Doctor Casis, el médico de 71 años al que sus excompañeros de hospital han salvado de la muerte
Para el trasplante pulmonar que se le ha realizado en el Hospital Vall d'Hebron se ha utilizado una cirugía robótica única en el mundo.
22 febrero, 2024 02:16En España se realizaron un total de 479 trasplantes pulmonares el pasado año. Dos de ellos fueron completamente robóticos, con una técnica única en el mundo. Ambos se llevaron a cabo en el Hospital Vall d'Hebron. Y aunque seguramente el primero vaya a ser más recordado que el segundo, este último guarda una particularidad que va más allá del hito médico que supuso: el paciente era un antiguo compañero.
El doctor Ernesto Casis había hecho casi toda su carrera profesional en Donosti, por lo que una llamada a sus 60 años para un traslado de comunidad igual llegaba un poco tarde. Aunque no fue así: "La vida tiene una serie de estaciones por las que hay que transitar", dice. Junto con su mujer, se marchó a Barcelona en 2013 con el objetivo de fusionar los laboratorios con los que cuenta el Vall d'Hebron; sin saber, claro está, lo que le uniría a este centro una década más tarde.
Apenas cuatro años después de su llegada a la ciudad condal le detectaron una fibrosis pulmonar. Ya para entonces le tuvieron que tratar sus propios compañeros. "La verdad es que los médicos solemos ser malos pacientes", bromea mientras habla con EL ESPAÑOL. Tener que estar conectado a una máquina de oxígeno no le impidió seguir trabajando como director de los laboratorios clínicos del hospital catalán. "No hacía una vida exactamente normal, pero estaba bastante bien", recuerda.
El empeoramiento surgió en diciembre de 2022, cuando dio positivo en Covid. El virus agravó su estado de salud hasta tal punto que era incapaz de subir las escaleras en su propia casa y andar 100 metros —incluso con oxígeno— le suponía un suplicio. La única alternativa posible entonces era el trasplante pulmonar. Pero este procedimiento quirúrgico no suele realizarse en mayores de 65 años (como era el caso de Casis). No por la edad en sí, sino por la comorbilidad que suele asociarse a ella.
El médico vasco no cumplía afortunadamente con este impedimento. Además, era uno de los más longevos en la lista de espera. Ambos motivos fueron suficientes para que desde el Vall d'Hebron le plantearan la opción de realizar el trasplante pulmonar con una cirugía robótica que sólo se había utilizado con un paciente antes. "La decisión no era muy difícil. Si no hubiera optado por el trasplante, no estaríamos hablando ahora", afirma.
"Pensaron que estábamos locos"
"El trasplante de pulmón es una de las cirugías más complicadas de las que se hacen en el tórax". Quien habla en esta ocasión es el doctor Alberto Jáuregui, jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar de Vall d'Hebron. Su equipo utilizó la cirugía robótica en 2018 con un joven que tenía un tumor en el pulmón. Fue entonces cuando pensaron que tal vez se podría usar también para los trasplantes pulmonares.
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Jáuregui recuerda estos cinco años como "un tiempo de problemas". Y es que normalmente se suele aprender del camino recorrido. Pero en este caso debían comenzar de cero. Tanto es así, que tuvieron que acudir a una empresa con sede en Minnesota (Estados Unidos) para que crearan unos instrumentos específicos con los que poder hacer el trasplante robótico: "Cuando le planteamos nuestra idea, se pensaron que estábamos locos. Aunque luego se subieron al carro y vinieron incluso a Barcelona".
Es evidente que su objetivo era dar con una cirugía que no fuera tan agresiva para el paciente como la tradicional: "Estamos hablando de abrir el pecho de los pacientes de lado a lado para cambiar los pulmones". Aunque ser pionero en algo también debe tener su aquel.
Por ello en cuanto el centro médico Cedars-Sinaí de Los Ángeles (EE.UU.) publicó en enero de 2022 que habían realizado un trasplante robótico de pulmón pensaron que se les habían adelantado. Pero no fue así. Al ponerse en contacto con ellos, descubrieron que en realidad no habían utilizado la cirugía robótica en todo el proceso, como hicieran ellos por primera vez en abril del pasado año.
Con esta innovadora técnica, el corte tan grande que se suele hacer se sustituye por unos pequeños orificios en los que se introducen unos brazos robóticos. "Y en vez de sacar el pulmón enfermo por el tórax, se hace por la parte de arriba de la barriga. El órgano nuevo también se introduce por ahí", señala indica Jáuregui.
El hito ha suscitado el interés de varios países. Han tenido visitas de Alemania, Italia, Estados Unidos y China. No obstante, desde el Vall d'Hebron prefieren mostrar cautela ante el éxito conseguido: "Es una técnica literalmente nueva, por lo que todavía no podemos asegurar al 100% que es mucho menos dolorosa que la tradicional".
Para el propio médico también presenta beneficios. "Puede parecer extraño pero de esta forma tenemos una mejor visibilidad", explica Jáuregui a este periódico, "con un zoom que es como si estuviéramos dentro del paciente. Y también eliminas el temblor que tenemos los humanos". Operan más 'cómodo', sí. Pero de nada serviría si al paciente no le supone mejoría alguna.
Un postoperatorio durísimo
En el caso de Casis, la mejoría ha sido más que evidente. Ya no necesita ninguna máquina de oxígeno y da unos 5.000 pasos diarios. "No es un ejercicio tremendo, no tengo 30 años. Pero es que cuando llegué del hospital me tenía que subir mi hijo por las escaleras", relata.
Así es, esta cirugía robótica parece menos invasiva que la tradicional. Pero esto no quita que el postoperatorio haya sido durísimo, tal y como ha podido comprobar este paciente: "Entré en la operación con 67 kilos y salí con poco más de 40".
"Ya me han quitado mucha, pero la medicación con la que uno sale del hospital no cabe en un folio", bromea Casis, aunque no deja de tener razón. Y es que a los fármacos del trasplante se les sumaron los que debía tomar por los efectos secundarios de los primeros.
"Ha sido horrible. Piensas que no va a volver a ser el que era porque se quedan en la absoluta miseria", lamenta Dora, su mujer y enfermera de profesión. Tanto ella como su hijo se han encargado de que a Ernesto no le faltara de nada. Además, han tenido que seguir exigentes normas de higiene, "limpiando todo con agua y lejía".
De crucero por Panamá
Una vez superado el trance del postoperatorio, habrá quien crea que el futuro de este matrimonio pasa por llevar una vida lo menos ajetreada posible. Pero nada más lejos de la realidad: "Para empezar el vacacioneo, tenemos previsto ya ir Galicia porque mi mujer es de allí y le tira mucho". También tienen intención de ir a Asturias y al País Vasco.
"La afición por viajar no se nos quitó nunca", reconoce Ernesto, que se confiesa motero: "Llegamos a recorrer toda Europa en moto". De hecho, unos años después de que le detectaran la fibrosis pulmonar estuvieron en Nueva York. "Con el oxígeno y todo", presume. Como buen amante de los viajes, le apasionan los cruceros porque "puedes ver bastantes sitios en poco tiempo y de una manera muy cómoda".
Prevé que los médicos no le dejaran programarlo a muy corto plazo. Pero sueña con poder hacer un crucero por el canal de Panamá: "Es una expectativa que tengo y que espero cumplir". Por su parte, el doctor Jáuregui no descarta que en 2024 utilicen la cirugía robótica con hasta 10 pacientes: "Y el año que viene, 20. Y así, sucesivamente". Distintos objetivos, pero con idéntica firmeza.