La empresaria Caritina Goyanes ha fallecido a los 46 años en su residencia de Marbella a causa de un infarto fulminante, según informa Jaleos en EL ESPAÑOL. Se trata de una circunstancia especialmente luctuosa para la familia Goyanes Lapique, ya que el padre de Caritina, Carlos Goyanes, había perdido la vida hace apenas 18 días. Asimismo, Tito Goyanes, hermano de Carlos y tío de Caritina, moría ayer domingo 25 de agosto. En los tres casos, la muerte fue a causa de un accidente cardiovascular.
El hecho de que las tres muertes hayan sido por infarto apunta a una posible causa hereditaria en los Goyanes, una predisposición de tipo genético que tiende a implicar que las personas con estos antecedentes deben mantener mayores precauciones, como el control de la presión arterial, los niveles de colesterol o los hábitos de riesgo Sin embargo, el caso de Caritina es el más dramático al producirse en una persona de menos de 50 años, un perfil considerado como joven para una muerte cardíaca súbita.
Sin embargo, la mortalidad cardiovascular en jóvenes está aumentando, cobrándose la vida en fechas recientes de personalidades reconocidas por el público como el autor Miguel López, más conocido como El Hematocrítico, fallecido por un infarto a los 47 años. O la actriz Itziar Castro, que murió el pasado diciembre a los 46 años por el mismo motivo. "Entre los 40 y 45, incluso entre los 55 y 60, es una edad joven para tener un infarto", explicaba Manuel Anguita, cardiólogo en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
El conocido como infarto de miocardio de incidencia temprana es cada vez más habitual en la población española, según revelaba una publicación enmarcada dentro del proyecto MONICA, el estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la salud cardíaca de la población mundial. Según señala, durante el tiempo de estudio (1985-1997) se constataron tasas crecientes de infarto agudo de miocardio entre los 35 y 65 años, una franja de edad poco habitual en esta enfermedad.
La SEC, por su parte, presentaba hace unos años en su congreso anual otra investigación más reciente que confirmaba esta alarmante tendencia. "El infarto en jóvenes cada vez es más frecuente", sostenían sus autores, que habían recopilado casos entre 2010 y 2021 en el Hospital Universitario Virgen Macarena. "Es algo que está aumentando en todos los hospitales", subrayaba Anguita.
El infarto agudo de miocardio es a su vez la causa más frecuente de muerte súbita por parada cardíaca en pacientes jóvenes en España. La parada cardíaca súbita consiste en una pérdida brusca del pulso y el conocimiento causada por un fallo inesperado de la capacidad del corazón para bombear eficazmente sangre al cerebro y a todo el organismo.
"La muerte súbita en gente joven es muy rara, pero es llamativa", valoraba Anguita. Y si bien puede responder a predisposiciones hereditarias - como parece ocurrir con los Goyanes- o congénitas -cardiopatías, síndrome de Brugada-, la principal causa reside según el experto en los hábitos de vida. Los primeros causantes son el tabaco seguido por una mala alimentación, en la que primen las grasas saturadas o las grasas trans; sufrir de obesidad, falta de ejercicio y/o el abuso de alcohol.
Sin embargo, se da la triste circunstancia de que una paciente de la edad de Caritina Goyanes tiene una elevada capacidad de recuperación si se atiende a tiempo, dentro del denominado como 'código infarto' en los centros sanitarios de España. "La mayoría de las personas que con esta edad tienen un infarto, no sólo no se mueren, sino que después pueden hacer una vida normal", confirmaba Anguita. Según la SEC, la mortalidad es del 6,9%.
La atención temprana es vital para ello, recuerdan los cardiólogos españoles. Por eso, se insta a tomar conciencia a la población de que existe la posibilidad de que el infarto se presente por debajo de los 60. "Es raro que se presente, pero es cierto que está aumentando. Si a una persona joven le duele el pecho, es mejor pasarse que quedarse corto. Actuar a tiempo te puede salvar la vida y hacer una vida completamente normal", termina Anguita.