El aviso sobre la vacuna de la gripe que llega de Sudamérica: su efectividad ha caído al 34,5% en un año
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El invierno en el hemisferio sur, que finalizó recientemente, nos está dando avisos sobre la evolución de la gripe en nuestras latitudes. El primero que la temporada de virus respiratorios en el hemisferio norte puede ser intensa. El segundo, que la vacuna puede no ser tan efectiva.
Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece unas recomendaciones sobre la composición de la vacuna de la gripe, basándose en las cepas que han sido prevalentes en el hemisferio opuesto durante la última temporada.
Hablamos de la vacuna de la gripe pero en el mercado hay varias y todas tienen la misma composición. Incluyen tres cepas principales: dos del tipo A (H1N1 y H3N2) y una del tipo B, pero los linajes que han predominado en cada una suelen variar. Otras vacunas incorporan, además, una segunda cepa del tipo B, conocida como Yamagata, si bien esta lleva sin ser detectada desde 2020.
Los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (conocidos como CDC) han elaborado un informe sobre la efectividad de la vacuna basadas en los datos provisionales recibidos de varios países suramericanos, donde la temporada de gripe acaba de finalizar: Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
La efectividad de la vacuna para evitar infecciones de gravedad fue del 34,5%, lo que contrasta con el 51,9% de la temporada anterior en dichos países.
No hubo una gran variación entre los subtipos: frente al A(H1N1) —el más frecuente—, fue del 37,1%, y frente al A(H3N2), del 36,5%. Para el subtipo B no se recabaron suficientes datos: solo supuso el 0,7% del total de infecciones.
Donde sí hubo más variaciones fue en los distintos grupos diana a los que la vacuna va dirigida. En los mayores de 65 años bajó hasta el 31,2%, y en los niños pequeños fue del 39%.
Donde mejor actuó fue en las personas con condiciones de riesgo, un heterogéneo grupo en el que pueden incluirse personas con cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares o sometidas a tratamientos inmunosupresores: aquí, la efectividad llegó al 58,7%.
Aparte de la estimación conjunta, el informe de los CDC proporciona unos valores para los distintos países. Así, en Brasil la efectividad sería de tan solo el 30,3%, debido, probablemente, a una mayor proporción de casos entre niños pequeños.
En cambio, en Argentina fue del 42,2%, en Chile del 56,9% y en Uruguay del 61% (en Paraguay no hay datos suficientes para realizar una estimación fiable). Así, los autores del estudio destacan que, sin contar con Brasil, la efectividad vacunal esta temporada ascendería hasta el 56,5%.
Una "modesta protección"
Pese a esta menor efectividad de la vacuna esta temporada, los autores califican los resultados como significativos, es decir, que la reducción de las hospitalizaciones se debe a la acción del antígeno y no al azar.
Sin embargo, reconocen que ofrece una "modesta protección" y que los sanitarios deben plantear el uso de antivirales en personas vulnerables con sospecha de infección "tan pronto como sea posible".
"Estos hallazgos apoyan la recomendación de la OMS de que todas las personas elegibles mayores de seis meses deben recibir la vacuna de la gripe", concluyen.
Los expertos consultados por EL ESPAÑOL subrayan que no hay un umbral mínimo a partir del cual una vacuna como la de la gripe se considera efectiva.
"Depende las coberturas alcanzadas y el tipo de vacuna", explica Ana Pilar Javierre, coordinadora del grupo de vacunas del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).
"La OMS apunta que en algunas de las últimas vacunas es suficiente un 20%", apunta antes de advertir que "extrapolar los resultados del hemisferio sur es aventurado".
"La efectividad va a depender de la concordancia entre los virus circulantes y los que se han utilizado para producir la vacuna. Hay una deriva antigénica muy variable, con virus que pueden cambiar más rápido de lo esperado".
Por su parte, Ignacio Salamanca, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Sociedad Española de Pediatría, apunta que el método usado para determinar la efectividad por el CDC, el test negativo, la "infraestima o infravalora".
"Puede llamar a engaño un 34,5%: si consideramos el impacto a nivel poblacional, es muy elevado, evitando las hospitalizaciones, las consultas de urgencias, etc."
Coberturas vacunales en España
Las coberturas conjuntas en los países analizados alcanzaron solo al 21,3% de la población objetivo, muy por debajo de las recomendaciones de la OMS.
En España son superiores, si bien siguen sin alcanzar las recomendaciones de los organismos. En el grupo donde más cerca se encuentran son los mayores de 64 años, con el 66% de la población alcanzada (el objetivo es del 75%).
En mujeres gestantes, se llegó al 57% (el objetivo es del 60%) y en los profesionales sanitarios fue del 43,8% (el objetivo es del 75%).
El año pasado fue la primera vez que se incluyó en el calendario nacional común a los niños y niñas de entre 6 y 59 meses, si bien las cifras de cobertura oficiales, facilitadas por el Ministerio de Sanidad, solo incluyen a aquellos a partir de un año de vida: 36,1%.
Pese a la baja cobertura alcanzada, un estudio realizado por profesionales del Instituto de Salud Carlos III ha concluido que la efectividad de la vacuna de la gripe en la población infantil el invierno pasado en España ha sido alta.
Frente a las infecciones respiratorias agudas atendidas en atención primaria (es decir, leves), la efectividad ha sido del 70%, ascendiendo al 77% frente a la cepa predominante A(H1N1). La efectividad frente a hospitalización se situó en el 77%, sin diferenciación entre cepas.
La variación de la efectividad de la vacuna en el invierno español frente al de Suramérica se debería sobre todo a las diferencias entre los linajes elegidos para la elaboración de la vacuna y los de las cepas que circularon finalmente durante los meses fríos.
Los autores del Carlos III destacan, sin embargo, que los resultados de su estudio son comparables con los obtenidos a nivel europeo en menores de 17 años: 71% de efectividad en primaria y 53% en hospital.
Susana Monge, autora senior del estudio, explica a EL ESPAÑOL que "los resultados muestran una buena efectividad de la vacuna aunque, por el reducido número de hospitalizaciones por gripe en esta población pediátrica, hay mayor incertidumbre en las estimaciones frente a la hospitalización".
Sin embargo, "el éxito de un programa de vacunación no solo depende de lo bien que proteja la vacuna sino de su cobertura, es decir, de que la población acuda para recibirla".
Por ello, lamenta que la cobertura "no ha sido tan alta como para otras vacunas infantiles" al ser el primer año de su generalización.
Ignacio Salamanca apunta que los datos del estudio revelan lo "absolutamente recomendable que es la vacunación infantil". Los niños son los primeros en tener la gripe (de hecho, 'avisan' de que en dos semanas llegará la ola de infecciones en adultos), transmiten el virus "con más carga que un adulto e incluso durante más tiempo".
Por eso, llama a hacer un esfuerzo para aumentar las coberturas en población infantil, algo difícil por lo estrecho del margen para vacunarse (inicios del otoño). "Hay que hacer una reflexión porque la accesibilidad no está homogeneizada en las comunidades autónomas y no solo evitaremos las ocho muertes anuales que causa la gripe en niños sino también la semana de fiebres, malestar y alteración del ritmo familiar que causa la infección en los hijos".