Un profesional mide la tensión arterial.

Un profesional mide la tensión arterial. E.P.

Salud

Llevas toda la vida tomándote mal la tensión: el estudio que alerta del error en la práctica médica más habitual

9 octubre, 2024 02:54

Padecer de hipertensión no sólo deteriora los vasos arteriales, sino que también puede dar lugar a problemas asociados a su destrucción, como ictus, infartos, deterioro cognitivo o eventos cerebrovasculares. Por ello medir la tensión arterial es fundamental para mantener bajo control los niveles de presión arterial. 

Aunque para saber si se supera el límite de la hipertensión se debe medir la tensión arterial de forma correcta. Y es que, como ha revelado un reciente estudio, la posición del brazo puede hacer variar el resultado, teniendo como consecuencia un diagnóstico erróneo. Para evitarlo, los investigadores han analizado tres formas distintas de colocar el brazo: apoyado sobre una mesa, apoyado en el regazo del paciente o sin ningún tipo de apoyo.

Esta última postura era en la que más se sobrestimaba el resultado de la prueba; aumentando en 6,5 milímetros de mercurio (mmHg) la presión arterial sistólica, aquella que mide el volumen de sangre propulsado por el corazón, y en 4,4 mmHg la presión arterial diastólica (en la que se calcula la resistencia que oponen las arterias al paso de la sangre). En el caso de que el paciente apoyara su brazo sobre el regazo, el incremento era de 3,9 y 4,0 mmHg, respectivamente.

"Aunque ya se sabe desde hace mucho tiempo, en este estudio ha quedado confirmado de una forma bastante precisa", comenta a EL ESPAÑOL Manuel Anguita, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología, acerca de la investigación publicada en la revista JAMA Internal Medicine, en la que no ha participado. El médico británico Thomas G. Pickering reconoció hace casi 20 años que la medición de la presión arterial era "una de las más importantes de todas en la medicina clínica", pero también "una de las más inexactas".

Riesgo de diagnóstico erróneo

Este cardiólogo entiende que, a falta de un registro a nivel nacional, es "muy probable" que no se tome bien la tensión al ser "una práctica habitual que se realiza a muchos pacientes". Además, debido a la masificación de esta prueba, las circunstancias en las que se realiza no consta en la historia clínica; no así el valor de la presión arterial, que puede estar alterado por la postura del brazo.

En algunos casos, como expone Anguita, un incremento de 6,5 mmHg tal vez no suponga un gran cambio. En otros, en cambio, puede llevar a un diagnóstico erróneo: "Si un paciente tiene 124 mmHg y se mide la tensión con el brazo colgando, podría subir a 131. No es una hipertensión muy importante, pero se considera una cifra de presión normal alta".

En el caso de un hipertenso, podría provocar que se considerara que no está bien controlada la presión arterial y se modifique el tratamiento. Se trataría entonces de "un sobrediagnóstico de hipertensión", así como "un sobrediagnóstico de mal control". En España, se estima que la hipertensión afecta a un 42,6% de los adultos.

En este sentido, cabe destacar que los autores del citado estudio se han guiado por el límite establecido por la Asociación Americana de Cardiología (AHA, por sus siglas en inglés). Esta institución modificó en el año 2017 los límites por los que se regía lo que es la hipertensión, estableciéndolos en 130/80 mmHg. Aunque en Europa se ha mantenido el valor anterior (140/90 mmHg).

En lo que sí que coinciden la guía europeas y la americana es en las recomendaciones para tomar la tensión de forma correcta. Estas van desde la posición adecuada del brazo (es decir, teniéndolo colocado sobre una mesa) hasta tener los pies apoyados en el suelo con las piernas sin cruzar, así como tener la espalda apoyada y el manguito colocado a la altura de la mitad del corazón.

Además de las medidas que se deben seguir con respecto a la postura, los expertos también recomiendan que no se tome la tensión en un momento en el que se esté afectado por alguna circunstancia que haya provocado un estado de nerviosismo. Tampoco es conveniente tomarse la tensión inmediatamente después de una actividad intensa; se debe tener al menos media hora de reposo. Y aunque varía a lo largo del día, lo ideal es hacer la medición siempre a la misma hora.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es el tamaño del manguito con el que se tome la tensión. Como han demostrado algunos estudios, si se utilizan brazaletes desproporcionados en comparación con el perímetro del brazo puede variar también el resultado de la prueba. Así, en aquellos que utilizaban manguitos demasiado el diagnóstico de hipertensión era incorrecto en un 39% de los casos.

Pese a estas recomendaciones, los autores del citado estudio asegura que "con demasiada frecuencia" se mide la tensión con los pacientes sentados en una mesa pero sin ningún apoyo o uno inadecuado. Por ello entienden que los médicos deben prestar más atención a las directrices que se establecen, y los pacientes han de tener cuenta también los consejos que imparten los propios profesionales.