"Mi objetivo ahora es hacer lo que pueda para mantenerme libre de cáncer. Aunque he terminado la quimioterapia, mi camino hacia la curación y la recuperación total es largo". La princesa de Gales, Kate Middleton, pronunció estas palabras en el vídeo en el que anunció que había finalizado su tratamiento de quimioterapia.

"Cualquier cáncer, aun siendo un estadio precoz, pueden volver a aparecer", reconoce a EL ESPAÑOL Jesús García-Foncillas, director del Departamento de Oncología Traslacional de la Fundación Jiménez Díaz y presidente de la Fundación ECO. Como también recoge la American Cancer Society, "no hay forma de garantizar que el cáncer nunca regrese", incluso una vez completado el tratamiento.

En el caso de Kate Middleton, al desconocerse el cáncer que le diagnosticaron en febrero de este año, no es posible estimar un riesgo de recurrencia, pues depende de cada tipo. "Puede variar en función de su biología, la etapa en la que se detecta o la agresividad de las células tumorales", señala Rodrigo Sánchez-Bayona, oncólogo del Hospital 12 de Octubre de Madrid y secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica.

Para García-Foncillas, también es "muy importante" definir si el tumor al inicio ya tiene metástasis o afectación ganglionar. "Afortunadamente, hoy en día hay tumores de propaganción metastásica que podemos llevarlo a que no haya evidencia macroscópica de enfermedad". Esto no significa que no vuelvan a aparecer, ya que podría existir una enfermedad microscópica, que sería la causa de la reaparición.

Cánceres con más riesgo

Entre los cánceres con las tasas más altas de recurrencia se encuentran el de páncreas, el melanoma, el glioblastoma o el de ovarios. En los pacientes de este último tipo (en concreto, de un carcinoma epitelial) el riesgo de recaída puede ser del 85%, según sugieren algunos estudios. En el sarcoma sinovial, un tumor que se forma en los tejidos blandos del cuerpo, y en el cáncer de vejiga hasta la mitad de los diagnosticados pueden tener un riesgo de recurrencia.

El motivo por el que algunos cánceres presentan una tasa más alta de recurrencia varía. Por ejemplo, en el cáncer de páncreas, puede deberse en "muchos casos" a un diagnóstico tardío; al igual que sucede con el melanoma. "Aunque suele tratarse con éxito en las primeras etapas, también existe un riesgo de recaída, especialmente en aquellos pacientes con tumores más avanzados", comenta Sánchez-Bayona acerca de este cáncer de piel.

Con la inmunoterapia, la tasa de recurrencia del melanoma es del 40%. Aunque recientemente un grupo de científicas españolas ha conseguido reducirla hasta el 22% cuando se combina con V940, una vacuna "completamente personalizada" que busca evitar que progrese de nuevo el tumor, una vez extirpado quirúrgicamente, en aquellos pacientes que tengan un alto riesgo de que reaparezca.

Entre los cánceres con menor riesgo de recurrencia, nos encontramos con el de tiroides (en particular, el carcinoma papilar de tiroides), el de mama y el de próstata. En los dos últimos, la tasa de recurrencia es menor sobre todo cuando se detecta en etapas tempranas.

También puede variar según el subtipo que se diagnostique. En las pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos, por ejemplo, la tasa de recurrencia se estima entre el 5% y el 9% en el momento de la quimioterapia. En cambio, como explica García-Foncillas, "el subtipo triple negativo de este cáncer tiene más probabilidad de reaparecer que un cáncer de mama hormonodependiente con una tasa de proliferación y negatividad en la proteína HER2".

En el cáncer de colon también se da esta diferencia. En el caso de que exista una mutación en el gen BRAF, el riesgo de reaparición será mayor. Por ello, se deben realizar estudios con una elevada precisión, que orienten hacia la posible trayectoria de riesgo en el futuro.

Cómo reducir el riesgo

Este riesgo de recurrencia se estima a igualdad de condiciones. Y es que, aunque no se pueda garantizar la remisión completa, hay una serie de medidas que pueden adoptarse para reducir —que no evitar— el riesgo de recaída. "Debe llevarse a cabo un seguimiento estrecho, porque lo importante de la recidiva es detectarla precozmente", indica el presidente de la Fundación ECO.

"El ejercicio regular ha demostrado ser una herramienta poderosa para reducir el riesgo de recurrencia, especialmente en cánceres como el de colon y el de mama", añade Sánchez-Bayona. En este sentido, una revisión de estudios publicada en 2022 reveló que el riesgo de recurrencia en superviventes de cáncer de mama se reducía en un 16% cuando se practicaba actividad física.

La alimentación también juega un papel importante para reducir el riesgo de que el cáncer regrese. Los expertos recomiendan una dieta equilibrada, rica en frutas, verdudas y fibra, así como reducir la ingesta de grasas saturadas. El objetivo no es otro que "mantener un peso corporal adecuado", puesto que el sobrepeso se asocia con un mayor riesgo de recurrencia en varios tipos de cánceres. Otro de los hábitos que deben eliminarse son el consumo de tabaco y de alcohol.

Hay otros factores de riesgo que no son modificables, como pueden ser la agresividad del tumor o el estadio en el que se haya detectado. En cánceres como el de mama existen factores genéticos, como las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que pueden aumentar el riesgo de recurrencia.

Avances en terapias dirigidas

En los últimos años, no obstante, los avances en terapias dirigidas e inmunoterapia han transformado el panorama del tratamiento oncológico, logrando reducir el riesgo de recurrencia en ciertos tipos de cáncer. "En el cáncer de mama HER2 positivo, terapias dirigidas como el trastuzumab han mejorado de forma considerable tanto la supervivencia como la probabilidad de recaída", ejemplifica Sánchez-Bayona.

"En el melanoma", prosigue, "la inmunoterapia con inhibidores de puntos de control ha revolucionado el tratamiento, consiguiendo que muchos pacientes alcancen una remisión duradera". El diagnóstico precoz, que se realiza cada vez en más cánceres, también ha tenido un impacto importante en la supervivencia sin recaída.

Otra de las nuevas técnicas con las que se está consiguiendo reducir el riesgo de recidiva es la biopsia líquida. "Aún está en fase investigacional", subraya García-Foncillas, "pero consiste en tomar muestras de sangre y buscar la presencia del ADN tumoral". En algunos tumores, como el de mama, el de pulmón o el de colon, está más avanzado. Aunque se deberá seguir combinando con las pruebas de imagen, pues algunos tumores pueden no tener una expresión a nivel de sangre.

En realidad, tanto en España como en el mundo, se desconoce el número de cánceres recurrentes, pues en los registros que se elaboran anualmente no se recopilan estos casos. Sí que existe un mayor conocimiento acerca de los pacientes de larga supervivencia (aquellos que han superado el cáncer y han vivido más de cinco años después de su diagnósticos). En nuestro país, se calcula que hay más de dos millones. Y es probable que, "aunque lentamente, continúe aumentando en los próximos años".