Soy ginecóloga y este es el hábito que tienen que evitar las mujeres a partir de los 50 años en España
- Es natural que el cuerpo cambie a medida que envejecemos, incluyendo funciones fisiológicas como la función urinaria.
- Más información: Las disfunciones del suelo pélvico pueden aparecer años después del parto.
Es natural que el organismo, con el paso del tiempo y los efectos naturales del envejecimiento, vaya cambiando. La edad llegará igual para todos, y eso incluye cambios en funciones fisiológicas como la función urinaria: orinar con más frecuencia, e incluso alguna que otra vez de noche, deja de ser algo puntual para convertirse en una constante; sin pasarse, dado que no sería tan natural requerir orinar varias veces cada noche.
Dado que este tema suele ser tabú para muchas personas, no se suele divulgar demasiado sobre los cambios en la función urinaria asociados a la edad, motivo por el cual muchas personas desarrollan hábitos que hacen que los urólogos y ginecólogos pongan el grito en el cielo, y con razón. De hecho, como explica la Dra. Tirsit Shiferaw Asfaw, MD, uroginecóloga, existen algunos hábitos en particular que no recomienda a ninguna de sus pacientes.
Como explica la Dra. Asfaw, hay varios posibles cambios en el suelo pélvico de la mujer a medida que la edad va avanzando, y esto afecta a la salud urinaria y a la vejiga. El embarazo y el parto, sobre todo el parto vaginal, pueden debilidar los músculos del suelo pélvico y aumentar el riesgo de sufrir incontinencia urinaria y prolapso de los órganos pélvicos.
"Además del parto, el envejecimiento puede afectar de manera similar a estas estructuras, debilitándolas con el tiempo y provocando trastornos del suelo pélvico. Como ocurre con todos los músculos de nuestro cuerpo, los músculos del suelo pélvico pueden debilitarse con el paso de la edad y la disminución de los estrógenos, algo que ocurre durante la menopausia".
Por su parte, la Dra. Lopa Pandya, MD, MS, uroginecóloga y vicepresidenta del Comité de Educación Pública de la Sociedad Estadounidense de Uroginecología, además de asesora médica de Aeroflow Urology, explica que la disminución de los estrógenos asociada a la menopausia también puede producir atrofia vaginal y por tanto sequedad vaginal:
"Esto es consecuencia del adelgazamiento del tejido vaginal y del que rodea la uretra. Desde el punto de vista urinario, esto puede provocar dolor al orinar, urgencia urinaria, frecuencia urinaria e incontinencia. La debilidad de los músculos del suelo pélvico está relacionada con la edad y la menopausia. Otros factores de riesgo para sufrir un prolapso incluyen el embarazo, haber tenido partos vaginales, realizar esfuerzos crónicos por estreñimiento, tos crónica y sobrepeso, entre otros factores de riesgo. Los síntomas del prolapso genital pueden incluir dolor pélvico, presión pélvica, sensación de estar sentada sobre una pelota o dificultad para vaciar la vejiga o defectar".
Aunque es probable que se sufra la sensación de necesitar orinar con más frecuencia a medida que se envejece, tratar de contener la micción para evitar ir al baño es un gran error, según ambas especialistas: se debe escuchar al cuerpo y no retener la orina más allá de un tiempo razonable.
"Algunas mujeres dicen que no les gusta usar baños públicos y aguantan la orina todo el día. Las más jóvenes, con un suelo pélvico fuerte, pueden aguantar la orina durante más tiempo; las mayores posiblemente tendrán un suelo pélvico más débil, ya sea por edad o por antecedentes de embarazo y parto vaginal, por lo que pueden no ser capaces de aguantar lo suficiente para llegar al baño. Por ello, todas las mujeres deben ir al baño a tiempo, y este tiempo puede ser variable según la ingesta de líquidos".
Además de evitar aguantar demasiado la orina, la Dra. Aldene Zeno, MD, uroginecóloga de Essence Health and Ginecology, explica que las mujeres de 50 años o más no deberían dejar de lado los molestos síntomas urinarios y evitar que lleguen a ser graves. Dependiendo del contexto vital, no son pocas las mujeres que a menudo posponen abordar su propia salud por priorizar la salud de hijos o familiares, o incluso priorizando su trabajo antes que su salud, como explica la propia Dra. Zeno.
"El mejor hábito para las mujeres de 50 años o más es reconocer los síntomas urinarios a tiempo y abordarlos con su médico. La incontinencia y la vejiga hiperactiva se han relacionado con una afección llamada fragilidad, que se asocia con pérdida de masa muscular, disminución de la actividad y aumento de la morbilidad. La salud urinaria es una parte integral del envejecimiento con vitalidad".
Así mismo, es importante no catalogarlo todo como una infección del tracto urinario, dado que en menopausia y perimenopausia, las mujeres pueden sufrir síntomas similares a esta dolencia y tomar antibióticos sin que esto sea necesario, sufriendo efectos adversos, resistencias a los antibióticos, y ningún beneficio, como explica la Dra. Pandya. Además, explica, es importante hidratarse de forma adecada para evitar cualquier posible infección urinaria. No se debe asumir que cualquier síntoma urinario molesto es "cosa de la edad" ni que es "una infección de orina", hay que saber reconocerlos y tratarlos según convenga.