La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad degenerativa en auge en España: los casos han aumentado un 20% en los últimos cinco años, afectando ya a más de 55.000 personas en nuestro país y a más de dos millones en todo el mundo. Un nuevo ensayo supone ahora un rayo de esperanza, al mostrar que la inyección de un tipo de células madre en el cerebro de los pacientes es segura, se tolera bien y tiene un efecto duradero que frena la progresión de la enfermedad

Es el propio sistema inmune del enfermo de esclerosis el que ataca y destruye la mielina, la vaina que recubre las neuronas y las terminaciones nerviosas, alterando su capacidad para transmitir señales del cerebro al resto del cuerpo a través la médula espinal. Los responsables de esta agresión autoinmune son un tipo de macrófagos, las microglías, que dañan el sistema nervioso central, causando inflamación crónica y destruyendo las células nerviosas.

Este reciente ensayo, liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) en coordinación con la Universidad Milan Bicocca y el Hospital Casa Sollievo della Sofferenza (ambos en Italia), ha dado un paso hacia la creación de una terapia avanzada con células madre. El mecanismo consistiría en un 'trasplante' de estos 'bloques de construcción en blanco' para el organismo, con el potencial de reprogramarlas para que se transformen en cualquier tejido necesario.

[El día a día de David, el alcalde de un pueblo de Valladolid con ELA: “Mi mujer me tiene que dejar abrochadas las camisas”]

El equipo de Cambridge ya había demostrado en modelos de ratones que se podían reprogramar células de la piel para transformarse en células madre cerebrales, que a continuación se podían injertar en el sistema nervioso central. Esto permitía reducir la inflamación y reparar el daño.

El nuevo ensayo, cuyos resultados publica ahora la revista Cell Stem Cell, ha contado con 15 pacientes reclutados en dos hospitales italianos, que recibieron inyecciones de células madre neuronales directamente en el cerebro para tratar su EM en estado secundario.

Las células derivaban del tejido cerebral de un donante fetal que había fallecido durante el embarazo, y cuya familia accedió a la donación. Sin embargo, los investigadores han demostrado que es posible cultivar y replicar las células del propio paciente, obteniendo en un futuro una 'fuente ilimitada' y sin problemas de rechazo.

El ensayo se prolongó durante doce meses, durante los cuales no se registraron eventos adversos graves o muertes entre los participantes. Todos sufrían de un grado alto de discapacidad al inicio -la mayoría requería de silla de ruedas-, pero en los meses siguientes ninguno sufrió un empeoramiento ni nuevos síntomas que indicarían la progresión de la enfermedad.

Tampoco su función cognitiva se vio alterada, y se apreció una reducción del volumen cerebral, lo que podría correlacionarse con un efecto antiinflamatorio de la inyección. Además, las muestras de líquido cefalorraquídeo mostraron un aumento de los ácidos grasos en aquellos que habían recibido más células madre, un indicio metabólico de un mejor pronóstico de la enfermedad. 

"Este estudio muestra que es posible inyectar células madre directamente en los cerebros de personas con esclerosis múltiple. El procedimiento fue generalmente bien tolerado. Los investigadores esperan que en el futuro esta técnica pueda ser utilizada para reparar o regenerar las células nerviosas en el cerebro. Sin embargo, aún no contamos con evidencia sólida de que esto sea posible", advierte Aravinthan Varatharaj, profesor clínico de Neurología en la Universidad de Southampton (Reino Unido), en declaraciones a Science Media Centre.

"Aunque este estudio demostró que los pacientes no experimentaron una progresión significativa de la enfermedad después del tratamiento, hay otras posibles explicaciones para esto y este no fue un ensayo controlado. Además, la mayoría de los pacientes aún mostraban evidencia de actividad de la enfermedad en las resonancias magnéticas, lo que sugiere que este tratamiento no suprimió completamente la inflamación cerebral", concluye Varatharaj.