En 2014 se incorporó a la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud el programa de cribado de cáncer colorrectal. Las comunidades autónomas tendrían cinco años para comenzar su implantación, y otros cinco para alcanzar una cobertura del 100%. Llegada la fecha límite, no hay duda de que el objetivo no se ha cumplido: en la población diana (de 50 a 69 años), por ejemplo, se estima que la tasa de participación en estos programas es del 35%.

"Es llamativo que hay una falta de percepción del riesgo del tumor más diagnosticado en España", advierte la doctora Pilar Esteban, responsable del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), a EL ESPAÑOL. Como apunta esta experta, los casos de cáncer que se diagnosticarán con más frecuencia en 2024 serán los de colon y recto, con 44.294 casos nuevos, según las cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Pese a que la incidencia ha crecido a "un ritmo alarmante" en muchos países, en España la tasa es superior a la mundial: 33,8 casos por 100.000 habitantes, frente a 18,3 por 100.000 a nivel mundial. Con respecto a la mortalidad, fue el segundo tumor más letal en 2022, con 11.142 fallecimientos en nuestro país.

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El jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, Enrique Aranda, ha estimado que si todas las personas mayores de 50 años participaran en el programa de cribado, se salvarían 3.600 vidas al año. Y es que el cáncer de colon se cura en el 90% de los casos, cuando se detecta en estadios iniciales. Entonces, ¿por qué la participación en España no ha alcanzado el 100%, como se esperaba para este 2024?

Programa difícil de implantar

Los expertos consultados por este periódico entienden que es una cuestión multifactorial. "Es un programa difícil de implementar", asegura Toni Gabaldón, investigador de diagnóstico temprano en cáncer colorrectal en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona. "Y aunque no se ha llegado al objetivo, en otros países, como Portugal, la tasa de participación es menor".

Por su parte, Esteban considera que la promoción del programa de prevención es menor, en comparación con otros tumores: "El cáncer de mama, por ejemplo, tiene una campaña publicitaria bastante más extensa". A esta especialista le extraña que suceda esto, pues "el cáncer colorrectal ha demostrado un mejor pronóstico de la enfermedad, por encima del programa de prevención de cáncer de mama".

Entiende, eso sí, que las pruebas que se realizan en uno y otro cribado no se pueden comparar. En el caso del cáncer colorrectal, quienes dan positivo en la primera prueba (un test de sangre oculta en heces), deben realizarse una colonoscopia, un procedimiento invasivo que genera reticencia por parte de los pacientes.

Este rechazo es mayor en el género masculino. Como explica este artículo de EL ESPAÑOL, el miedo de los hombres a las colonoscopias lastra la detección de nuevos casos. "La sensación es que las mujeres están más concienciadas con la prevención y participan más en los programas de detección del cáncer", indica Esteban.

Una eficiencia mejorable

Además, tal y como señala Aranda, alrededor del 95% de los que se realizan una colonoscopia no suelen desarrollar la enfermedad. "El cribado actual no es muy eficiente porque muchas de las personas que dan positivo en el primer test dan negativo en el segundo", añade Gabaldón.

Este investigador forma parte de un proyecto con el que se pretende acabar con las colonoscopias innecesarias. "Hemos comprobado que con la información bacteriana de los test de sangre oculta en heces se mejora sustancialmente la capacidad de predecir quién dará un resultado positivo o negativo", explica Gabaldón.

Prevén que se podrían llegar a ahorrar hasta un 30% de las colonoscopias que se realizan. A su juicio, el riesgo de ser un falso positivo puede ser otro de los motivos por los que no se ha alcanzado la participación deseada. La doctora Esteban también echa en falta cierta corresponsabilidad por parte del paciente. Y es que otra de las posibles causas para explicar la baja adherencia es que no citan al paciente directamente sino que le envían una carta de invitación.

Según el Director General de Salud Pública, Pedro Gullón, el promedio nacional actual de invitación para realizar la prueba es del 84%. Pese a ello, sólo un 35% de la población diana se hace el test de sangre oculta en heces. Desde el Ministerio de Sanidad han rebajado las expectativas de hace 10 años, y el objetivo a corto plazo que se ha establecido es llegar al 65% de participación.

Diferencias entre comunidades

Para Esteban, el verdadero desafío del cribado de cáncer de colon se halla en las diferencias entre las comunidades. Los últimos datos, fechados en 2019, muestran una gran variabilidad. Así, mientras regiones como País Vasco, Navarra o Galicia superan el 80% de cobertura, hay otras como Andalucía o Murcia que apenas superan el 20%.

En este caso, tampoco hay un único motivo que explique por qué existen estas desigualdades. "Se ha visto que en las comunidades con mayores niveles de pobreza la tasa de participación es más baja", señala Esteban. "Objetivamente, hay diferencias en la accesibilidad a los centros de salud, y esto tiene un impacto negativo".

También encuentra una estrecha relación con el nivel educativo y la concienciación en salud de la población: "Todavía quedan pacientes que acuden al médico cuando se encuentran mal, hasta que no aparece la patología. Y es porque no comprenden que, para prevenir, deben acudir al centro justo antes de enfermar".

Advierte, además, de que en las zonas donde el programa de prevención de cáncer colorrectal lleva mucho tiempo instaurado la tasa de participación de la población general es baja: "Hay comunidades que no alcanzan el 40%, pese a que llevan años con el programa de prevención ampliamente extendido en toda su franja de edad. Por tanto, no sólo se explica por el despliegue que se realiza, sino por la concienciación de la población".

Ampliar hasta los 74

Está previsto que la Comisión de Salud Pública apruebe la ampliación de los programas de cribado en España para el cáncer colorrectal hasta los 74 años; una medida que también cuenta con el visto bueno de los oncólogos. Tanto Esteban como Gabaldón coinciden en que la incidencia es mayor en pacientes por encima de los 70, pero alertan del aumento de casos en adultos jóvenes: "Tras ampliar hasta los 74 años, deberíamos extenderlo también hasta los 45 años".

Como puntualiza Esteban, el incremento se percibe especialmente en países occidentales. El cambio en el estilo de vida en estas regiones (traducido en un mayor consumo de grasas saturadas, carne roja y alimentos procesados) se encuentra tras esta "epidemia de cáncer". 

Por ello, no considera que no haber alcanzado el objetivo previsto para 2024. "No vamos a conseguir el 100% a corto plazo. Pero soy optimista. Esto es una carrera de fondo y vamos en la línea", concluye.