La tos ferina es una enfermedad respiratoria muy contagiosa causada por una bacteria llamada Bordetella pertussisEn 2023, provocó en España 1.942 infecciones, un 737% más que en 2022 (232). A pesar de las altas coberturas vacunales logradas entre los españoles (por encima del 95%), esta enfermedad sigue causando estragos. 

En lo que llevamos de 2024, la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad del Gobierno regional de Castilla-La Mancha ha confirmado un brote de tos ferina en Guadalajara que ha afectado a 124 personas; solo 6 de ellas son adultos.

Este brote ha saltado a la Comunidad de Madrid, con un niño contagiado en la localidad de Alcalá de Henares. El caso se ha acotado y se ha informado preventivamente la gente próxima a la familia (ámbito escolar incluido).

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Para prevenir los casos graves de tos ferina, en España se administra a partir de los dos meses la vacuna de la tos ferina en varias dosis: a los 2, 4, 6 y 18 meses, con una dosis de recuerdo a los 6 años. En 2015, se introdujo la vacunación en embarazadas, lo que permitió un mayor nivel de protección, sobre todo en el grupo más vulnerable, el de los menores de tres meses.

Pero la tos ferina no solo afecta a niños, también es una enfermedad que se da entre adolescentes y adultos, responsables involuntarios de su propagación, ya que sirven de reservorio de las bacterias.

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Causas

El causante habitual de la tos ferina es un bacilo (una bacteria) del género Bordetella, llamado Bordetella Pertusis, que tiene una apetencia especial por el aparato respiratorio.

Cómo se contagia

- La tos ferina se propaga cuando la persona infectada tose o estornuda en contacto cercano con los demás, quienes a su vez inhalan las bacterias.

- Es fundamental tener buenos hábitos de higiene para prevenir su propagación:

  • Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar.
  • Cubrirse al toser o estornudar con la parte superior del brazo o el codo, y no las manos, si no tiene un pañuelo desechable.
  • Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón durante, al menos, 20 segundos.
  • Usar un desinfectante de manos a base de alcohol si no se dispone de agua y jabón.

Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

Síntomas

- Suele comenzar como un resfriado común.

- Aparecen entre 5 y 10 días después de haber estado en contacto con las bacterias que causan la enfermedad (aunque pueden pasar hasta 3 semanas).

  • Primeros síntomas

    - Pueden durar de 1 a 2 semanas.

    - En sus primeras etapas, se puede confundir con un resfriado común.

    • Moqueo o congestión nasal
    • Fiebre baja (menos de 38 °C)
    • Tos leve (puede no suceder con los bebés)
    • Apnea hasta ponerse azul o morado (en el caso de bebes y niños pequeños puede llegar a ser mortal)
  • Síntomas posteriores

    - En los casos más leves, no presentan la inspiración intensa y ruidosa.



    - En los casos más graves, pueden presentar accesos de tos rápidos, violentos e incontrolables (paroxismos) que pueden durar entre 1 y 6 semanas.

    - Estos accesos pueden hacer que las personas:

    • Emitan un sonido agudo causado por una inspiración intensa y ruidosa
    • Vomiten durante o después de los accesos
    • Se sientan muy cansadas después del acceso, pero parezcan estar bien entre estos
    • Tengan dificultades para respirar

Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

Tratamiento

El tratamiento siempre debe ser instaurado por el médico o pediatra.

- Antibióticos: útiles, sobre todo si se administran de forma temprana, ya que pueden hacer que la infección sea menos grave.

- Hospitalización: sobre todo lactantes y niños pequeños o con complicaciones.

- Alimentación: si los vómitos son frecuentes, se recomiendan tomas pequeñas y numerosas. Puede ser necesario poner líquidos intravenosos.

- Sedación: necesaria en los casos más graves de paroxismos.

Fuente: Clínica Universidad de Navarra

Cómo se previene

- En bebés, niños, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos con la vacuna.

- A aquellos que conviven con una persona diagnosticada con tos ferina, el médico les pueden recomendar que tomen antibióticos preventivos.

- Importante mantener a bebés y personas de alto riesgo alejados de las personas infectadas.