"Da igual la edad. Llega a todo el mundo". Con estas palabras, el director de Proyecto Hombre, Manuel Muiños, desmitifica que el consumo de cannabis se asocie a un grupo concreto en España. De hecho, según la última encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad, se ha convertido en la droga ilegal con mayor prevalencia de consumo en la población de 15 a 64 años.
El cannabis sólo es superado por el alcohol y el tabaco. "Tenemos un problema serio en este país y la sensación es que aquí no pasa nada", advierte Muiños. Lamenta que la banalización de esta sustancia ha llegado hasta tal punto que casi se señala con el dedo al que no consume: "Fumar tabaco era extraño antes, hoy fumar marihuana en los cambios de clase está normalizado".
Pese a su normalización en la población, los datos revelan que en 2022 el consumo de cannabis fue mayor en hombres que en mujeres: el 14,4% de los varones consumieron en los últimos 12 meses, frente al 6,8%. Por grupo de edad, la mayor prevalencia se sitúa en el grupo de 15 a 24 años, con un 22,6%.
El consumo de cannabis también se ha adelantado como nunca antes. Según la Monografía del consumo de cannabis 2022, que también elabora Sanidad, la edad media de inicio son los 14,9 años, la cifra más baja de todas las sustancias ilegales. "Está claro que a quienes manejan el mundo de las adicciones les interesa ampliar el mercado. Cuanto antes empecemos el consumo, antes enganchamos a las personas", apunta Muiños.
Destrozados a los 20
El cannabis es la tercera sustancia que genera mayor porcentaje de ingreso en Proyecto Hombre, con un 6,5%. A una diferencia considerable se encuentran la cocaína (38,3%) y el consumo problemático de alcohol (37,4%).
A Muiños le resulta imposible resaltar una historia por encima de todas: "Recuerdo muchas, pero te toca más el corazón la gente que ha empezado a consumir desde edades muy tempranas y que con 20 años están totalmente destrozados".
A esa edad, lo más probable es que el consumo haya comenzado un lustro antes. "Te duele por su familia, por su entorno. No deja de ser un chaval con la cabeza hecha puré de patatas y a la que vas a tener que acompañar durante toda su vida".
En los jóvenes, piensa en el recorrido de vida por delante que se pueden perder. Pero en el caso de los adultos, donde el cannabis también es una droga de referencia, considera que existe otro problema: "¿Donde los sitúas, en una residencia de ancianos al uso?", se pregunta.
Porros de marihuana
"No todo el mundo que ha fumado cannabis termina consumiendo otras sustancias", indica Muiños. Por el contrario, quienes toman otras drogas sí que han empezado a consumir cannabis.
Según la citada monografía sobre cannabis, el 89,4% de las personas que consumieron cannabis alguna vez en la vida también reconoció haber consumido nuevas sustancias psicoactivas (keta, spice o ayahuasca, entre otras).
En cuanto a la forma en la que se consumió, este documento revela que casi la mitad fumaron marihuana. Un 30,8% consumió tanto marihuana como hachís, mientras que el 20,6% ha consumido principalmente hachís.
Independientemente del sexo y de la edad, la gran mayoría se decanta por el porro. Con un 97,9%, es la forma con mayor prevalencia de consumo, seguida por las pipas de agua (4,4%).
El sinsentido de legalizarlo
A raíz del asesinato de los dos guardias civiles en Barbate, el alcade de La Línea, Juan Franco, dejaba caer la posibilidad de que para acabar con el narcotráfico la solución fuera legalizar el hachís.
Para Muiños, el problema va más allá de la legalización; al menos, en lo que se refiere a acabar con el consumo de esta sustancia: "El alcohol está legalizado y es la mayor droga que se consume". Entiende que la solución pasa antes por la formación, a fin de evitar la baja percepción de riesgo que existe.
"Sabemos el daño que produce el consumo crónico de cannabis". Quien habla en esta ocasión es el doctor Pedro Hidalgo, coordinador del Observatorio de la Prescripción del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM). En abril de 2022, Hidalgo rechazó ante el Congreso de los Diputados el uso del cannabis con uso recreativo.
Valora positivamente que el Ministerio de Sanidad haya iniciado esta semana los trámites para regular el uso medicinal de esta sustancia: "Este anuncio no significa que cualquier vaya a poder adquirirlo en una farmacia", aclara durante su entrevista con este periódico.
Hidalgo no cree que en caso de probarse su beneficio clínico vaya a afectar al consumo lúdico. "Puede facilitar todavía más la normalización y el consumo si no tenemos una educación suficiente como para saber distinguir lo terapéutico de lo recreativo", discrepa Muiños.
Problemas de salud mental
Ambos expertos coinciden en advertir sobre los peligros que tiene el consumo descontrolado de esta sustancia. "En primer lugar, induce a la adicción. También inutiliza los bronquios produciendo el mismo efecto que el tabaco", enumera Hidalgo, "disminuye la atención y aumenta la comorbilidad de patologías psiquiátricas".
En este sentido, un estudio publicado en la revista Psychological Medicine demostró que el consumo de cannabis incrementa el riesgo de desarrollar esquizofrenia. De hecho, los autores afirmaron que hasta un 30% de los hombres con este trastorno podrían hbaerse evitado por el consumo de cannabis.
Como señalaba la psiquiatra del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, Rosa Molina, en este artículo de EL ESPAÑOL, no hay ningún psiquiatra en el mundo que no haya visto un brote psicótico por cannabis a lo largo de su vida: "Si no se consumiera cannabis, tendría diez pacientes menos al mes".
"Se nos viene encima un problema muy serio de adicciones y salud mental", sentencia Muiños. Uno de los culpables —si no se actúa a tiempo— será el cannabis,que ha calado en nuestra sociedad como una droga blanda.