Se ha detectado la presencia de herbicidas en pimentón dulce procedente de España. El aviso proviene del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF). La alerta se emitió el pasado miércoles para informar a las agencias alimentarias y a los posibles consumidores de Los Veintisiete sobre este posible riesgo sanitario. La concentración elevada de este producto químico se ha detectado en un control de calidad.
La RASFF ha determinado el nivel de riesgo del producto como "grave", y además ha ordenado su retirada del mercado como medida adicional para proteger a los consumidores europeos. El producto, originario de España, se ha distribuido en Alemania y Bélgica, pero el organismo europeo no ha detectado peligro ni síntomas de enfermedad en posibles consumidores. También han pedido a los consumidores que ya lo hubieran adquirido que lo devuelvan para evitar riesgos.
El glufosinato se utiliza como plaguicida para proteger los cultivos, aunque se trata de una sustancia no autorizada, según el comunicado del organismo europeo. En otros lugares del mundo se suele utilizar en los cultivos transgénicos. La UE prohibió su uso en la agricultura hace más de una década tras comprobarse sus efectos nocivos en mamíferos y artrópodos. Entre ellos, es perjudicial para los fetos, la fertilidad y la función sexual. Además, se ha demostrado que, cuando se emplea en las plantaciones, no solo permanece en el ambiente, sino que también se puede encontrar como residuo en los alimentos.
No se debe confundir esta sustancia química con el glifosato, cuyo uso también está prohibido, recientemente, en Los Veintisiete. La UE decidió limitar su empleo a partir de diciembre de 2023. Desde entonces su utilización está restringida a determinadas condiciones y restricciones, aunque la OMS lo declaró como elemento cancerígeno en 2015.
El RASFF es una herramienta utilizada para intercambiar información entre las autoridades alimentarias. A través de ella se emiten avisos diariamente sobre la detección de contaminantes en productos alimentarios u otro tipo de riesgos que pueden afectar a la salud de la población.Gracias a ello, las autoridades sanitarias pueden actuar y retirar el alimento (si es necesario) para evitar que llegue a los distintos establecimientos en los que se iba a vender.
La Asociación FACUA-Consumidores en Acción ha criticado más de una vez la escasa información que brindan estas alertas alimentarias a nivel europeo. Afirman que hacen que el consumidor pueda desconfiar de todos los productos, independientemente de que puedan o no estar afectados. En ellas no se detallan ni las empresas productoras ni las zonas del país de donde procede.