La denervación renal ha sido incluida recientemente en las nuevas guías para el tratamiento de la hipertensión que publica la Sociedad Europea de Hipertensión. Otras sociedades internacionales ya se habían posicionado anteriormente a favor de esta terapia, a lo que los países europeos se suman ahora con la inclusión de esta técnica como tercer pilar para el control de la tensión arterial.
Junto a hábitos de vida saludable y el empleo de fármacos, la denervación renal ha demostrado tener beneficios suficientes para contribuir a la evolución positiva de los pacientes. Esta terapia consiste “en reducir drásticamente el efecto que determinados nervios, llamados simpáticos, provocan sobre el desarrollo de la hipertensión mediante una intervención endovascular en una sala con control radiológico”, explica el doctor José Antonio García Donaire, nefrólogo y presidente de la Sociedad Española de Hipertensión y Riesgo Vascular (SEH-LELHA).
Para ello, se introduce un catéter por la ingle del paciente hasta alcanzar las arterias renales. Este catéter emite calor (entre 40 y 50 grados aproximadamente) a través de ondas electromagnéticas (radiofrecuencia) lo que permite anular la red de nervios que se encuentran en la arteria, reduciendo la presión. Además de ser una técnica que garantiza la disminución de la tensión tras la intervención, no presenta “aparición de efectos secundarios de relevancia”, añade el doctor García Donaire.
La técnica de la denervación renal surgió hace más de una década, pero han sido necesarios numerosos estudios y ensayos clínicos para entender los efectos y aplicaciones que se le podían dar a este tratamiento. Según cuenta el especialista, “durante estos años hemos ido aprendiendo quiénes son los mejores candidatos y cómo han evolucionado los hipertensos que han sido tratados con denervación”.
Las nuevas directrices publicadas por la Sociedad Europea de Hipertensión están respaldadas por los resultados clínicos de un estudio liderado por Medtronic, que ha contado con más de 25.000 pacientes tratados con denervación renal en todo el mundo. Más allá del respaldo hacia la aplicación de esta técnica, en estas guías se establece que podría, además, contribuir a una significativa disminución del tratamiento farmacológico.
El reto de la hipertensión resistente
Con la experiencia de los últimos años, apunta el doctor García Donaire, se ha podido observar que esta técnica puede resultar beneficiosa tanto para pacientes hipertensos sin medicación hasta para “pacientes polimedicados con importante limitación en su vida”. Si bien, las nuevas guías de tratamiento publicadas por la Sociedad Europea de Hipertensión establecen que el perfil que mejor responde a este tratamiento es aquel “con hipertensión resistente o aquel que no responde al tratamiento de estilo de vida y fármacos”.
Se diagnostica la hipertensión resistente cuando, “a pesar de seguir los consejos de vida saludable y al menos tomar tres fármacos diferentes, se demuestra que el paciente no alcanza los objetivos que le sitúan fuera del riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular”, afirma el doctor García Donaire, quien trabaja también como médico adjunto en la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
En esta coyuntura más complicada, “hasta la aparición de la denervación renal solo podíamos optimizar el estilo de vida y aumentar el número de fármacos, con el consiguiente aumento de efectos secundarios. Con la denervación logramos controlar esta peligrosa patología en un elevado número de casos”, asegura el facultativo.
Más tratamientos en los próximos años
Más de 1.200 millones de personas en el mundo padecen hipertensión arterial. Constituye una de las principales causas de muerte prematura y un mayor riesgo de infarto de miocardio, accidente cardiovascular y arritmias cardíacas. Sin embargo, el 46% de los adultos hipertensos desconoce que padece esta afección, según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud, y, entre los diagnosticados, una cantidad considerable de pacientes no responde al tratamiento médico (al menos la mitad abandonan los fármacos durante el primer año)
La inclusión de la denervación en las nuevas guías clínicas de la Sociedad Europea de Hipertensión supone la confirmación de la eficacia y seguridad de esta técnica, de la que podrá beneficiarse un mayor número de pacientes. De esta manera, se cuenta con una solución más en el arsenal terapéutico para tratar una de las afecciones con mayor prevalencia en el mundo.
En los próximos años, asegura el doctor García Donaire, “vamos a asistir a un aluvión de tratamientos para controlar la presión arterial”. El abordaje del paciente hipertenso, explica el especialista, evolucionará hacia el “estudio individualizado de su estilo de vida, el análisis genético y bioquímico”. Con ello se busca dar con tratamientos que tengan como diana cada alteración que provoque el “mal control de la tensión a nivel hormonal para prevenir el desarrollo de la enfermedad coronaria, neurovascular y, el principal problema que afrontaremos todos y cuyo principal factor de riesgo es la hipertensión, la demencia”, concluye el doctor García Donaire.
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