En España hay 14.472.321 mujeres que han superado los 40 años. A esta edad pueden aparecer los primeros síntomas relacionados con la menopausia. Los más característicos suelen ser los vasomotores, popularmente conocidos como sofocos. Una de las opciones que se plantea para paliarlos es la terapia hormonal.

Aunque alrededor de este tratamiento existe un eterno debate acerca de su uso, lo cierto es que está contraindicado en varios casos, como haber sufrido un cáncer hormonodependiente, una trombosis o un infarto. Ahora, un nuevo fármaco acaba de llegar a España con la esperanza de convertirse en la para las mujeres que se encuentran en este tipo de situaciones.

"En los ensayos clínicos no sólo se ha demostrado que es eficaz, sino también que es muy rápido", asegura el doctor Pluvio Coronado, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEMM), a EL ESPAÑOL. Coronado considera que esta aprobación es una muestra más de cómo tanto la sociedad como las mujeres han tomado una mayor conciencia acerca de la menopausia. "El tabú no se ha eliminado del todo, pero estamos en el camino", apunta.

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La importancia de este medicamento reside en que presenta mayores beneficios que las alternativas con las que se contaba hasta el momento. "Para las mujeres con riesgo de enfermedad tromboembólica o con antecedentes de tumores con dependencia hormonal, por ejemplo, se utilizaban tratamientos naturales, que era menos eficaces", explica la doctora Laura Baquedano, jefa de servicio de Ginecología en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

"Hasta ahora, fuera del tratamiento hormonal en síntomas vasomotores los resultados no era del todo los esperables, sobre todo si los sofocos eran intensos", añade la doctora María Luisa Gómez, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Universitario Vithas Aravaca.

La eficacia de fezolinetant (el principio activo del fármaco que se comercializa bajo el nombre de Veoza) ha sido comprobada tras tres ensayos clínicos en el que han participado 3.000 mujeres. Los resultados demostraron que el fármaco reducía los sofocos y los sudores de moderados a graves desde la primera semana de administración.

Sin financiación pública

En nuestro país, el precio de venta al público de Veoza es de 74,31 euros (el envase de 28 comprimidos). Además de que se requiere receta médica, por el momento no está financiado por el Sistema Nacional de Salud. "No está cubierto porque no ha dado tiempo. Aunque, desde luego, sale con un precio de venta que no es barato", opina Baquedano.

La antiguo miembro de la junta directiva de la AEMM entiende que su coste no supone una barrera para que las mujeres que así lo deseen accedan a él: "Las mujeres que se encuentren muy mal lo van a pagar si no tienen ningún inconveniente económico".

Coronado, por su parte, piensa que los más de 70 euros que cuesta puede "crear inequidad; es decir, la mujer con sofocos y con dinero va a poder quitárselos. Pero aquella que no pueda permitírselo tendrá que recurrir a tratamientos no hormonales menos eficaces".

Ambos coinciden en que lo ideal sería que en un futuro cercano estuviera financiado por la sanidad pública, como sucede en la actualidad con otros tratamientos con los que paliar los sofocos. En el caso de las mujeres que tienen contraindicados los hormonales, una de las opciones que se les ofrece por la vía pública son los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

Tal y como explica Coronado, estas sustancias no tienen ninguna acción sobre el receptor hormonal y pueden llegar a mitigar los sofocos. "Lo que sucede es que no eran eficaces al 100%", indica. Podían reducir levemente los sofocos, pero no mejoraban la calidad de vida. "Desde el punto de vista científico, lo recomendamos [en referencia a Veoza]. Pero en la financiación, poco podemos hacer".

Será la primera elección

El nuevo fármaco, que se administra por vía oral, es un antagonista del receptor de la neuroquinina 3 y actúa bloqueando la neuroquinina B a las neuronas KNDy. Esto es, sirve para restablecer el equilibrio termorregulador que reduciría tantos los sofocos como los sudores nocturnos.

Aunque actualmente no presente efectos secundarios reseñables, al comienzo de los ensayos surgió la duda por una posible relación con un problema hepático. "Finalmente, quedó demostrado que no era problema del fármaco", señala Coronado.

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La casi caída en desgracia del medicamento recuerda a la que se vivió a principios de siglo con la terapia hormonal. En el año 2002, el conocido estudio Women's Health Initiative (WHI) lo asoció a un mayor riesgo de cáncer y otras enfermedades. No obstante, estudios posteriores corriegieron los resultados, argumentando que la casuística podría tener más que ver con la edad de los participantes.

De hecho, los expertos consultados por este periódico entienden que, además de seguir "individualizando los tratamientos", el hormonal seguirá siendo el de primera línea para la menopausia. Sobre todo, en las pacientes con muchos síntomas y con menopausias precoces.

Y es que, como recuerdan los especialistas, Veoza se centra en el control de los síntomas vasomotores; es decir, no trata el resto de síntomas, como la terapia hormonal. "Este nuevo fármaco, pese a ser una alternativa eficaz, no va a echar por tierra al tratamiento hormonal. Esperemos que no, al menos no es la idea que tenemos los ginecólogos", remacha Baquedano.