Roberto Iniesta (más conocido como Robe) es uno de los músicos y compositores más aclamados de España. Sus giras reúnen a varias generaciones, igual que lo hacían las del extinto Extremoduro, que él mismo fundó. Cuando el grupo se disolvió en 2019, inició una carrera en solitario. Tenía casi 60 años y parecía incombustible. Sin embargo, su salud le ha obligado a tomarse un descanso y ha tenido que cancelar los dos conciertos que tenía este fin de semana en el Wizink Center de Madrid y que ponían fin a su tour.
El artista padece un tromboembolismo pulmonar por el que tiene que guardar "reposo absoluto", según el comunicado oficial que se ha emitido. En el mismo, su equipo resalta que, de no hacerlo, puede verse "en grave riesgo". Sus compañeros lamentan no poder acabar la gira, pero dejan claro que no se va a poner en riesgo la salud de Robe "por nada del mundo".
La Fundación Española del Corazón (FEC) define el tromboembolismo pulmonar (TEP) como "el taponamiento de una parte del territorio arterial pulmonar" y dice que lo provoca un trombo procedente de otra parte del cuerpo. Estos conductos son los encargados de llevar sangre pobre en oxígeno procedente del corazón hasta los pulmones para que la oxigenen. Si no se puede realizar esta tarea, esto repercutirá también en el oxígeno que llegará al resto de órganos y tejidos del paciente.
Los síntomas más frecuentes son la disnea (sensación de falta de aire), dolor en el tórax y el mareo o desvanecimiento. También puede cursar con fiebre y tos con sangre si lo acompaña un infarto pulmonar. Los casos más graves pueden causar un colapso casi inmediato que acabe con una parada cardíaca con fallecimiento instantáneo, cuenta Ibáñez. Afortunadamente, no es algo habitual y muchas personas logran superarlo.
El coágulo se forma, normalmente, en las venas de las piernas y acaba llegando al pulmón, explica Borja Ibáñez, director científico del Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC). Como los conductos se van estrechando según se acercan al órgano, se acaban obstruyendo con el trombo. El diagnóstico varía según el paciente, puede haber casos muy graves y otros que pasen desapercibidos, según el tamaño del tapón y la cantidad de venas afectadas.
El cardiólogo destaca que, por suerte, es una patología en la que el tratamiento se conoce muy bien, lo que facilita las cosas. "Hay gente que ingresa con una falta de aire muy brusca", señala. En estos casos necesitan ingreso hospitalario y pueden requerir de medicación que disuelva el coágulo. En otras ocasiones más leves, se diagnostica, pero no hace falta una intervención tan inmediata. Simplemente, se le recetan los medicamentos para diluir el trombo y para evitar otros desprendimientos de las venas de las piernas.
Algunos pacientes pueden acabar en quirófano para que les practiquen un cateterismo. En casos de coágulos recurrentes, continúa Ibáñez, los médicos pueden decidir colocar un filtro en la vena cava del paciente para evitar que estos lleguen hasta el pulmón.
¿Cómo es la recuperación?
La recuperación dependerá también de la gravedad del paciente. Un caso más o menos leve al que se le ponga tratamiento, puede volver a hacer vida normal en poco tiempo, indica el director científico del CNIC. "Tendrá que seguir tratamiento anticoagulante unos meses". Si no se encuentra el origen el trombo, el paciente puede tener que tomar estos medicamentos a largo plazo para evitar riesgos.
Por suerte, la mayoría de las veces, estas personas no suelen sufrir secuelas tras el episodio. Sin embargo, dependerá de la gravedad del tromboembolismo pulmonar. Quien lo sufre puede tener complicaciones posteriores si se queda sin flujo una zona muy grande del pulmón, indica el experto. "Puede provocar, incluso, un infarto pulmonar". Esto ocurre cuando hay ausencia de riego durante un tiempo y puede derivar en otros problemas en la función respiratoria y cardiaca.
La importancia de la prevención
La FEC informa de que existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir un tromboembolismo pulmonar. Los más importantes son: fracturas en las piernas o una cirugía reciente, una inmovilización prolongada de estos miembros (de más de tres días) y viajes prolongados (superiores a ocho horas). El cáncer, la quimioterapia, la obesidad y el tabaco también elevan las posibilidades de sufrir estos eventos.
El director científico del CNIC destaca que es importante que la gente sea consciente de esta información para poder actuar en consecuencia. También considera sustancial que las personas sepan reconocer los síntomas y, sobre todo, no restarles nada de importancia.
Si estando en reposo se nota bruscamente una sensación de falta de aire que se alaraga durante unos minutos, recomienda "llamar inmediatamente a emergencias y buscar atención médica". Aunque muchos casos de tromboembolismo pulmonar son leves y sin consecuencias, "las embolias pulmonares masivas es muy importante diagnosticarlas cuanto antes", subraya Ibáñez.