La gripe convierte la 'vuelta al cole' en un polvorín: "Los casos van a aumentar rápidamente"
Las tasas de contagios duplican a las de la población general en menores de 4 años. En los lactantes menores de 1 llegan a cuadruplicarlas.
9 enero, 2024 02:44Pasa desapercibida frente a la avalancha de adultos y mayores que copan los centros de salud y las urgencias hospitalarias estos días. La gripe en niños y niñas es menos grave que otras infecciones y la mayoría la pasa sin complicaciones. Sin embargo, la alta incidencia de estas semanas y el aumento que se espera con la vuelta a las clases está poniendo en alerta a los profesionales sanitarios, que piden no banalizar la enfermedad.
En la última semana del año, las tasas de gripe registradas en la atención primaria crecían un 75,7% respecto a los 7 días anteriores. El grupo de edad más afectado era el de los menores de un año, que casi cuadruplicaban la cifra: 1.661,9 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 438,3 de la población general. Los niños de entre 1 y 4 años les seguían en incidencia, duplicando la tasa general, y aquellos entre 5 y 14 años iban después.
Son los mayores de 80 años los que protagonizan los ingresos hospitalarios por gripe. Sin embargo, la siguiente franja de edad es la de menores de 1 año, con en torno a las 20 hospitalizaciones por 100.000 personas. Los infantes de 1 a 4 años, con alrededor de 10 ingresos, no están muy lejos.
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"Por eso se ha tomado la determinación de vacunar contra la gripe a los niños entre 6 y 59 meses en todas las comunidades autónomas", explica la pediatra zaragozana Teresa Cenarro, vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.
Aunque la campaña vacunal en los menores no está yendo todo lo bien que se esperaba: "En Aragón se ha vacunado a un 41% de los niños. Es cierto que los primeros años [de una vacuna] cuesta arrancar, pero la cifra se nos ha quedado un poco corta".
La temporada 2023-2024 de virus respiratorios es la primera en que la vacuna de la gripe se ha generalizado en esta franja de edad. Anteriormente, solo se ofrecía a aquellos que tenían una condición que les hacía susceptibles de enfermar gravemente, pero el año pasado tres comunidades (Andalucía, Murcia y Galicia) ya ampliaron su cobertura a niños sanos.
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Cenarro admite que, pese a las cifras oficiales (recogidas por el Instituto de Salud Carlos III), ella ha visto más adultos que niños con gripe en su área. Sin embargo, llama a no banalizar la enfermedad y advierte que "la gripe ha comenzado a circular mientras los niños estaban sin escolarizar; en cuanto llevan una semana de vuelta a las clases el número de casos aumentará rápidamente".
Las manifestaciones de la gripe son similares en cualquier franja de edad: fiebre que puede llegar a durar una semana, malestar general, dolores musculares o cefalea, aunque los niños pueden tener más dificultades para expresar cómo se sienten.
Sin embargo, el tipo de complicaciones que pueden tener es distinto. La más frecuente es la otitis pero pueden darse casos de neumonía. La propia Cenarro ha visto recientemente algún caso ingresado en el Hospital Materno Infantil de Zaragoza por esto.
"En Pediatría, la edad marca mucho la diferencia sobre cómo actuar: en los dos o tres primeros años de vida del niño siempre tiene que valorar el estado un pediatra. Los niños mayores, si tienen un buen estado general, pueden quedarse en casa".
Javier Álvarez Aldeán, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, explica que también puede haber complicaciones de tipo digestivo.
"Puede ser una gripe intestinal, con diarreas pero también complicaciones a otros niveles. Estos niños pueden necesitar medidas de soporte como la hidratación, ya que muchas veces dejan de comer; y, a veces, también apoyo respiratorio".
Gravedad de los virus respiratorios
A pesar del importante número de casos y el peligro de banalizar la enfermedad, lo cierto es que la gripe es menos grave que otras infecciones respiratorias comunes en los niños, como el virus respiratorio sincitial o VRS.
La clave está en que la diana del VRS es el bronquio. "El virus provoca dificultad respiratoria por obstrucción bronquial y es una causa de ingreso frecuente en los primeros meses de vida: los pequeños pueden ahogarse", apunta Teresa Cenarro. La gripe, en cambio, se caracteriza por síndrome febril y el malestar general pero no hay obstrucción. "Cada virus tiene su diana donde atacar".
Es por eso también que la Covid entraña menos peligro —ojo, no se puede generalizar: los niños con pocos meses de vida, inmunosuprimidos o con ciertas patologías siempre son sujetos vulnerables— aún que la gripe, que "provoca fiebres más altas que el SARS-CoV-2".
Álvarez Aldeán señala, con todo, que muchas veces es "difícilmente distinguible" cuál de las enfermedades puede ser, "por lo que hay que tomar medidas preventivas tanto para una como para la otra".
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Con todo, uno de los grandes peligros de las infecciones respiratorias es común a estas y otras tantas: la transmisión a los adultos vulnerables a su alrededor, como los abuelos, especialmente en fechas de reuniones familiares como las que acabamos de pasar.
"Los niños tienen una carga viral muy fuerte y contagian a los adultos alrededor", apunta Cenarro. "Los abuelos son los principales cuidadores y son pacientes de riesgo", alerta. "Por eso es buena la vacuna: no evita el contagio elimina el malestar y reduce las posibilidades de transmisión".
Álvarez Aldeán anima a vacunarse a aquellos que no lo hayan hecho todavía. "Todavía queda temporada. Quien haya pasado ya la gripe A puede pasar también la de tipo B, tanto niños como adultos. De hecho, el año pasado se vivió una segunda oleada tras la primera".
También apunta que existe un decalaje de una o dos semanas entre el pico de la enfermedad en niños y el de adultos, por lo que en las próximas semanas hay que estar atentos a su evolución. "Pero cuesta entender que, habiendo en la actualidad una transmisión tan alta, pueda haber aún más casos".