Cáncer de pulmón, el tumor más letal en España: los cinco hábitos para evitarlo según los médicos

Los expertos ya han advertido en EL ESPAÑOL en ocasiones precedentes del preocupante aumento de este cáncer. Algunos casos se producen por desencadenantes biológicos y congénitos escasamente conocidos. Otros, sin embargo, responden a un estilo de vida poco saludable.

Como revela el primer Observatorio Nacional en Cáncer de Pulmón que ha presentado recientemente el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), el tabaco es el principal causante de este tipo de tumor. Un 40,5% de los afectados son fumadores habituales, mientras que un 46,5% son exfumadores.

El 11,5% restante reconoce no haber fumado nunca. A falta de una mayor investigación, este porcentaje parece estar sustentado por varios factores que van más allá del hábito tabáquico, como la genética o el impacto de las hormonas y su relación con factores reproductivos.

En el caso de las mutaciones genéticas, diversos trabajos ya han demostrado que las mujeres son más susceptibles a las aberraciones moleculares causadas por el humo de tabaco. Otra investigación más reciente también ha hallado que son varios los factores reproductivos que tienen "una asociación significativa" con un mayor riesgo de cáncer de pulmón.

En consecuencia, las mujeres ya representan uno de cada cuatro casos. Aunque el pronóstico resulta algo más favorable en ellas: la supervivencia a 5 años se estima en el 18% en las mujeres, y en el 12% en los hombres.

El perfil del paciente con este tumor en España es el de un varón con edad media de 65 años. Pero puede presentarse a cualquier edad. Las personas con edades comprendidas entre los 50 y 60 años ya suponen el 30%, y cerca de un 13,3% entre 40 y 50. En este sentido, el doctor Enric Carcereny cree que se debe desterrar el mito de que el cáncer de pulmón es una enfermedad de edades avanzadas.

Otro de los posibles factores de riesgo por los que puede aumentar la probabilidad de sufrir este cáncer, incluso a edades tempranas, es la exposición a radón. Este gas radiactivo se produce por la desintegración del uranio, presente en suelos y rocas. En España, se estima que unas 1.500 personas mueren cada año por un cáncer de pulmón provocado por una alta exposición a este gas radiactivo.

La exposición al humo del tabaco también puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Según un estudio publicado en la revista Archivos de Bronconeumología, el tabaquismos pasivo tiene un alto impacto en la mortalidad de la población adulta española: de las 747 defunciones que se atribuyen a la exposición al humo ambiental del tabaco, 279 fueron por cáncer de pulmón. Es decir, casi un 40%.

La alimentación es otro factor que juega un papel importante en el riesgo del cáncer de pulmón. Algunos estudios han concluido, por ejemplo, que una dieta rica en fibra y abundante en yogur lleva aparejada una reducción del riesgo. En concreto, se ha demostrado que quienes siguen una dieta más abundante en estos alimentos tienen un riesgo de cáncer de pulmón un 33% inferior, en comparación con los que no los consumían.

Practicar ejercicio físico también es beneficioso para la salud; y en el caso del cáncer de pulmón, no iba a ser menos. Aunque no hay muchos estudios que se hayan centrado en este tumor, un reciente trabajo demostró que la prevalencia de cáncer de pulmón (y también de endometrio, colon y mama) disminuye entre un 3% y un 11% cuando se realizan 75 minutos semanales de ejercicio físico.

Otra posible causa que se vincula con un riesgo más alto de cáncer de pulmón es el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Así lo refleja un estudio español en el que se advierte que los pacientes con VIH tienen hasta un 79% más de posibilidades de fallecer por cáncer. Las tasas de mortalidad más altas se observaron para el de pulmón. Por tanto, cualquier medida para prevenir las infecciones por VIH se relacionará también con la protección contra el cáncer.