Descubren cómo funciona la 'memoria' celular de la obesidad que causa el 'efecto rebote' tras hacer una dieta
- Un nuevo estudio detecta los cambios en el ARN de las células adiposas que promueven la recuperación del peso perdido con dieta y ejercicio.
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La obesidad y el sobrepeso son considerados como la 'pandemia silenciosa' a la que se enfrentan los países desarrollados. Estos problemas metabólicos afectan a más de la mitad de los españoles, y aunque los cambios de hábitos en términos de alimentación saludable y ejercicio físico son indispensables, los tratamientos desafían las soluciones simplistas. La llegada de fármacos como los análogos del GLP-1 (Ozempic/Wegovy) han supuesto recientemente una nueva esperanza para los pacientes, pero el riesgo del 'efecto rebote' acecha tras la pérdida de peso.
Una nueva investigación publicada en la revista Nature ha desvelado por qué algunas personas tienen mayor tendencia a volver a engordar. El tejido adiposo, explican los investigadores de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich (Suiza), conserva un tipo de 'memoria' de la obesidad, que se manifiesta tras la pérdida de peso con cambios transcripcionales y epigenéticos a nivel celular. Esto facilita la recuperación de los depósitos de grasa tras adelgazar, según los experimentos realizados con células de ser humano y de ratón.
"Uno de los objetivos principales a la hora de tratar la obesidad para mejorar el estado de salud pasa por reducir el peso corporal para evitar complicaciones derivadas, como la diabetes de tipo 2 o la enfermedad de hígado graso", explica Ferdinand von Meyenn, investigador del ETH. El 'efecto yo-yo' o 'rebote' que sufren muchos pacientes tras haber conseguido mejorar su peso con terapia conductual es uno de los principales obstáculos que sufre la terapia.
El equipo de Von Meyenn observó que las células adiposas tanto en el tejido de los ratones como en el humano conservaban los cambios transcriptómicos pese a que se había producido una pérdida de peso "considerable". Para determinarlo, compararon secuencias de ARN extraídas de la grasa de 18 personas sin obesidad con las de otras 20 que sí lo eran, antes y después de perder al menos un 25% de su Índice de Masa Corporal tras ser intervenidas con cirugía bariátrica.
Se hizo lo mismo con ratones delgados y otros en los que se había inducido el sobrepeso antes de hacerles adelgazar. En el caso de los roedores, también se detectaron cambios epigenéticos, en la manera en el que el ADN se copia en el ARN para activar la expresión de los genes. Sumado a los cambios transcriptómicos, estos factores se relacionaron con una serie de procesos metabólicos, como la biosíntesis de los ácidos grasos y la formación de células adiposas. Todo ello tiene un efecto obesogénico que contribuye al rebote, alertan los autores.
"Este estudio es de alta calidad y emplea técnicas avanzadas como la secuenciación de ARN de un solo núcleo y el perfil epigenético para revelar que la obesidad induce cambios epigenéticos y transcripcionales persistentes en el tejido adiposo, incluso después de una pérdida de peso significativa", explica José Ordovás, director de Nutrición y Genómica en la Universidad Tufts de Boston (EEUU) y miembro de IMDEA-Alimentación (Madrid) y de CIBEROBN (Instituto de Salud Carlos III), en declaraciones a Science Media Centre.
Aún admitiendo las "limitaciones" del estudio, el especialista celebra las "significativas" implicaciones que puede tener este descubrimiento en el mundo real. "El estudio destaca la base biológica de la recuperación de peso, reduce el estigma y enfatiza la necesidad de intervenciones de apoyo a largo plazo. Abre vías para terapias dirigidas, como medicamentos o edición epigenética, para 'reiniciar’ la memoria del tejido adiposo y mejorar el mantenimiento de la pérdida de peso", detalla.
"Las estrategias personalizadas de control del peso podrían basarse en el perfil genético y epigenético de un individuo, mientras que las políticas de salud pública podrían priorizar la prevención y la intervención temprana para evitar el establecimiento de una memoria obesogénica", valora Ordovás. "Esta investigación proporciona una base para enfoques innovadores, integrando los hallazgos moleculares con las prácticas clínicas existentes para abordar la crisis mundial de la obesidad".