Las infecciones de transmisión sexual (ITS) siguen desbocadas, sobre todo en hombres jóvenes: el año pasado, se diagnosticaron 36.983 casos de clamidia, un 20,7% más que dos años antes, 34.401 de gonorrea, que subió un 42,6%, y 10.879 de sífilis, un 24,1% más.
Son algunos de los datos que arroja el informe anual Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) que acaba de publicar el Instituto de Salud Carlos III, que mantienen la tendencia al alza de sífilis, sífilis congénita, infección gonocócica (gonorrea), clamídia (Chlamydia trachomatis) y linfogranuloma venéreo (LGV) de las últimas dos décadas.
En todas hay un predominio de los hombres frente a las mujeres: el 80% de los casos de gonorrea se dieron en hombres, que registraron también el 88% de los de sífilis, el 98% de LGV y el 53% de clamídia.
Por edades se dieron diferencias según la enfermedad, de forma que la clamídia fue la infección más frecuente en menores de 25 y el LGV, la que menos.
La gonorrea, la que más sube
Desde 2001, cuando la incidencia era de 2,04, la gonorrea no ha parado de crecer hasta alcanzar la tasa de 71,54 de 2023, cuando se detectaron 34.401 casos, una cifra un 42,1 % superior a la de 2021.
También aquí, las cifras son muy superiores en hombres (116,84 y 28,01, respectivamente) y, según la edad, el más afectado fue el grupo de 20-24 años (265,68), seguido del de 25-34 (242,94).
De hecho, ocho de cada diez positivos fueron hombres. La mediana de edad al diagnóstico fue de 31 años, algo menos en ellas (26 años frente a 32).
La mayoría de infecciones en varones se produjeron entre los 25 y 34 años (401,93 casos/100.000), seguidas del grupo de 20-24 años (355,60 casos por 100.000). En ellas, las tasas más elevadas se observaron entre los 20 y 24 (170,20) y 25-34 (80,06).
Con muchas diferencias según la comunidad: Cataluña alcanzó 165,3, seguida de Madrid (94,08); País Vasco (78,37) y Andalucía (58,64). Las más bajas se notificaron en Ceuta (1,20), Melilla (2,34), Aragón (9,24), Castilla y León (12,59) y Extremadura (16,12).
La sífilis, a edades mayores
El 2023 cerró con 10.879 casos de sífilis, lo que elevó la tasa a 22,62 y se traduce en una variación de 24,1% respecto a 2021. Un 88,1% fueron varones, que registraron una tasa de 40,66 frente al 5,27 de las mujeres; aquí, la mediana de edad fue de 37 años, sin diferencias significativas por sexo (37 en ellas, 34 en ellos).
Seis de cada diez positivos de sífilis tenía entre 25 y 44 años, siendo el grupo con la mayor incidencia el de 25 a 34 (64,97). Canarias (53,91), Baleares (33,97), Madrid (32,52) y Cataluña (30,54) fueron las comunidades con las incidencias más altas, al contrario que La Rioja (2,17), Castilla-La Mancha (3,36) y Aragón (6,11).
Asimismo, se detectaron siete casos de sífilis congénita precoz en menores de dos años (cinco niños y dos niñas), todos ellos diagnosticados en los primeros meses de vida. Las tasas de incidencia de casos confirmados han pasado así de 0,75 en el 2000 a 2,23 por 100.000 nacidos vivos.
La clamidia
De clamídia, la ITS que más tarde empezó a contabilizarse (2015), se notificaron 36.983 casos, con un porcentaje anual de cambio (PAC) del 20,7% desde 2016.
Con ello, la incidencia se situó en 78,9, con tasas más elevadas en hombres (85,97) que en mujeres (72,09). Por edad, las más elevadas aparecen entre los 20 y 24 años (387,72) y de 25 a 34 años (258,34).
Algo menos de la mitad (46,6%) fueron mujeres. La mediana de edad al diagnóstico fue de 28 años, aunque ellas eran más jóvenes que ellos (24 frente a 31). La mayoría de los casos se produjeron entre los 25-34 años (36,4%) y 20-24 años (25,6%), mientras que en la franja 15-19 años fue del 9,9 %.
Por comunidades, las cifras más altas se dieron en Cataluña (194,56), Navarra (124,97), País Vasco (102,78) y Madrid (85,97); en el otro extremo, Melilla (1,17), Aragón (5,52), Castilla y León (13,26) y Castilla La Mancha (13,82). Ceuta no notifico ningún caso.