Hace muchos años que quedó atrás esa época en la que el cáncer era un tabú o no había casi opciones al alcance de los pacientes, bien porque no existían o bien por la dificultad de acceso que suponían. Ahora, gracias a la investigación médica, hay cada vez más tratamientos que son cada vez más eficaces y menos invasivos. Uno de ellos es la protonterapia. Se trata de una variante de la radioterapia que utiliza protones para atacar los tumores, por lo que es más eficaz y precisa y daña menos el tejido sano.

España, actualmente, cuenta con dos centros de tratamiento donde se aplica. Los dos son de titularidad privada y están en Madrid. El primero en traer la terapia de protones a España fue el Centro de Protonterapia Quirónsalud, que comenzó a atender pacientes en diciembre de 2019 con la apertura de su unidad en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Fruto de este bagaje, la compañía organizó el pasado miércoles 29 de mayo una jornada para debatir y reflexionar sobre este nuevo tratamiento y las posibilidades de futuro que ofrece a los pacientes. Los ponentes no quisieron dejar pasar la ocasión de reconocer la oportunidad que supone la protonterapia para España. A día de hoy, hay 10 centros de titularidad pública proyectados en diversas comunidades autónomas que comenzarán a atender pacientes entre 2026 y 2027. Una vez terminados, España se convertirá en punta de lanza de este tratamiento y sería uno de los países europeos con más unidades del continente.

Raymond Miralbell, director médico del Centro de Protonterapia Quirónsalud, afirmó que en los próximos años se espera una "transformación radical" gracias a estos proyectos. Se podría pasar de los 400 pacientes, aproximadamente, que se tratan actualmente en los dos centros privados a 2.000, gracias a las unidades que abrirán en los próximos años. Sin embargo, el radiooncólogo también reconoció que la demanda potencial (cuántos pacientes podrían requerir la protonterapia) únicamente puede conocerse por estimaciones.

Se abre ahora una ventana temporal muy estrecha de cara a los próximos dos o tres años, agregó Miralbell. La protonterapia requiere a personal muy cualificado y especializado y, para conseguirlo, es necesario que reciba una buena formación. Alejandro Mazal, director técnico del Centro de Protonterapia Quirónsalud, es optimista respecto a esta situación. Aunque el tiempo es un poco justo, cree que se podrá formar a los profesionales necesarios, pero los centros tienen que empezar ya. 

A Mazal tampoco le preocupa la parte de atraer talento: "Como el tema es tan interesante, los mejores van a venir", contó en declaraciones a EL ESPAÑOL. Según sus cálculos, con los diez nuevos centros de protonterapia en España, a razón de unos 20 o 25 especialistas por unidad, en los próximos años habría que formar a entre 200 y 250 profesionales para que puedan funcionar correctamente.

Para ilustrar la situación con cifras, el director técnico expuso que actualmente en el mundo se está tratando a unas 36.000 personas distribuidas entre las 280 salas existentes, lo que da una media de 130 pacientes por cada una. Se trata de unos números "muy bajos", según Mazal, porque la idea es tratar a unos 250 pacientes por año y sala con los protocolos actuales, y más con protocolos de "hipofraccionamiento" en los que se reduce el número de sesiones diarias por tratamiento. 

En numerosas intervenciones se hizo hincapié en la creación de un registro unificado de pacientes. Los especialistas que lo defendían creen que una herramienta así les permitiría trabajar en red y ser mucho más eficaces para tratar a los pacientes.

La jornada también contó con la presencia de tres expertos internacionales que abordaron distintas perspectivas de esta radioterapia. Johannes A. Langendijk, responsable del Departamento de Oncología Radioterápica del Centro Médico Universitario de Groningenc (Países Bajos), ahondó en sus indicaciones menos habituales y habló sobre su uso en tumores de mama izquierda, próstata, cabeza y cuello y torácicos.

Tras Langendijk, Stéphanie Bolle, investigadora del Instituto Gustave-Roussy en París, Francia, habló sobre la protonterapia y su relación con la linfopenia (falta de linfocitos en la sangre) y la inmunoterapia. Por la tarde fue el turno de Antony Lomax, investigador del Paul Scherrer Institut, en Suiza, que presentó el futuro de la protonterapia respecto al desarrollo tecnológico.

Imagen de la jornada organizada por el Centro de Protonterapia Quirónsalud y el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

Diez nuevas unidades

Durante la jornada también tuvo lugar una mesa redonda que contó con la participación de los representantes de algunos de los proyectos de protonterapia del sistema público. En concreto se habló de las unidades de Canarias, Cantabria, la Comunidad Valenciana, Cataluña y el País Vasco. Algunas van más avanzadas que otras, aunque en ninguno de los casos se ha comenzado todavía con la construcción del edificio que albergará estas entidades.

Se van a construir diez nuevas unidades distribuidas en siete comunidades autónomas para poder ofrecer este tratamiento dentro de la sanidad pública. Los proyectos han sido financiados por la Fundación Amancio Ortega a través de una donación que hizo en 2021 al sistema público español. El proyecto se está realizando en una colaboración entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas.

En el caso de Cantabria, que se realiza fuera de dicha donación, su representante Samuel Ruiz, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (donde se ubicará la unidad de protonterapia) no es necesario edificar como tal porque ya cuentan con un espacio vacío en la institución. Únicamente hay que "acomodarlo", según Ruiz, aunque sí que deben construir el búnker necesario para proteger de la radiación al producir las partículas para el tratamiento. En este caso todavía no se ha fijado la fecha en la que se comenzarán las obras, aunque se estima que puede ser en el próximo septiembre. Según estos cálculos, esperan poder empezar a atender pacientes en 2027.

La Comunidad Valenciana ha elegido el Hospital Universitario y Politécnico La Fe, en la capital, para ubicar los tratamientos con protonterapia y comenzará a construir el edificio para ello el próximo septiembre. Estará al lado del hospital, desde el que se podrá llegar "a pie", según indica Antonio Conde, jefe de Oncología Radioterápica de la institución. Además, han querido ser previsores y han elaborado el diseño de forma que pueda construirse un búnker más en el futuro si es necesario. Si se cumplen los plazos como se espera, podrán comenzar a trabajar con el tratamiento en septiembre de 2026.

La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) indica el uso de los protones para tratar los siguientes seis casos: tumores oculares; tumores cerca de la base del cráneo; tumores primarios o metastásicos en la médula espinal o la columna vertebral; tumores pediátricos; sobre todo los del sistema nervioso y cercanos a órganos de riesgo; pacientes con síndromes genéticos como mucho riesgo de toxicidad y para reirradiar en casos seleccionados.

Mazal, del Centro de Protonterapia Quirónsalud, defiende que este tratamiento es "uno de los futuros contra el cáncer". El experto afirma que se producirá una etapa de ajuste en la que se verá qué lugar ocupan los protones en la lucha contra el cáncer.