España apenas acaba de pasar el ecuador de la temporada de infecciones respiratorias y ya hay una cosa clara: mientras la gripe ocupa titulares y satura centros de salud y urgencias hospitalarias, otro de los virus protagonistas de la época ha sido frenado casi en seco.
Se trata del virus respiratorio sincitial, principal causante de las bronquiolitis (infecciones respiratorias en niños y niñas menores de dos años). ¿La razón? Este año, por primera vez, todas las comunidades han inmunizado a recién nacidos y menores de seis meses con un fármaco, nirsevimab, que funciona como una vacuna: con tan solo un pinchazo protege a los pequeños frente al virus.
La alta inoculación del medicamento —cuyo nombre comercial es Beyfortus— entre la población diana contrasta con la pobre cobertura alcanzada por otra vacuna que también se ha dado por primera vez de forma generalizada a los niños: la de la gripe.
Esta ha sido la primera temporada en que todas las comunidades (Galicia, Murcia y Andalucía ya se adelantaron el año pasado) han ofrecido la inmunización contra el virus de la influenza a todos los niños y niñas de entre 6 y 59 meses, es decir, hasta que cumplen los cinco años.
No hay datos a nivel nacional, pues el Ministerio los ofrece al final de la temporada, con la llegada de la primavera, pero algunas comunidades han publicado la evolución de las campañas a lo largo de estos más de tres meses desde su inicio.
Por ejemplo, el 92% de los bebés andaluces nacidos desde el 1 de abril del año pasado han recibido su dosis de nirsevimab, mientras que solo al 41,2% de aquellos que debían ser inoculados con la vacuna de la gripe se les ha administrado.
En Galicia, hasta finales de año, habían sido protegidos frente al VRS el 100% de los bebés susceptibles de enfermedad grave, el 92,4% de los nacidos durante la campaña vacunal y el 85,6% de aquellos que tenían menos de seis meses en el momento de su inicio.
Por el contrario, las coberturas frente a la gripe son mucho menores: entre el 44,98% y el 58,87%, según el área sanitaria.
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Otra comunidad, Castilla y León: el 91,9% de los nacidos entre marzo y septiembre del año pasado ya está protegido frente a bronquiolitis, mientras que los vacunados durante la campaña oscilan entre el 86,7% y el 95,4%. Los datos para la gripe son, en cambio, del 52,6% en menores de dos años y del 34,6% en niños entre los dos y los cinco años.
Otro ejemplo más: en Murcia, el 90,36% de los nacidos desde el 25 de septiembre —fecha de inicio de la campaña de infecciones respiratorias estacionales— tienen ya nirsevimab, y el 88,25% de los nacidos antes y forman parte de la población diana.
En cambio, solo el 45,89% de los niños y niñas susceptibles de recibir la vacuna de la gripe la tienen ya en su cuerpo.
De UCIs llenas a "algún caso aislado"
Al no haber acabado la temporada, todavía no se posible cuantificar la eficacia de nirsevimab, pero ya se han ofrecido algunos datos preliminares. Cantabria ya afirmaba a finales de la pasada semana que los ingresos por bronquiolitis se han reducido un 80%.
Esta cifra es similar a la ofrecida por los ensayos clínicos. A finales de diciembre se publicó en la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine los resultados definitivos de un estudio en 8.058 niños de hasta 12 meses de edad a los que se dividió en aquellos que recibieron nirsevimab y los que no. La eficacia del fármaco frente a hospitalización causada por VRS fue del 83,2%.
Cristina Calvo, presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátria, lo tiene claro: el impacto de nirsevimab en la inmunización de los niños ha sido "enorme. Realmente, no se hospitalizan niños menores de seis meses que hayan recibido nirsevimab. Algún caso aislado puede haber pero en general son cuadros más leves".
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La pediatra recuerda que "el año pasado teníamos las plantas y las unidades de cuidados intensivos llenas de niños menores de seis meses con bronquiolitis por VRS y este año se cuentan con los dedos de la mano".
La eficacia de la vacuna de la gripe es menor, aunque igualmente importante. El informe de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones donde se recomendaba inocular con ella a la población infantil entre 6 y 59 meses estima que reduce en un 65% los casos de muerte en niños sanos, y un 51% en aquellos que tienen una enfermedad de base (y que ya recibían esta vacuna en temporadas anteriores).
