Se piensa que la avispa velutina llegó a Europa hace veinte años escondida en un barco procedente de Asia. Si bien en su lugar de procedencia —el sudeste asiático, China o la India— este avispón es uno de muchos y debe competir por su lugar en el ecosistema, en España ha encontrado un lugar sin depredadores y así ha ido tomando terreno. La velutina se ha ganado una temible fama por ser una fiera cazadora de abejas de la miel y por las noticias en los últimos años de personas que han muerto en nuestro país por su picadura.
Aunque ya se han encontrado ejemplares en Cádiz, este avispón parece sentirse cómodo en el norte peninsular y, especialmente, en Galicia. La primera vez que se detectó fue en Navarra en 2010 y "de ahí saltó a Galicia en 2012, sin haberse detectado en Asturias, Cantabria o Castilla y León", explica Xesús Feás, miembro de la Academia de Ciencias Veterinarias de Galicia. "Ese año se detectaron dos nidos y cuatro años más tarde teníamos 10.000". El año pasado, la Xunta de Galicia retiró casi el triple.
En un comunicado de prensa, la Xunta cuenta que sólo en el año pasado se han retirado más de 29.500 nidos de esta Vespa velutina. La provincia en la que más detectaron fue A Coruña, donde se retiraron 12.294 nidos, seguida de Pontevedra, con un total de 8.800 nidos, de Lugo, con 4.638, y, por último, Ourense, donde fueron eliminados 3.707 nidos. En este sentido, Feás elaboró un estudio publicado en la revista Biology en 2021 que apunta a que Galicia es la región de España en la que más personas mueren por picaduras de insectos.
Aumento de picaduras
Entre los años 1999 y 2018 murieron un total de 78 personas en España por picaduras de avispas, avispones y abejas, y de ellas 28 sucedieron en Galicia. Así, se calculó que en todo el país mueren 0,08 personas por millón al año por picadura de insecto y en Galicia asciende hasta 2,2. "Estos datos se deben a la avispa velutina", afirma Feás. "El 75% de los ingresos por anafilaxia por picaduras de insectos en la zona sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza es debido a la velutina". El experto cuenta que, mientras que las picaduras de esta avispa aumentan, mientras que las de nuestras avispas autóctonas y abejas se mantienen estables.
"Sí, definitivamente los casos han aumentado de manera exponencial", asegura Carmen Vidal, jefa del servicio de Alergología en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. "Pero concretamente este año es cierto que están llegando menos casos de picaduras y, por tanto, menos reacciones". Además, la médico explica que en los últimos años el conocimiento sobre la velutina ha aumentado y, por tanto, la preocupación frente a su picadura en los hospitales es menor.
"Podemos decir que es un grado de preocupación similar al que causan las avispas comunes o las abejas, pues también pueden provocar respuestas alérgicas muy graves", explica Vidal. Por su parte, David González de Olano, presidente del Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) considera que el mayor número de picaduras de velutina se debe a su aumento de población, pero también a que "cada vez tenemos veranos más largos, una estación en la que hay más avispas".
Reacción alérgica
Los expertos coinciden en que conseguir datos sobre la cantidad de personas que reciben picaduras de las velutinas al año y cuántos de ellos terminan en una reacción mortal es muy complicado. Esto se debe a que las personas que no son alérgicas al veneno de la velutina no suelen acudir al médico, ni suelen saber qué tipo de avispa les ha picado: "Evidentemente, hay más picaduras que reacciones graves", explica Vidal. Entonces, ¿por qué la velutina tiene fama de ser tan mortífera? Tanto Vidal como González de Olano apuntan a que se trata de una avispa más grande que podría inocular más cantidad de veneno.
"Las picaduras de cualquier himenóptero pueden provocar reacciones graves si el paciente es alérgico. Este avispón de patas amarillas inyecta veneno como lo hacen las avispas autóctonas y las abejas. La cuestión es si el sujeto al que le pican tiene IgE específica, que es lo que media la alergia, frente a alguno de sus componentes y, si es así, puede provocar la reacción", detalla Vidal. "La picadura de la velutina duele más e inyecta más sustancia tóxica, por lo que la probabilidad de que se produzca una reacción es mayor", razona González de Olano.
Por lo tanto, una persona que no sea alérgica puede esperar una reacción local con enrojecimiento, picor, hinchazón y, posiblemente, más dolor. Las personas alérgicas suelen tener una reacción entre diez y veinte minutos después de la picadura, a veces incluso antes. "Desde picor en las palmas de las manos, plantas de los pies y en el cuero cabelludo seguido de picor por todo el cuerpo, aparición de ronchas o habones por el cuerpo, dificultad para respirar, dolor abdominal, diarrea, vómitos, mareo, pérdida de conocimiento… Cada paciente presenta unos síntomas, no tienen que presentar todas las manifestaciones juntas", enumera Vidal.
Código anafilaxia
Galicia es la única comunidad autónoma que cuenta con el Código anafilaxia que permite tomar muestras de sangre en unos tiempos concretos, se le prescribe adrenalina para que pueda tratarse en caso de una nueva picadura y se remite al paciente de forma preferente a los Servicios de Alergología. "Una vez llegan a consulta, se analiza en detalle la reacción, el tipo de himenópteros que le han picado con anterioridad, el medio en el que viven y el grado de exposición se realizan una exploración física completa y estudios de alergia", cuenta Vidal.
"Esto no significa que en otras comunidades no se derive a los pacientes a este servicio, sino que en Galicia se ha hecho hincapié porque es más prevalente", explica González de Olano. "Hay pacientes alérgicos que se benefician de la inmunoterapia y de las vacunas específicas frente a un tipo de avispa. Antes a las personas alérgicas a la Vespa velutina se las vacunaba con la vacuna de la vespula, pero en los últimos años se están fabricando vacunas específicas para esa especie".
Dice Vidal, que la vacunación, o la inmunoterapia, es un proceso de años de duración y que en casos de enfermedades importantes puede llegar a mantenerse de por vida. González de Olano explica que este es el único tratamiento que va a mejorar estas peligrosas reacciones alérgicas. El servicio de Vidal cuenta actualmente con un proyecto de investigación junto al Instituto Carlos III para investigar sobre la alergia a la Vespa velutina. "Estamos realizando pruebas de repicadura con este insecto a los pacientes para comprobar si están protegidos. Una reacción por una repicadura es un fracaso del tratamiento y nuestro pacientes no se lo pueden permitir".