Salud

El extraño 'boom' de los podólogos en España: por qué han aumentado un 204% en sólo 20 años

Los presidentes de los colegios oficiales consultados por EL ESPAÑOL reconocen el buen estado de la profesión, pero advierten un futuro riesgo.

24 junio, 2024 01:07

Ser autónomo en España no suele ser fácil. Un gran número de podólogos son conocedores de estas complicaciones. Y es que el 76,3% de los que se decantaron por esta titulación hace ahora 10 años trabajan por cuenta propia, según el informe de Inserción laboral de los egresados universitarios que elabora el Ministerio de Ciencia. El porcentaje dista mucho del resto de especialidades médicas. Tan sólo Odontología, con un 63,4%, se acerca.

Con estos números, habrá quien crea que ya nadie quiere dedicarse a la Podología. Todo lo contrario. El número de podólogos colegiados en todo el país ha crecido un 204% en 20 años, pasando de 3.362 en 2003 a 10.247 en 2023. Hay regiones, como la Comunidad Valenciana, en las que el aumento ha sido del 2.376% en sólo 25 años.

¿A qué se debe este incremento? ¿Hay una mayor vocación por la Podología en España? ¿Influye que en esta especialidad, a diferencia de lo que sucede en otras, las condiciones en el terreno privado sean más atractivas? Los presidentes de los colegios oficiales consultados por EL ESPAÑOL entienden que no existe una única razón para explicar este 'boom'.

Todos ellos coinciden en señalar dos posibles razones. Por un lado, cada vez más universidades incluyen en su catálogo esta titulación. Su origen en nuestro país se remonta a finales de los años 80. Fue entonces cuando comenzaron a ofertarla la Universidad Complutense de Madrid y la de Barcelona. En la actualidad, suman un total de 18.

"No habrá tantos pacientes"

Por otro lado, también apuntan a un cambio por parte de la sociedad. "Antes, la gente venía cuando tenía un problema; ahora, hacen visitas de forma preventiva, para ver que todo está bien", cuenta uno de ellos. Tras Andalucía, con 2.119, Cataluña es la que presenta el mayor número de podólogos colegiados (1.676).

El presidente en esta comunidad, Manel Pérez, reconoce que tienen "muchos problemas" para cubrir las nuevas ofertas porque la mayoría encuentra trabajo nada más terminar el grado. "Ahora mismo, el paro no existe", conviene Pedro Villalta, su homólogo en Madrid, la tercera con más podólogos colegiados (casi un 15% del total).

El representante de los podólogos madrileños valora positivamente que el interés por la especialidad haya crecido desde principios de siglo. Cree, eso sí, que si no se actúa a tiempo, con una posible regulación, llegará un momento en el que no haya pacientes para tantos podólogos: "La población ha aumentado, pero no como para tener una necesidad tan alta en Podología".

Ser tu propio jefe

Villalta considera que uno de los principales incentivos es el hecho de que casi todos sean profesionales autónomos: "La mayoría de los que se meten en esta carrera lo saben. Les motiva el que nos les tengan que mandar". También es consciente de que al ser autónomos, cuentan con una serie de inconvenientes, como el no tener un honorario fijo a final de mes.

La presidenta del Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), Pilar Nieto, reconoce que aunque al principio cueste, como todo, todas las clínicas que se ponen en marcha suelen salir adelante. Desde otras comunidades entienden que no siempre es así, y que hay ocasiones en las se ven obligados a traspasar o cerrar la clínica por motivos económicos.

En cuanto al género se refiere, la Podología se ha convertido en una profesión mayoritariamente femenina. En 2023, el 62,4% eran mujeres, frente al 47% que suponían hace 20 años. "Soy feminista. Pero creo que el aumento ha sido mayor en ellas porque si su pareja trabaja, pueden dedicarse sólo dos o tres horas por la tarde", opina Josep Claverol, presidente del Colegio Oficial de Podólogos de las Islas Baleares.

