El tabaco es uno de los grandes enemigos de la medicina y sus efectos nocivos se advierten desde hace décadas. Uno de los aspectos sobre los que más avisan los médicos es sobre los riesgos que supone este hábito durante el embarazo, para la madre y para el bebé. Son numerosas las investigaciones sobre este tema: "Es un viejo conocido", cuenta Gerardo Romera, jefe de servicio de la UCI Neonatal y Pediátrica del Hospital Universitario HM Montepríncipe. Esta semana, una investigación publicada en Journal of Epidemiology Community Health muestra que fumar antes del embarazo, aunque solo sea un cigarrillo, también perjudica la salud del neonato.
El equipo de investigadores de China y Suiza utilizó los datos de 12 millones de parejas madre e hijo de Estados Unidos entre 2016 y 2019. Según los autores, esta es la mayor muestra empleada hasta la fecha en estos estudios. En el estudio vieron que, si la madre fuma antes del embarazo, se eleva un 27% el riesgo de tener problemas graves de salud neonatal. Si lo hace en cualquier momento del embarazo, puede ser hasta un 32% superior. En el país norteamericano fuman algo menos del 10% de las embarazadas y en España la cifra se duplica. Los últimos datos disponibles, publicados en 2019 por el Instituto de Salud Carlos III, indican que el 20% de las gestantes de nuestro país mantiene este hábito durante la gestación.
Este hábito puede provocar que los niños nazcan más pequeños, con bajo peso y prematuros, informa Romera. En el texto, los autores indican que han visto una "asociación significativa" entre el tabaquismo materno, antes y durante el embarazo, y el ingreso de los pequeños a la UCI Neonatal. En concreto, elevaba el riesgo un 24% si la madre fumaba antes del embarazo y alrededor del 30% si fumaba en la gestación. También se observó un mayor riesgo de convulsiones y de disfunción neurológica grave. Los científicos teorizan que fumar durante la gestación puede "alterar las estructuras cerebrales del feto".
Otros problemas con los que se ha relacionado este hábito son afección de la función pulmonar y trastornos respiratorios. Además, los autores también vieron que los nacidos de madres fumadoras corrían un riesgo mayor de necesitar ventilación asistida inmediatamente después del parto y durante más de 6 horas. Fumar es arriesgado durante todo el embarazo, pero el mayor peligro se encuentra en las primeras semanas, cuando el embrión todavía se está desarrollando, según Romera. "Hay una mayor tasa de abortos".
El neonatólogo explica que el bebé está igual de expuesto que la madre a estos efectos nocivos. El tabaco contiene 5.300 componentes tóxicos que llegan a la sangre de la madre primero y al bebe después a través de la placenta. Uno de esos elementos es el monóxido de carbono, que desplaza la oxigenación y "produce una relativa situación de hipoxia", agrega Romera.
Los problemas que causa el tabaquismo no se ven solo durante el nacimiento o los primeros meses de vida del niño. Es algo que arrastrará toda su vida. Para el facultativo de HM Hospitales, estas cuestiones deberían ser algo evidente. "Si la toxicidad del tabaco se arrastra incluso después de dejarlo, ¿por qué no iba a afectar al pequeño?".
Los autores advierten de que el trabajo es un estudio observacional y, por tanto, las conclusiones no son del todo firmes y hay que ser cautos a la hora de interpretarlo, según el especialista. Sin embargo, ven clara esta conclusión: "No existen un período ni un nivel seguros de fumar cigarrillos poco antes o durante el embarazo".
Romera está de acuerdo y añade que la única cantidad sin riesgo de consumo "es cero". El neonatólogo destaca también el gran tamaño de la muestra que se ha empleado: "Le da una potencia estadística importante". Además, destaca el intento de la investigación de demostrar de manera objetiva esos riesgos. "Mientras no haya una clara respuesta, este tipo de estudios aporta más información en ese sentido".
El mejor momento para dejar el tabaco
Para el médico de HM Hospitales los resultados también son una muestra de que la gestación es un buen momento para dejar atrás el tabaquismo. "Lo mejor es no fumar, pero si se hace, qué mejor momento para dejarlo que cuando te quieres quedar embarazada", defiende. Romera no cree que, actualmente, mantener este hábito sea consecuencia de una falta de información y quien lo hace es "porque quiere". Una cuestión que preocupa al especialista es lo peligroso que es que haya gestantes que puedan llegar a creer que puede haber alguna cantidad sin riesgo o que no es algo tan importante. "No es lo mismo 2 cigarrillos que 20, pero la amenaza siempre está ahí".
El especialista considera que, a pesar de ello, debe realizarse un trabajo de concienciación desde todos los niveles de la medicina, desde la atención primaria hasta el obstetra. "Es responsabilidad de todos los que participamos en este ámbito". No obstante, lamenta que, aunque son necesarios esos esfuerzos de los profesionales, se trata de una decisión individual que debe tomar cada persona.
Romera cree que, aunque se pudiera tener una información sobre esta cuestión totalmente concluyente, "aun así habría madres que fumarían", lamenta. El neonatólogo explica que gran parte de la dificultad para tener este tipo de afirmaciones completamente seguras es que hay más factores aparte del tabaco que pueden influir en la salud de los pequeños. Por ejemplo, cuando un niño prematuro arrastra problemas de salud durante su vida "no se puede saber qué parte corresponde a nacer antes de tiempo y cuál a los efectos del tabaco".