Una granja de vacas.

Una granja de vacas. iStock

La gripe aviar da un nuevo salto que alerta a los científicos: cuál es el riesgo para los humanos

Un operario de granja en Texas fue infectado con gripe aviar a través de una vaca lechera y esto cambia la perspectiva sobre el virus H5N1.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que el hombre que se contagió en Estados Unidos hace unas semanas de gripe aviar recibió el virus de una vaca lechera en la granja donde trabaja. Esto ha puesto en alerta a los científicos, pero ¿por qué? El virus H5N1 ha generado desde el año 2020 una pandemia entre las aves, que ha liquidado a millones en todo el mundo salvo en Australia. Como este virus tiene la capacidad de mutar y contagiar de esta manera a otras especies, el salto del virus de una vaca a un humano podría sugerir que el H5N1 se está adaptando a los mamíferos.

No es la primera vez que un mamífero se contagia en los últimos años: el virus ha sido encontrado en leones marinos, en gatos domésticos e, incluso, en humanos, entre otras especies. Sin embargo, esta sí que es la primera vez que se tiene constancia de que el virus ha pasado de una especie de mamífero a otra, de una vaca a un humano. La vía de transmisión habitual del virus hasta ahora a los mamíferos se había producido al entrar en contacto con una de estas aves contagiadas o con sus cadáveres.

En cualquier caso, mientras que los síntomas más habituales, y también los más letales, de esta gripe aviar son respiratorios, el trabajador de Texas ha sido afectado únicamente con una inflamación ocular. Es decir, una conjuntivitis. "Este contagio de un humano a través de una vaca es una noticia muy mala, pero, en principio, no nos habla de una adaptación del virus", explica Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca. "El riesgo sigue siendo moderado para los humanos. Más alto para quienes trabajan en granjas".

Vía de transmisión

De todas formas, el experto afirma que existen vacunas candidatas para este H5N1 que funcionan bien y que pueden administrarse a estos operarios de las granjas. El siguiente punto, según Rivas, es determinar si las vacas también se están contagiando entre ellas y, sobre todo, cómo. "Todo apunta a que sí se han contagiado el virus entre ellas y es preocupante, pero es posible que la vía no haya sido aérea", destaca el experto. También es posible que las vacas se hayan contagiado por contacto con superficies contaminadas.

"Se ha observado que la carga viral en la leche de estos mamíferos es muy alta. Puede ser que el contagio de una vaca a otra se haya producido al utilizar los mismos ordeñadores y que el virus haya pasado de una a otra con estos", advierte Rivas. "Esto sería una muy buena noticia". En este sentido, las vacas tampoco han manifestado los típicos y mortíferos síntomas respiratorios, sino que, en su caso, fueron gastrointestinales: mostraron una importante reducción en la producción de leche, pérdida de apetito y, en algunos casos, fiebre. 

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Estas vacas contagiadas no murieron, ni tampoco el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) ha pedido a los ganaderos que las sacrifiquen. "El coste económico de perder este ganado es, sin duda, mucho mayor que el de sacrificar pollos infectados, como ya ha pasado estos últimos años. Estas granjas son muy grandes, hay muchas vacas y los humanos tienen más contacto con ellas. Podría haber más probabilidad de adaptación, pero habría sido mucho peor si esto hubiera sucedido en una granja de cerdos", explica Rivas.

No pasar a mayores

La adaptación de un virus después de contagiar ejemplares de cerdos es algo que ya ha sucedido: es lo que sucedió en el año 2009 cuando se declaró la pandemia de gripe A o porcina, que produjo un virus similar, el H1N1. Los cerdos "son cocteleras víricas. Si dos o tres virus infectan a la vez una misma célula porcina, existe el riesgo de que por un proceso típico de los virus de la gripe, llamado redistribución genética, los virus intercambien segmentos de genoma", afirma en este artículo de EL ESPAÑOL Elisa Pérez-Ramírez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En el caso de la gripe porcina se produjo una redistribución genética triple con genes aviares, porcinos y humanos y, de esa manera, el virus se adaptó y contagió a nuestra especie. Por el momento, esto todavía no ha sucedido con el H5N1 y parece ser que, de momento, el clado del virus que está circulando —el 2.3.4.4.b— no se multiplica bien en nuestras vías respiratorias. Es decir, que el hecho de que el operario de Texas sólo haya desarrollado conjuntivitis es, dentro de lo que cabe, una buena noticia.

El riesgo para el ser humano sigue siendo bajo, pero el catedrático recuerda que el H5N1 y los influenzavirus en general son claros candidatos para generar una pandemia en el futuro. ¿Podría ser una pandemia con las dimensiones de la que tuvo el coronavirus? "Vete tú a saber. Los microorganismos no dejan de sorprendernos y hemos avisado durante años de este H5N1. Hay que concienciar a la población de que si encuentra aves muertas o enfermas, no las manipulen", alerta. 

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El operario de la granja que ha dado positivo en H5N1 y que ha manifestado una conjuntivitis se está recuperando y ha sido tratado con oseltamivir, un medicamento antiviral que se contempla para este tipo de infecciones. El H5N1 ha causado una baja tasa de mortalidad en los últimos años, pero, tal y como recuerdan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) una de sus variantes contagió en el año 1997 a más de 860 humanos y alcanzó una tasa de mortalidad del 50%.