El resto de presidentes entienden que responde a una tendencia que también se ha visto en otras ramas sanitarias: "Está ocurriendo en Medicina, Odontología o Fisioterapia. Tal vez ahora los hombres opten por carreras de ingeniería".

Evitar amputaciones de pies

Pese a que el número total de podólogos colegiados en España asciende a más de 10.000, lo más probable es que no encuentre a ninguno en un hospital público; al menos, si no vive en Cantabria o las Islas Baleares. Estas son las dos únicas comunidades que cuentan con podólogos dentro del servicio público de salud.

La región cántabra fue pionera en la integración de esta especialidad. La primera persona en obtener un contrato como podólogo dentro del Servicio Cántabro de Salud fue Laura Carrasco, como responsable de la Unidad de Pie Diabético del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

Como confiesa a este periódico, ella iba "por otros derroteros" antes de que existiera el puesto que actualmente ocupa, pues no tenía dinero ni contactos como para adentrarse en el ámbito privado. "Todo el mundo sabe que quien tiene un familiar o amigo podólogo con el que comenzar a trabajar tiene un tesoro", bromea Carrasco.

Considera que la Podología debería incluirse en la sanidad pública de forma limitada, al igual que sucede con otras especialidades: "Los cirujanos plásticos, por ejemplo, no realizan aumentos de pecho ni rinoplastias, sino que están para 'lo importante', como pueden ser las reconstrucciones".

En base a su experiencia, se ha demostrado cómo con un podólogo entre el personal sanitario se reducen las tasas de amputaciones en pacientes con pie diabético. En España, se estima que en torno a 3 de cada 1.000 personas con diabetes sufrirá una amputación del miembro inferior, siendo aproximadamente el doble en los hombres que en las mujeres.

Estas complicaciones surgen, en realidad, por una pequeña úlcera que se da con unos niveles de glucosa en sangre que se mantienen por encima de lo normal. "Si esa persona no tiene recursos, acudirá a un hospital público y le pedirán que se tome un antibiótico, porque nadie le podrá atender, ni el traumatólogo, ni el fisioterapeuta ni el dermatólogo", explica uno de los facultativos. "Al cabo del año, esa úlcera requerirá de una amputación mayor, con todo lo que eso implica para el sistema".

Excluida en la pública

En algunas comunidades, esta problemática se resuelve mediante convenios con instuticiones privadas. No creen que esta sea la solución. Piden que se incluya en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud. Una medida que recibió el visto bueno del Congreso en marzo de 2021.

El incoveniente fue que la aprobación se realizó mediante una proposición no de ley (PNL). O lo que es lo mismo, a través de una iniciativa legislativa que no es vinculante, como ha quedado demostrado con el paso del tiempo: "Nos dijeron que era necesario incluir la Podología en el SNS, pero tres años más tarde seguimos con la misma situación", denuncia Elena Carrascosa, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP).

Reconoce que ninguna administración se ha puesto en contacto con el CGCOP para comprobar en qué consistiría el plan de viabilidad, pues son conscientes de que la inclusión no será gratis. "En otras ocasiones hemos visto que cuando se quiere implantar algo a toda costa, hay dinero", apunta Carrascosa.

No sabe, eso sí, si es por motivos económicos, por falta de voluntad o por algún otro que desconocen. Lo que sí tiene más claro es que no se quieren apropiar del trabajo de otras especialidades: "Queremos ejercer para lo que nos hemos formado. Poder prescribir, por ejemplo".

Tampoco es capaz de responder a si con la nueva ministra de Sanidad alcanzarán la tan ansiada demanda. Asegura que siempre reciben buenas palabras por parte de todas las administraciones, pero lo que quieren son hechos. Y uno de ellos parece claro: "Si Mónica García lo va a hacer, perfecto. Pero lo primero que tiene que hacer es recibirnos. Llevo cuatro años en el cargo y no lo ha hecho ninguno de sus precedesores. Estamos a su plena disposición", concluye Carrascosa.