Sin embargo, la cobertura vacunal alcanzada frente a la gripe en población infantil está muy por debajo de la lograda frente al VRS. Los expertos consultados por EL ESPAÑOL apuntan varias claves que explican esta diferencia y por qué la primera de ellas quizá nunca alcance los objetivos conseguidos por la segunda.
Padres concienciados, hijos vulnerables
"Tradicionalmente, ha sido problemático conseguir buenas coberturas con la vacuna de la gripe", explica Javier Álvarez Aldeán, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, "ya sea en niños, embarazadas, personas mayores o profesionales sanitarios".
El pediatra achaca parte de esa diferencia de coberturas a la baja percepción del riesgo de la gripe frente a las bronquiolitis, "ya que muchos padres han oído hablar de la gravedad que pueden conllevar en los niños más pequeños, mientras que para aquellos con niños entre 2 y 4 años la gripe puede no ser tan importante".
De hecho, la edad también marca una diferencia dentro de la propia vacuna de la gripe. Castilla y León ofrece de forma separada las coberturas en menores y mayores de 2 años, observándose una notable brecha: 52,6% de cobertura en el primer caso y 34,6% en el segundo.
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Álvarez también recuerda que las coberturas en lactantes "son altísimas, los padres tienen mayor sensibilidad con aquello que puede poner en riesgo a su hijo de pocos meses". Además, en el caso de los recién nacidos, se ofrece la 'vacuna' del VRS en la maternidad antes del alta.
El presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Jaime Pérez, apunta a otras cuestiones que facilitan una administración masiva de nirsevimab frente a la vacuna de la gripe.
"Los padres tienen citas para vacunar a sus hijos a los 2 y 4 meses [frente a la poliomielitis, la difteria o el neumococo, entre otras], por lo que es mucho más fácil 'pillarles' para inmunizar del VRS".
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Además, el número de niños a vacunar es menor, por lo que, si se quiere hacer una captación activa para vacunarlos (llamando por teléfono a los hogares), "la carga de trabajo para la vacuna de la gripe es entre ocho y nueve veces mayor que para la de la VRS".
Sin embargo, existen oportunidades para aumentar dichas coberturas. En Murcia, donde Pérez es subdirector general de Promoción de la Salud, Epidemiología y Prevención de la Enfermedad, se ha impulsado la vacunación escolar, por lo que, al contrario que en Castilla y León, las coberturas de la gripe son más altas en los niños mayores, es decir, los que van al colegio.
Así, entre los nacidos en 2019 y 2020 se alcanza el 58,51% y el 59,49%, respectivamente, mientras que en los de 2021 y 2022 es el 37,54% y 39,45%. Para facilitar las cosas, los mayores de dos años reciben la vacuna intranasal, que se inhala. Al tratarse de un virus atenuado y no inactivado como la que se administra por inyección, no se ofrece a los menores de 24 meses.
Coberturas en otros países
Pérez apunta que la vacunación escolar favorece también la inoculación en grupos sociales vulnerables, como los migrantes, que pueden tener más dificultades para, por ejemplo, faltar al trabajo para llevar a vacunar a su hijo. "Mientras que este año ha aumentado un 50% respecto al pasado en general, en niños de padres de origen marroquí lo ha hecho un 300%".
La Organización Mundial de la Salud emitió una recomendación para vacunar de la gripe a la población infantil hace ya una década. Gran parte de los países europeos ya vacunaban antes de que se hiciera en España y, aún así, "después de varios años vacunando a niños tienen coberturas de entre el 60% y el 65%, no más".
En España se estima —con datos de las siete temporadas anteriores a la irrupción del SARS-CoV-2— que la gripe en niños provoca 50.000 visitas anuales a atención primaria, 4.000 hospitalizaciones, 800 casos graves, 250 ingresos en UCI y 8 defunciones.
La neumonía asociada a la gripe es la causa más frecuente de gravedad y mortalidad en edad pediátrica, llegando a alcanzar una letalidad de hasta el 0,45% en los menores de 5 años.
Las bronquiolitis afectan al 10% de todos los menores de 1 año anualmente, y un 2% de ellas presentan la gravedad suficiente para requerir un ingreso hospitalario. De estas, una de cada diez acaba en UCI. En la mayoría de estos casos, se trata de niños sanos.