Robert F. Kennedy Jr en un evento de campaña de Donald Trump celebrado en el Madison Square Garden.

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Salud

La cruzada anticientífica de Kennedy Jr contra el flúor del agua porque "reduce el cociente intelectual de los niños"

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En Grand Rapids (Míchigan, Estados Unidos) pueden presumir de ser la primera ciudad del mundo que añadió flúor al agua potable para prevenir las caries. Una medida que, 80 años después de su aprobación, podría tener los días contados en EEUU, donde se estima actualmente que la fluorización del agua llega a cerca de 200 millones de ciudadanos.

El responsable de esta propuesta es el recién nombrado director del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), Robert F. Kennedy Jr., quien ha asegurado que la eliminación del agua reduciría el cociente intelectual de los niños, pese a que no hay ningún estudio sólido que respalde esta afirmación.

El vínculo entre agua fluorada y argumentos carentes de evidencia se remonta a mediados del siglo pasado. Y se mantuvo en los próximos años, como refleja la última carta del director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez: "Estábamos viendo la versión teatral del mítico Doctor Strangelove de Kubrick, en adaptación del genio de la sátira política Armando Ianucci (In the loop, La muerte de Stalin), cuando llegó, sin cambiar una coma, el diálogo original con que el general loco que manda sus bombarderos nucleares hacia Rusia justifica la decisión que provocará la extinción del planeta".

"¿Tu sabes por qué los comunistas nunca beben agua, sólo vodka?", le pregunta a su sorprendido asistente. "¿Has oído hablar de la fluorización del agua? La fluorización del agua es la conspiración comunista más monstruosa y peligrosa... Lo vienen haciendo desde 1946, coincide con la conspiración comunista de la postguerra. Una sustancia extranjera está siendo introducida desde entonces en nuestros fluidos sin nuestro consentimiento... Lo he notado en el acto sexual...".

Sin validez científica alguna

En esta ocasión, Robert F. Kennedy Jr. no ha mencionado una "conspiración comunista". Pero en su cuenta de X (antes Twitter) sí que ha relacionado el flúor del agua con la reducción del cociente intelectual, la artritis, las fracturas óseas, el cáncer de huesos, los trastornos del neurodesarrollo y las enfermedades de la tiroides".

El catedrático de Odontología Preventiva y Comunitaria de la Universidad de Valencia, José Manuel Almerich, considera que estas afirmaciones forman parte de una serie de teorías que se han acrecentado en la última década por la difusión en Internet de noticias con nula evidencia. Y es que la fluorización del agua también se ha vinculado a enfermedades renales, presencia de tumores o malformaciones genéticas. 

Aunque en ninguno de los tres casos, al igual que ha sucedido con el cociente intelectual, está respaldado por los expertos. "El argumento de los efectos nocivos no es válido científicamente", sentencia Almerich.

En 2020, la Agencia Canadiense de Medicamentos y Tecnologías Sanitarias (CADTH, por sus siglas en inglés) publicó una revisión de estudios realizados en países con niveles de flúor en el agua y condiciones socioeconómicas comparables, y no encontraron pruebas que asociaran la fluorización del agua y el cociente intelectual.

Reducción de las caries

Aunque el deseo de Robert F. Kennedy Jr. de eliminar el flúor del agua en todo el país aún son palabras sin ninguna base científica, a nivel local ya se ha materializado. En concreto, ha sido en Winter Haven (Florida). El pasado 12 de noviembre, el comisionado de la ciudad votó a favor de eliminar el flúor del agua potable. Se espera que esta práctica, que comenzó en 1986, finalice el 1 de enero del próximo año.

El alcalde de la ciudad, Brian Yates, defendió esta postura puesto que "el gobierno no debería involucrarse en la atención médica ni en lo que ingresa en el cuerpo de los ciudadanos". "Por definición, la salud pública es Estado y significa no dejar que las personas se suban al coche borrachas", espeta Salvador Peiró, especialista en Salud Pública del Fisabio (Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana).

En el caso de la fluorización del agua, de hecho, las medidas aprobadas por desde las distintas administraciones en este sentido sirvieron para reducir de forma considerable el nivel de caries en la población. En España, se pasó de hasta 12 caries por individuo a estar por debajo de una carie de media en los niños de 12 años. "Es una medida de salud pública muy equitativa porque llega a toda la población y a muy bajo coste", señala Óscar Prieto, presidente del Consejo General de Dentistas.

Al igual que sucedió en España, donde ninguna comunidad fluora sus aguas, EEUU ha reducido los niveles de fluorización del agua potable puesto que buena parte de la población tiene acceso a pastas dentífircas fluoradas. Y un exceso de flúor podría causar la aparición de fluorosis dental, la cual puede "comprometer la estética dental", pero en ningún caso supone un grave problema de salud.

Lo que sí debe mantenerse es unos niveles mínimos que eviten la aparición de las caries. Por ello, como apunta Almerich, la eliminación de la fluorización de las aguas debe ir acompañada de programas de atención odontológica comunitaria, sobre todo en niños, que promuevan el uso de pastas fluoradas.

Otra de las consecuencias que podría tener la propuesta de Robert F. Kennedy Jr. guarda relación con el consumo de azúcar: "La fluorización puede estar afectando como factor nivelador de los niveles de azúcar, por lo que suprimirla podría hacer que desaparecieran esos beneficios", concluye Almerich.