Demasiado bueno para ser verdad. Radiólogos y oncólogos han salido en tromba para negar que se pueda detectar el cáncer de mama con un test de saliva. La noticia se ha popularizado en los últimos días y, ante la expectación creada, han tenido que salir al paso para recordar que no puede sustituir a la mamografía ni lo hará en mucho tiempo.
El pasado 13 de febrero salía publicado en una revista llamada Journal of Vacuum Science & Technology B, traducido como "revista de ciencia y tecnología del vacío". No se trata de una publicación en la que salgan los grandes avances médicos y, sin duda, poder detectar el cáncer de mama con una muestra de saliva lo sería.
El trabajo lo han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Florida (EEUU) y de la Universidad Nacional Yang Ming Chiao Tung (Taiwán). Se trata de un dispositivo que utiliza tiras reactivas de papel tratadas con anticuerpos que reaccionarían ante biomarcadores específicos del cáncer.
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Los autores señalan que con solo una gota de saliva se podrían proporcionar resultados precisos incluso si la concentración del biomarcador es ínfima. También afirman que el precio es muy barato: la placa del circuito que usa el dispositivo, que es reutilizable, costaría 5 dólares, mientras que las tiras reactivas valdrían unos centavos.
Además, se tendrían resultados en cinco segundos. De esta forma, los investigadores consideran que puede ser una buena alternativa de uso en países de bajos ingresos, donde el acceso a tecnologías de detección del cáncer más limitado.
Sin embargo, en un comunicado, la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) advierte que "no es cierto que este sistema sea más preciso que la mamografía ni que permita una detección temprana del cáncer de mama".
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Explica que se trata de un estudio experimental, con solo 21 pacientes, y que este tipo de biomarcadores son útiles para monitorizar una enfermedad establecida "cuando existe carga tumoral alta y es más probable que se pueda detectar un biomarcador de cáncer específico en fluidos".
"En ningún caso", advierten los radiólogos, "se puede plantear la detección de biomarcadores en fluidos en el escenario de cribado y prevención secundaria que requiere alta sensibilidad y especificidad para detectar el cáncer de mama en un estudio subclínico, antes de que aparezcan síntomas".
Por ello, apuntan desde la SERAM, la única herramienta de diagnóstico precoz del cáncer de mama en mujeres con riesgo poblacional es "la mamografía, avalada por múltiples ensayos clínicos que han demostrado que disminuye la mortalidad por cáncer de mama".
Tests de sangre y saliva para el cáncer
Desde hace unos años existe una carrera por simplificar la detección de tumores mediante métodos más baratos y menos invasivos que los actuales. Por lo general, hacen falta pruebas de imagen (como la mamografía) para detectar anomalías, seguida de una biopsia del tejido sospechoso, es decir, la extracción de tejido (mediante incisión, por lo general) para su posterior análisis.
Los avances en el estudio molecular de los tumores han permitido identificar algunas características propias de las células cancerígenas, como proteínas específicas que se pueden encontrar en la sangre.
De ahí que numerosos investigadores por todo el mundo estén probando cómo de fiable es detectar un cáncer con un análisis de sangre. Es lo que se conoce como biopsia líquida. La detección del cáncer en la saliva sigue el mismo camino. De esta forma, se lograría identificar el tumor con una prueba más barata y menos invasiva que las actuales.
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El problema es que todavía no se ha demostrado que estos análisis hayan alcanzado la suficiente precisión como para poder fiarnos de ellos. Es decir, que no se les escapen posibles positivos y que, además, no detecten por error cáncer en personas que no lo tienen.
La utilidad de estos tests también viene del estadio en que puedan detectar un tumor. Esto es, si son capaces de 'adivinar' el cáncer cuando está en sus estadios iniciales, sin síntomas (o muy ligeros) ni otras manifestaciones.
"Médicamente, el artículo no es que tenga mucha validez", explica Myriam Montes, radióloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. "Es experimental, en 21 pacientes y solamente 4 de ellas sanas".
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"Los marcadores tumorales, cuando se detectan en sangre, solo lo hacen en un porcentaje de las mujeres que tienen metástasis, con una carga tumoral alta. No sirven para el diagnóstico precoz del cáncer de mama sino que sirven al oncólogo, a veces, para monitorizar de forma orientativa la enfermedad".
Montes recalca que, al ser un pequeño estudio, "no puedes hablar de sensibilidad ni especificidad. Si en algún momento se demuestra que funciona en un ensayo clínico con miles de pacientes, puede ser una buena noticia".
Y aún así, indica, "no serviría para hacer diagnóstico precoz, es decir, en un estadio subclínico, con muy baja carga tumoral porque el cáncer ni siquiera ha salido de la mama en muchas ocasiones".
En ningún caso, concluye, un test de este tipo podrá sustituir las actuales pruebas de cribado. "La mamografía no solo detecta el tumor sino que, a la vez, da una información muy precisa sobre su morfología, tamaño y localización, aspectos fundamentales para planificar el tratamiento médico y quirúrgico".