hay que conformar un plan de acción para dar la mejor calidad de vida al paciente y fijar un proyecto de alta domiciliario o residencial", concluye Salaverria.