Cuando todos oímos hablar del cáncer nos tememos lo peor. Sin duda, a lo largo de los años, se ha consagrado como una de las enfermedades más temidas por el ser humano. Sin embargo, estos procesos no solo afectan a las personas, también lo hacen a los animales. Al final, no es más que una enfermedad en la que algunas células se multiplican sin control y se esparcen a otras partes del cuerpo.
En este caso se trata de un cáncer que no repercute directamente al ser humano, si no de varios tipos de esta enfermedad que afectan a los berberechos, los cuales llevan padeciendo estos problemas durante miles de años. Uno de los cánceres más habituales en estos moluscos es la leucemia. No obstante, esta situación no los convierte en un producto que no se pueda consumir o que suponga un peligro.
Ahora, un equipo integrado por investigadores del Instituto Wellcome Sanger ha descubierto que estos tumores que padecen estos moluscos son altamente inestables genéticamente, lo que ha provocado que este estudio haya tenido una total relevancia. Este tipo de cáncer se trata de una especie de leucemia muy transmisible entre ellos.
¿Qué conclusiones arroja el estudio sobre el cáncer de los berberechos?
Este importante estudio sobre los berberechos ha estado encabezado por el Instituto Wellcome Sanger en colaboración con el centro de investigación CiMUS de la Universidad de Santiago de Compostela y también ha contado con el apoyo de varios colaboradores de diferentes países. Y el mayor descubrimiento realizado ha sido que los tumores que padecen estos berberechos son altamente inestables genéticamente.
Sin embargo, no se trata de tipos de cáncer que surgen en cada individuo, sino de células cancerosas procedentes de un mismo tumor remoto que llevan miles de años saltando de berberecho en berberecho en su entorno. Gracias a estos hallazgos, se cree que se podrá entender mejor el fenómeno de la metástasis, lo que provoca el 90% de las muertes por cáncer en personas.
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Las conclusiones de este estudio han sido publicadas en la revista especializada Nature Cancer y han revelado que las células cancerosas dentro de un solo tumor contenían números muy diferentes de cromosomas. Esta cuestión no se observa en otro tipo de cánceres contagiosos.
La peor noticia sobre este tipo de cánceres es que se propagan rápidamente por todo el organismo, provocando un alto índice de mortalidad en los animales que se infectan. José Tubío, biólogo de la Universidad de Santiago, explica que estos descubrimientos se han podido realizar gracias a los avances más recientes que se han realizado en genética. Además, matiza también que hasta el momento solo se han detectado cánceres contagiosos en especies como perros, demonios de Tasmania y algunos animales marinos.
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En el estudio realizado se ha podido observar que las células tumorales presentaban una gran variabilidad y una estructura muy alterada. Las diferencias eran tan grandes que había algunas células de estos berberechos que contaban con 11 cromosomas mientras que otras llegaban hasta los 354. Las células de un berberecho sano deben tener 16 pares de cromosomas, es decir, 38.
Todas las pruebas se han realizado sobre la misma especie de berberecho, el berberecho común o Ceastoderma edule. Este tipo de molusco suele habitar en costas de Europa y el noroeste de África y es muy habitual emplearlo como alimento.
¿Cómo se ha realizado el estudio?
El equipo formado por los investigadores del Instituto Wellcome Sanger, el centro de investigación CiMUS de la Universidad de Santiago de Compostela y los colaboradores extranjeros han recolectado unos 7.000 berberechos de 36 ubicaciones en 11 países diferentes, destacando zonas de España, Portugal, Reino Unido, Irlanda y Marruecos. De ellos, el 6% tenía leucemia.
Gracias a este estudio han podido secuenciar genéticamente hasta 61 tumores encontrando dos tipos diferentes de BTN. Incluso en algunos casos, estos berberechos estaban infectados por células de ambas formas de cáncer al mismo tiempo. El seguimiento genético de la evolución de estos tumores ha permitido una gran cantidad de cambios.
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Aunque es difícil precisar desde cuándo existen este tipo de cánceres, se cree que pudieron surgir hace siglos o incluso milenios. "No hemos podido determinar con exactitud la longevidad de estos tumores, pero los datos nos llevan a concluir que, sin duda, son tumores milenarios".
Ahora, tal y como transmiten desde el centro de investigación CiMUS de la Universidad de Santiago de Compostela, el objetivo de investigaciones futuras se centrará en saber cómo un tumor que tiene un genoma tan deteriorado ha podido sobrevivir durante tanto tiempo.
"En tumores humanos te encuentras conjuntos de cromosomas totalmente aberrantes, pero el nivel que hemos visto en los berberechos es extremadamente inestable. ¿Cómo es posible que pueda vivir un tumor durante miles de años con este tremendo caos en su genoma? Es un nuevo paradigma".