Golpe al omeprazol: vinculan su consumo habitual con un 24% más de riesgo de muerte

Es cierto que su uso sirve para reducir la producción de ácido en el estómago, pero no es que forme una capa que proteja al propio órgano. Además de su mal uso, recientes estudios han demostrado los posibles efectos secundarios que tiene el abuso de omeprazol. El último efecto adverso vinculado al consumo de este medicamento fue un mayor riesgo de padecer demencia.

Ahora, un nuevo trabajo también ha advertido que el consumo habitual de este medicamento puede incrementar el riesgo de mortalidad y de sufrir un ictus o un infarto. Esta ha sido la principal conclusión de un grupo de investigadores, liderados por Andreana Foresta, del Instituto Mario Negri de Investigaciones Farmacológicas, tras haber evaluado el uso de este medicamento en un grupo de 280.000 adultos, pertenecientes a la región de Lombardía (Italia), con diabetes y mayores de 65 años.

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Los resultados del estudio, publicado en la revista Drugs and Aging, muestran que el uso habitual de omeprazol se vincula con hasta un 24% más de riesgo de muerte, un 36% más de riesgo de infarto de miocardio, y un 14% más de riesgo de ictus, durante una media de seis años. "Aunque pueda parecer muy elevado, en realidad el aumento de riesgo es muy ligero dada la población estudiada y el número de personas que han participado", afirma el doctor Ignacio Sánchez, responsable de la Unidad de Cardiología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, a EL ESPAÑOL.

Pruebas de baja calidad

No es la primera vez que un grupo de investigadores establece una conexión entre el exceso de uso del omeprazol con problemas del corazón. Otro estudio publicado a finales del año 2022 demostró que el uso regular de los llamados inhibidores de la bomba de protones aumentó en un 27% la incidencia de episodios cardiovasculares, después de analizar durante unos 11 años a 19.000 personas con diabetes de tipo 2.

Los resultados también mostraron que el consumo de los PPI incrementaba en un 34% el riesgo de un infarto de miocardio. Como apunta Sánchez, el uso de omeprazol aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares en población ya enferma del sistema cardiovascular: "Es por ello que se administra clopidogrel, y no omeprazol, que interfiere mucho menos".

Tampoco se trata del primer estudio que relaciona el uso a largo plazo de los PPI con un mayor riesgo de mortalidad general. Una investigación llevada a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos)y publicada en la revista BMJ Open en 2017, demostró que los pacientes que toman estos fármacos durante uno o dos años, tienen un riesgo hasta un 50% mayor de morir en los próximos cinco años.

El grupo de fármacos de los PPI —entre los que se incluye el esomeprazol y el lansoprazol, además del omeprazol— se encuentran entre los más prescritos en todo el mundo. Es por este motivo que se convirtió en objeto de interés para diversos estudios, pese a que había supuesto una revolución en el tratamiento de la esofagitis por reflujo, el tratamiento sintomático del ardor y la regurgitación ácida en la enfermedad del reflujo gastroesofágico.

Algunos de estos estudios han asociado el abuso de los PPI con varios efectos adversos: aumento del riesgo de fracturas, infecciones intestinales y enfermedad renal, entre otros. También se ha analizado si el uso crónico de estos fármacos conducía a la aparición de cáncer de estómago.

No obstante, si algo tienen en común la mayoría de los trabajos es que son estudios observacionales. "Por el tipo de estudio, no es posible generar hipótesis de causalidad. De hecho, en ningún caso el conocimiento viene de estudios aleatorizados y prospectivos, que son los de mayor rigor científico", señala Sánchez.

Los propios autores del citado estudio advierten que hacen falta más pruebas para descubrir las posibles consecuencias que tiene el uso prolongado del omeprazol: "Nuestros hallazgos sugieren que los daños de estos fármacos superan los beneficios, pero reconocemos las limitaciones conocidas de este estudio observacional", afirma Foresta.

Recetado por un médico

Como alertó el jefe de Neurología del Hospital 12 de Octubre y portavoz de la Sociedad Española de Neurología, David Pérez, en este artículo de EL ESPAÑOL, este tipo de estudios hay que cogerlos con alfileres: "Siempre hay que evitar el mal uso y el autoconsumo de medicamentos, independientemente de estudios como éste [en referencia a un trabajo que relacionó el omeprazol con el riesgo de demencia]".

Por su parte, Sánchez conviene también en que este tipo de estudios sí nos deben hacer reflexionar sobre el uso indiscriminado de numerosos fármacos tanto por médicos como por pacientes: "En especial, en aquellos con patologías previas y sobre todo con aquellas tan graves como la enfermedad aterosclerótica", incide.

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En España, el omeprazol no necesita receta para el tratamiento de reflujo gastroesofágico, siempre que sea una toma puntual y por un periodo corto de tiempo. "Es de venta libre en su formato más pequeño precisamente para evitar un uso a largo plazo y que pueda derivar en problemas a largo plazo", explica Sánchez. En el resto de indicaciones deberían ir acompañadas de receta médica.

El omeprazol también se prescribe en el tratamiento de la úlcera duodenal provocada por Helicobacter pylori (H. pylori), en combinación con antibióticos. Este uso fue el que hizo saltar las alarmas hace unos años, después de que un estudio comprobara que aquellos pacientes que habían superado el H. pylori y tomaban Omeprazol a diario tenían cuatro veces más riesgo de sufrir cáncer de estómago que los que lo tomaban semanalmente.

Pese a los posibles riesgos que han sugerido diversos estudios observacionales, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) considera que el omeprazol es un fármaco seguro. Aunque incide en que debe ser recetado por un médico; e incluso cuando se trata de un tratamiento de larga duración, el profesional sanitario tiene que supervisarlo.