Los brotes de gripe aviar en Estados Unidos van en aumento. Esta semana se ha anunciado el sacrificio de más cuatro millones de pollos enfermos en una granja en Iowa y la semana pasada se dio muerte a más de un millón en Minneapolis. El virus ha comenzado a infectar también al ganado vacuno y tiene en alerta a los científicos con el contagio de tres personas. Se trata de trabajadores de las granjas con animales contaminados. El último se comunicó el pasado miércoles 29 de mayo y es el primero que desarrolla síntomas respiratorios.
Se trata del segundo paciente detectado en Michigan, el primero se descubrió en Texas el pasado abril. Los tres empleados que han enfermado trabajan para granjas lecheras distintas y contrajeron la gripe aviar a través de la leche de las vacas. Las autoridades estadounidenses están seguras de la forma de contagio porque no se ha producido ningún tipo de contacto entre ellos. Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca (USAL), explica que se ha descubierto que la leche de las vacas contiene una alta carga viral.
Los dos anteriores tuvieron síntomas más leves y solo sufrieron conjuntivitis. Uno de ellos desarrolló la patología tras salpicarle leche de una vaca enferma al ojo. Que ya haya una persona que ha sufrido síntomas respiratorios al contraer la gripe aviar eleva el riesgo de transmisión, según Rivas. "Cuando alguien tose es mucho más fácil que contagie a lo mejor aún un virus".
El hecho de que sigan apareciendo casos en humanos puede facilitar que el virus se adapte para replicarse mejor en las vías respiratorias, apunta el catedrático de la USAL. Ángela Vázquez, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-CBMSO), cuenta que, normalmente, cuando la transmisión proviene de un animal se suele quedar en el paciente infectado y es más difícil que se contagie a otras personas. Vázquez avisa también de que este tipo de gripe tiene la capacidad de extenderse a otros tejidos como el cerebro, aparte del respiratorio y el gastrointestinal.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU llaman a la calma y aseguran que el riesgo para el público en general que no ha tenido contacto con animales infectados sigue siendo bajo. Sin embargo, continúan, "este avance subraya la importancia de las precauciones recomendadas ante la exposición a ejemplares infectados o potencialmente enfermos". Para protegerse en estos casos se recomienda que los empleados utilicen Equipos de Protección Individual (EPI) que incluyan mascarilla, guantes y gafas para evitar el contacto del virus con las mucosas, dicen Rivas y Vázquez.
La variedad del virus que sufren las vacas estadounidenses, H5N1, también se ha detectado recientemente en una granja de alpacas en Idaho (EEUU). "Es más preocupante que empiecen a aparecer estos casos en grandes explotaciones", apunta Rivas. La propagación de la enfermedad entre los mamíferos cambia la situación, desarrolla el microbiólogo. Este tipo de gripe aviar todavía no se transmite bien entre las personas, pero "es más fácil que [la patología] salte a la especie humana si está adaptada a estos animales", afirma el catedrático de la USAL. Sin embargo, aún no se han detectado contagios entre seres humanos.
El microbiólogo detalla que otra forma de protección es poner la vacuna de la gripe a quienes trabajen en las granjas. Esto hace más difícil que, si una persona está enferma de gripe y se contagia con H5N1, se puedan combinar ambos virus y aparezca una nueva variedad se transmita mejor en humanos. “Eso sí que sería un problema”.
Actualmente se está vigilando a este tercer paciente y se le han hecho pruebas para analizar el genoma del virus. Se encuentra aislado en su domicilio y también se está controlando a su entorno más cercano, aunque ninguno de sus miembros ha dado muestras de sufrir gripe aviar. Desde los CDC agregan que ningún otro trabajador de la misma granja ha comunicado síntomas y todo el personal está siendo monitoreado.
¿Puede acabar en pandemia?
La variedad H5N1 de esta enfermedad, advierte Rivas, tienen “potencial pandémico”. Los virus de la influenza (grupo al que pertenece la gripe aviar) suelen estar en el foco ante la posibilidad de que se desarrolle una infección masiva. Es una consecuencia de la “cantidad ingente” de brotes en aves (silvestres y domésticas) y, en los últimos meses, en mamíferos de todo tipo, añade. Aunque de momento se está controlando, hay que seguir de cómo evoluciona la situación y continuar con la vigilancia, avisa el catedrático de la USAL.
Vázquez, del CSIC-CBMSO, cree que es muy importante concienciar a la sociedad para poder evitar el salto de esta gripe a los humanos de una forma más amplia. ”Estos virus se adaptan con mucha facilidad”. Aunque no sean casos muy graves en humanos, una pandemia de una forma nueva de la gripe puede suponer, otra vez, un colapso sanitario, prosigue la investigadora.
Rivas hace un llamado a la calma porque la situación de momento no es grave, pero destaca la importancia de la prevención, la vigilancia y la información. “Lo que está pasando en Estados Unidos en las granjas lecheras no es descabellado que pueda pasar en Europa”, indica.