Lawrence Faucette, de 58 años, era la segunda persona del mundo en recibir un trasplante de corazón de un cerdo modificado genéticamente. El paciente ha fallecido esta semana, seis semanas después de su operación, tal y como ha anunciado el centro médico estadounidense que llevó a cabo la cirugía.

Su fallecimiento se produce un año y medio después de la muerte del primer paciente en ser trasplantado con un corazón de cerdo, David Bennett, quien murió dos meses después de la operación, a causa de una insuficiencia cardíaca repentina, aunque más tarde se encontraron signos de un virus porcino en el interior del órgano.

En el caso de Faucette, veterano de la Marina y padre de dos hijos, el Centro Médico de la Universidad de Maryland (UMMC), donde se realizó la cirugía, ha informado de que el corazón comenzó a mostrar signos de rechazo en los últimos días.

Su única esperanza

Lawrence Faucette ingresó por primera vez en el UMMC el 14 de septiembre, tras tener síntomas de insuficiencia cardíaca. Su enfermedad, en estado avanzado, unido a que sufría otras patologías, le impedían recibir un trasplante tradicional de corazón humano.

El corazón de cerdo era su "única opción", asegura el comunicado de la Universidad de Maryland. "La única esperanza que me queda es el corazón de cerdo, el xenotrasplante", declaró Faucette al hospital en una entrevista interna varios días antes de la operación.

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"No tenemos más expectativas que la esperanza de pasar más tiempo juntos", dijo entonces su esposa, Ann Faucette. "Eso podría ser tan sencillo como sentarnos en el porche y tomar un café juntos", añadió.

Seis días después de ingresar de urgencia, Faucette fue sometido al trasplante experimental. Los médicos informaron en las semanas posteriores a la operación de que el paciente estaba realizando avances significativos, como participar en fisioterapia y pasar tiempo con su familia.

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Un mes después, el equipo médico informó de que su función cardíaca era excelente y que le habían retirado los fármacos de apoyo. "No hay indicios de infecciones ni de rechazo en este momento", declaró el Dr. Bartley Griffith, que realizó la cirugía experimental, entonces.

Sin embargo, Faucette empezó a mostrar signos de rechazo en los últimos días, según ha señalado la Universidad de Maryland, quien ha subrayado que el rechazo de órganos es "el problema más importante de los trasplantes tradicionales de órganos humanos". Se desconoce que es lo que no funcionó, pero el Centro Médico de la Universidad de Maryland se ha comprometido a "efectuar un extenso análisis para identificar los factores negativos que puedan prevenirse en futuras intervenciones".

El último deseo de Faucette

En el comunicado, Griffith asegura que "el último deseo del señor Faucette era que aprovecháramos al máximo lo que habíamos aprendido de nuestra experiencia, para que otros puedan tener garantizada la oportunidad de un nuevo corazón cuando no se disponga de un órgano humano".

Por su parte, su mujer Ann ha agradecido a todo el equipo médico su trabajo. "Larry comenzó este viaje con una mente abierta y plena confianza en el Dr. Griffith y su personal. Sabía que su tiempo con nosotros era corto y que esta era su última oportunidad de hacer algo por los demás", ha afirmado.

Los xenotrasplantes -trasplantes de animal a humano- podrían remediar la escasez de donaciones de órganos. En la actualidad, hay más de 113.000 personas en la lista de espera de trasplantes de órganos, entre ellas más de 3.300 que necesitan un corazón. 

La mayor parte del trabajo relacionado con los xenotrasplantes se ha centrado hasta ahora en los riñones de cerdo.