David Bennett se paseó por el mundo con un corazón de cerdo durante dos meses. A Emma le espera una larga vida gracias al intestino que recibió cuando ni siquiera podía gatear. Tamara dio a luz el pasado mayo a pesar de haber nacido sin útero.
Todos estos hitos de los trasplantes se han dado en apenas el último año y medio y son solo un ejemplo de lo que está por llegar: xenotrasplantes, órganos congelados a temperaturas bajísimas o terapias para evitar el rechazo sin necesitar inmunosupresión.
"No es que estemos en la edad dorada del trasplante, es que llevamos viviendo mucho tiempo en ella", afirma Beatriz Domínguez Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes. "Hemos conseguido que una intervención mágica y casi de ciencia ficción hace unas décadas se transforme en una actividad prácticamente rutinaria y habitual pese a seguir siendo un procedimiento extraordinario".
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Hace poco más de 50 años, el cirujano sudafricano Christiaan Barnard entraba en el Olimpo de la medicina al realizar el primer trasplante de corazón de la historia, lo que le valió fama universal: no hubo portada de periódico o revista en todo el mundo que no mostrara su cara a toda página. Hoy en día, en la Unión Europea se realizan anualmente más de 2.000 trasplantes de corazón, 311 en España.
Una década antes del hito de Barnard se realizaba en el Hospital Brigham de Boston el primer trasplante renal que lograba supervivencia a largo plazo. En nuestro país, a día de hoy, se realiza una operación de este tipo cada dos horas y media.
"Que hayamos conseguido que esa intervención se transforme en rutinaria define perfectamente la época dorada del trasplante", recalca Domínguez Gil a EL ESPAÑOL.
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El hito definitorio de la última década ha sido el trasplante de donante en asistolia. Anteriormente, solo se aceptaban donanciones de personas en muerte encefálica ya que los órganos se podían mantener oxigenados hasta su extracción.
En cambio, los órganos se deterioran rápidamente tras un fallo cardiorrespiratorio, lo que impedía utilizarlos para trasplante. Fue una innovación española la que abrió la puerta a estas donaciones: la perfusión regional normotérmica, que mantiene igual de oxigenados los órganos, gracias al uso del sistema ECMO, oxigenación por membrana extracorpórea, pensado en principio para mantener con vida a personas con los pulmones y corazón gravemente dañados (por eso se hicieron tan necesarias durante la crisis de la Covid).
Ha pasado poco más de una década desde que se regulara la donación en asistolia y ahora supone el 42% del total en España. Que, por cierto, "es el único país del mundo que ha conseguido trasplantar con éxito todo tipo de órganos de estos donantes", afirma orgullosa la máxima autoridad española en la cuestión.
Hitos del trasplante en España
Solo una veintena de países realizan trasplantes de donantes en asistolia, fundamentalmente riñones "porque son los órganos que más resisten el efecto de la isquemia". En nuestro país se han realizado injertos de hígado, pulmón, corazón, páncreas y hasta intestino, un órgano que hasta hace unos años se pensaba 'intrasplantable' por ser muy susceptible a la falta de oxígeno y tener una gran carga bacteriana.
Pero el octubre pasado el mundo conoció a Emma. Nació con el intestino más corto de lo normal, lo que obligaba a alimentarla de forma intravenosa. Cuando presentaron el logro en el madrileño Hospital de La Paz, la bebé sonreía pizpireta gracias a su nuevo intestino. Solo ha habido otros dos trasplantes más así, ambos también en España.
El caso de Tamara no es tan novedoso pero quizá sí es más espectacular. Sufría el síndrome de Rokitansky, esto es, nacer con ovarios pero sín útero. En 2020 recibió uno, el de su hermana. Tres años después daba a luz a Jesús, primer bebé español nacido tras este procedimiento. En el mundo apenas son medio centenar pero, como señala Domínguez Gil, parece más algo de ciencia ficción.
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El de David Bennett ha sido el caso más sonado en el mundo de los trasplantes en décadas, con un impacto quizá similar al hito de Christiaan Barnard (cuyo paciente, por cierto, vivió menos que Bennett: 18 días). Desde inicios del siglo XX ha habido experimentos de trasplantes con cerdos, ya que estos animales tienen órganos similares en tamaño a los nuestros.
