Una de las imágenes más habituales en las series y películas sobre médicos y hospitales es la del cirujano que pone música en quirófano. De hecho, puede que esta sea una de las pocas cosas reales que muestran este tipo de ficciones. Sin embargo, ahora no son solo los profesionales sanitarios quienes eligen la lista de reproducción que sonará durante una intervención. Al menos, así es en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, que permite a los pacientes elegir las canciones que escucharán durante el proceso.
Este tipo de situaciones pueden generarle miedo al paciente y puede estar bastante nervioso. En el hospital han visto que la música es un "elemento tranquilizador", sobre todo con los que llegan estresados a quirófano, indica Silvia Orozco, enfermera de quirófano del centro médico.
Una vez que el paciente está en la mesa de operaciones, y antes de empezar el procedimiento, una de las enfermeras le pregunta qué quiere escuchar. Una vez que el paciente comunica sus preferencias, se hace una búsqueda "rápida" en YouTube y se reproduce la música que ha escogido.
Las canciones que les ponen pueden tapar el ruido de las conversaciones entre los profesionales o el que generan los motores del instrumental en intervenciones de traumatología, agrega. También han observado los beneficios de esa conversación previa a la intervención para saber sus gustos musicales. "Es una forma de entablar una relación terapéutica para que se vayan calmando".
La sanitaria explica que este es un servicio que se ofrece desde hace dos años a quienes van a someterse a una operación en la que no se emplea anestesia general. Es decir, el paciente está despierto durante el procedimiento. Se trata de intervenciones ambulatorias, como una fractura de brazo, una artroscopia de rodilla o la eliminación de un tumor cutáneo, entre otros.
La enfermera deja totalmente claro que las canciones no interfieren para nada en el proceso que se lleva a cabo en el quirófano. El paciente no puede oír el ruido que hace el instrumental, pero las enfermeras y los doctores pueden escuchar perfectamente los pitidos que emiten máquinas como las que monitorea el corazón o la presión arterial. "No pasa por encima de ningún estándar de seguridad".
Además de la música, en el quirófano también disponen de pantallas en las que pueden poner imágenes o vídeos que ayuden a los pacientes a relajarse. Normalmente, suelen emplear fotografías de playas y otros paisajes, detalla Orozco. En esto, la persona a la que intervienen también puede comunicar sus preferencias para ver lo que más le guste. De esta manera, el entorno puede parecerlo menos agresivo, señala.
Aunque este servicio se ofrece mayoritariamente a personas que están despiertas mientras las operan, pueden disfrutarlo igualmente algunos pacientes con anestesia general. En este caso, eligen la música que quieren oír antes de la sedación y, una vez dormidos, el equipo médico puede continuar con sus propias preferencias. Esta práctica ya se ha realizado con pacientes con cáncer: "Se duermen en un ambiente más confortable".
El equipo de Orozco también ha empleado esta práctica con personas con autismo o con alzhéimer. Con estos pacientes sí que suele emplearse la sedación completa, explica la sanitaria. En algunos casos puede ser necesaria la contención mecánica para hacerlo debido a su reacción a causa del estrés o el miedo. En estos casos se usa antes de que se duerman y después, cuando van a despertar. "Se les pone la misma canción para reducir la confusión", detalla la enfermera.
La enfermera y sus compañeros comenzaron a poner en práctica este método cuando el hospital abrió su nuevo centro quirúrgico. No podría hacerlo sin la tecnología con la que cuentan. Sus quirófanos cuenta con altavoces instalados en el techo y grandes pantallas. Aunque siempre se ha usado la música en cirugía, estos sistemas se lo hacen "más fácil", reconoce.
Gustos muy variados
Los gustos musicales que pueden ver en el quirófano son tan variados que Orozco no sabe hablar de patrones. "Depende mucho del rango de edad", destaca. Mientras que los más jóvenes suelen pedir música "más actual", los mayores suelen decantarse por estilos como la copla, la zarzuela o la música clásica. Eso sí, nunca falta quien sorprende: "Han venido abuelitas que nos han pedido que les pongamos rock", cuenta. Incluso, otro paciente, les pidió que pusieran un grupo de música de evangélica.
Como las intervenciones son cortas, de una media hora, la variedad musical en un día puede ser sorprendente. Para ilustrarlo, la sanitaria cuenta el desarrollo de la tarde del pasado lunes. Su equipo realizó 15 operaciones y pasaron por artistas tan variopintos como José Luis Perales, Joaquín Rodrigo o Manuel Carrasco. "Tuvimos actuaciones de todos los tipos", narra.
A pesar de que a veces tengan que escuchar música que puede que no les guste, la enfermera reconoce el beneficio que tiene en los pacientes. "Se hace por ellos". Orozco expone que, en general, quienes pueden disfrutar de este servicio terminan bastante satisfechos. De hecho, la sanitaria afirma que es algo que reflejan en las encuestas de satisfacción del hospital. "Lo valoran muy positivamente".