Una nueva inmunoterapia contra el mieloma múltiple, desarrollada por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Hospital Universitario 12 de Octubre, ha demostrado una mayor eficacia en laboratorio que las técnicas que se emplean ahora de manera prevalente. Esta nueva terapia, basada en las llamadas células puñal -por STAb, su acrónimo en inglés-, podría llegar a la fase clínica en caso de superar los ensayos con pacientes en los próximos dos años.
El trabajo se publica en la revista Science Translational Medicine, y ha sido coordinado por Luis Álvarez -Vallina, jefe de la Unidad de Investigación Clínica en Inmunoterapia del Cáncer H12O-CNIO. El instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras; el Hospital Clínic de Barcelona; y las Universidades de Salamanca y Complutense de Madrid son el resto de instituciones que forman el grupo de investigación. El primer ensayo médico, adelantan, podría realizarse en colaboración con el Hospital Universitario 12 de Octubre.
El mieloma múltiple es el segundo cáncer hematológico más común en adultos tras los linfomas. "En los últimos años estos cánceres se están empezando a tratar con inmunoterapia de células CAR-T que han supuesto una mejora sustancial respecto a las herramientas terapéuticas que existían antes", explica Álvarez-Vallina. "Pero aunque los pacientes tienen supervivencias más prolongadas, una proporción importante de ellos recae, y son necesarios tratamientos específicos"
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El tratamiento con células CAR-T (siglas en inglés de 'terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos') consiste en modificar en el laboratorio los linfocitos T o 'glóbulos blancos' del paciente para que reconozcan y combatan las células tumorales. Sin embargo, la terapia con STAb-T supondría una evolución, al reconocer el mismo antígeno -BCMA- pero destruyendo las células cancerosas con mayor eficacia.
Además, en algunos pacientes con mieloma múltiple, el antígeno BCMA se encuentra en forma soluble cuando hay mucha carga tumoral. Esto impide la actividad de las células CAR-T, pero no afecta a las STAb-T según muestra la investigación. "Por último, también demostramos que las células STAb-T generan memoria inmunológica", asegura Álvarez-Vallina tras recrear la enfermedad en los animales modelo.
"Esto es muy importante -explica Álvarez -Vallina- porque sabemos que la persistencia de las células CAR-T en el organismo, es decir, la memoria inmunológica, se relaciona con la amplitud del efecto antitumoral y, por lo tanto, con un mejor control de la enfermedad. Que hayamos demostrado que en la inmunoterapia STAb-T también se generan células memoria probablemente está indicando que podríamos tener un control a largo plazo de la enfermedad en los pacientes tratados".
"La estrategia de las células STAb-T es novedosa y, en este modelo in vitro, parece tener ciertas ventajas en relación con los propios linfocitos CAR-T sobre líneas celulares tumorales de mieloma y en el modelo animal empleado, basadas en una mayor citotoxicidad y una reducción de los potenciales mecanismos de resistencia", explica Fermín Sánchez-Guijo Martín, jefe del Servicio de Hematología en el Hospital Universitario de Salamanca y catedrático de Medicina, en declaraciones a Science Media Centre.
Sin embargo, dado que las células STAb-T no se han empleado aún en pacientes, "no es posible aún valorar sus potenciales implicaciones en el tratamiento del mieloma ni cómo podría encajar en el panorama terapéutico actual", advierte el especialista. "Se necesitan, además, datos de toxicidad. En el momento actual, la terapia dirigida contra la diana BCMA está bien consolidada para el tratamiento de los pacientes con mieloma. Esta nueva opción requiere demostrar eficacia cuanto menos comparable a lo que ya existe y con un perfil de seguridad que sea óptimo para los pacientes".