Los avances en edición genética de los últimos años han permitido adaptarlos a los seres humanos. El corazón que recibió Bennett tenía hasta 10 modificaciones. El paciente moría dos meses después de una insuficiencia cardíaca, pero el órgano no había sido rechazado: el corazón funcionó perfectamente durante 47 días.
Para la directora de la ONT, los xenotrasplantes son la "gran revolución" que nos espera y les ve más posibilidades que otras perspectivas similares, como la bioimpresión de órganos en 3D o su reconstrucción a partir de células madre del paciente.
Ensayos con órganos de cerdo
"Estas técnicas de modificación genética de cerdos, humanizándolos de alguna forma, aparte de ser criados en altas condiciones de bioseguridad, probablemente puedan hacer realidad el xenotrasplante en los próximos años", comenta.
Antes, habrá que realizar ensayos clínicos "muy bien diseñados" para evaluar su eficacia y seguridad. "Va a haber que dilucidar muy bien cúal es el tipo de pacientes que realmente se podría incluir en este tipo de estudios". Bennett probó el corazón de cerdo porque no era elegible, por su estado de enfermedad avanzada, para uno humano.
Sin embargo, la experta cree que en unos cinco años podremos ver los primeros ensayos clínicos en este área.
Pero la búsqueda de alternativas a los órganos humanos no es la única vía de avanzar en el campo de los trasplantes. Quizá menos espectaculares pero más cercanas son las investigaciones en mejorar la preservación de órganos y en extender la tolerancia –evitar su rechazo por el cuerpo– hasta límites hoy día insospechados.
"El trasplantado va a necesitar inmunosupresión durante toda su vida, y estos medicamentos tienen importantes efectos adversos", recuerda Domínguez Gil. El propio efecto del sistema inmune afecta a la vida del órgano: por ejemplo, la supervivencia de un corazón trasplantado se sitúa entre los 12 y los 15 años. Quizá en adultos mayores no suponga un problema, pero los niños tendrán que someterse a varios trasplantes durante su vida.
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Un estudio realizado en el Hospital Gregorio Marañón ha utilizado terapia celular para evitar el rechazo y eliminar el uso de fármacos inmunosupresores utilizando células T reguladoras del timo del propio paciente –en este caso, una bebé de seis meses que recibió un corazón nuevo–, reduciendo al mínimo los efectos secundarios.
En la actualidad hay montado está desarrollándose un ensayo clínico con estas células 'thyTreg' y que puede suponer una revolución para los miles de trasplantados de todo el mundo.
Los avances en la preservación de órganos también están siendo espectaculares. Hay varios métodos, desde mantener el órgano con vida mediante líquidos de perfusión hiperavanzados con capacidad de recuperar las células del órgano, máquinas que asemejan las condiciones fisiológicas, etc. hasta la criopreservación, esto es, mantener los órganos congelados hasta que llegue el momento.
Este último método pertenecía a la ciencia ficción hasta hace un mes. Científicos de la Universidad de Minnesota han trasplantado a cinco ratas riñones que previamente se habían mantenido congelados a -150 grados, sumergidos en nitrógeno líquido, hasta 100 días.
Las ratas, según los resultados publicados en Nature Communications, han sufrido algunos daños tras la desvitrificación, pero han sobrevivido. Los investigadores creen que en un año pueden estar haciendo las primeras pruebas en humanos y montar un ensayo clínico unos cinco.
"Las técnicas de preservación de órganos adquieren todo el sentido en un momento enque nuestros donantes son cada vez más complicados, de edades más avanzadas, cada vez más en asistolia con el efecto deletéreo de la isquemia, que comprometen su viabilidad para el uso clínico", advierte Domínguez Gil.
Este es el gran reto de los trasplantes. "Todos los avances que se puedan hacer en el ámbito de la donación son muy relevantes, muy necesarios. Y en los próximos años vamos a ver muchos que no tardarán en ser parte de nuestro día a día".