La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), que depende del Ministerio de Sanidad, ha emitido una nueva recomendación sobre un conocido fármaco que se utiliza para tratar el ardor de estómago. Se trata de la famotidina, que pertenece al grupo de medicamentos conocido como antagonistas del receptor H2, o bloqueantes H2.
En concreto, el organismo ha advertido sobre el efecto que otros medicamentos pueden tener sobre la eficacia de la famotidina. "Se recomienda evitar la administración conjunta de famotidina y posaconazol en suspensión oral, ya que la famotidina puede reducir la absorción de la suspensión oral de posaconazol durante el uso concomitante", explica AEMPS en su página web.
El posaconazol es, por su parte, un medicamento anfifúngico; es decir, que se emplea para prevenir y tratar infecciones causadas por hongos. En el prospecto de este medicamento se especifica que se puede indicar para tratar infecciones causadas por hongos de las familias Aspergillus, Fusarium, Coccidioides y los que provocan las enfermedades conocidas como “cromoblastomicosis” y “micetoma”.
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Además, la también añade: "La administración conjunta de con los inhibidores de la , , y puede reducir las concentraciones plasmáticas de los mismos, lo que reduce la eficacia; por tanto, no se recomienda la administración conjunta de con estos inhibidores de la ". Pero ¿qué pacientes utilizan estos fármacos?
Quienes reciben estos medicamentos son personas que padecen algunos tipos de cáncer. Por esta razón, si un médico nos ha indicado tanto el posaconazol, como un inhibidor de la tirosina quinasa debemos abstenernos de tomar famotidina.
En cualquier caso, deberíamos advertir a nuestro médico si estamos en tratamiento de los medicamentos de los que hagamos uso y también preguntar al farmacéutico antes de autorecetarnos una solución, aunque sea para tratar un simple ardor de estómago.
El problema de la acidez
La acidez de estómago, más conocida en términos médicos como pirosis o dispepsia, da lugar a diversos síntomas como quemázon, ardor, sensación de que sube líquido o gas desde el estómago hacia el esófago y la boca, e incluso en ocasiones dolor de pecho que puede llegar a confundirse con un dolor cardíaco en algunos casos. De ahí que los anglosajones la conozcan como heartburn o 'quemadura de corazón.
La acidez no es una enfermedad como tal, pero si se repite sí puede provocar problemas. En personas sanas aparece puntualmente, sobre todo tras comidas copiosas, pero cuando aparece repetidamente sí que llega a producirse un mal funcionamiento del esófago y un reflujo gastroesofágico como tal, siendo este una enfermedad real que precisa tratamiento médico.
El origen de la acidez puede ser diverso, pero en personas sanas las comidas copiosas son la principal causa, con la excepción del embarazo, donde también se produce este síntoma debido a una relajación muscular del esófago y el cardias o boca del estómago; además, el útero y su aumento de tamaño también provocan un aumento de presión del abdomen, facilitando la acidez estomacal.
Por su parte, se sabe que existen alimentos irritantes que también colaboran en el desarrollo de la acidez, tales como café, cítricos, picantes, chocolate, cebolla, alcohol o alimentos grasos. Algunos fármacos también pueden colaborar, actuando como irritantes directos o indirectos.