Los robots se han convertido en uno de los avances más importantes para la cirugía de los últimos años. Su presencia se ha limitado, hasta el momento, a intervenciones programadas. Aunque ahora los robots también operan de urgencia.
En algunos países del mundo, en realidad, ya se había utilizado con este fin. Pero siempre eran "usos esporádicos" porque el de urgencias es el escenario más complicado, ya que los pacientes están en peores condiciones y la incertidumbre sobre el procedimiento es mayor.
En el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona se plantearon hace aproximadamente un año utilizar la tecnología robótica bajo un programa estructurado. En este tiempo, no sólo lo han conseguido, sino que se han convertido en los primeros de Europa en hacerlo.
"No nos lo planteamos para ser pioneros ni revolucionarios", asegura a EL ESPAÑOL José María Balibrea, director de la Unidad de Cirugía de Urgencias del hospital público catalán. "Creemos firmemente en el principio de que para ser líder tienes varios caminos: uno es ser el único, otro es ser el primero, pero lo importante es ser el mejor".
Una consecuencia inevitable
La particularidad del robot Da Vinci es que, a diferencia de sus compañeros, está disponible para operar las 24 horas de los 365 días del año. Aunque aún no ha alcanzado este periodo de experiencia, en el primer mes de funcionamiento (comenzaron a utilizarlo el pasado 21 de octubre) la respuesta está siendo mejor de lo que se esperaba. "Y no hemos hecho una selección conservadora", dice Balibrea, que espera publicar el próximo año los resultados del programa.
Uno de los obstáculos a los que se enfrentan los cirujanos de urgencias es que no son especialistas en todas las patologías que atienden. Por el momento, el robot permite realizar perforaciones en el estómago, hernias complicadas, obstrucciones intestinales, colecistitis o apendicitis.
La principal limitación de la tecnología actual es la cirugía conocida antiguamente como 'a vida o muerte'. Aunque en el corto plazo la intención es que también participe en intervenciones más complejas. Y es que las ventajas de las operaciones con equipos robóticos van más allá de la total disponibilidad y el amplio conocimiento.
Además de una precisión milimétrica y menor riesgo de complicaciones postoperatorias, también ofrecen una reducción del tiempo de recuperación, como se ha demostrado con una de las primeras pacientes operadas de urgencia con el robot. A la mujer de 81 años, que sufría una inflamación de la vesícula biliar, le han dado de alta sin incidencias y antes de lo previsto.
Al igual que sucede con las programadas, en la cirugía robótica de urgencias un cirujano se encarga de la consola mientras otro se encuentra "al lado del paciente". Este escenario podría desaparecer "a corto plazo", con el riesgo que supondría para los propios profesionales: "Es una consecuencia inevitable de los tiempos".
Aunque no habrá cirugías autónomas (aquellas sin presencia humana) en un futuro cercano, probablemente "se necesitarán menos cirujanos para una misma operación". Sin embargo, no lo ven "como una amenaza" para su futuro laboral: "No damos abasto. Actualmente, se dejan de hacer decenas de miles de cirugías por falta de personal, por lo que quedarán más cirujanos libres para otras intervenciones que hagan falta".
Evitar que sea "elitista"
Para el primer año, el objetivo es tener un uso aproximado de unos 250 casos. En el primer mes, ya han llegado a la treintena de pacientes. Y como la afluencia a urgencias en un hospital como el Germans Trias i Pujol es "muy grande", lo más probable es que se superen las previsiones.
Están llevando a cabo "un control muy estricto" para verificar cómo está funcionando el programa desde tres puntos de vista. Uno de ellos es el económico, "no puede ser más caro que lo que había antes". Aun así, quedan pocas dudas de que "la cirugía robótica ha llegado para quedarse". "Nosotros", apunta Balibrea, "lo único que hemos hecho ha sido 'golpear' primero".
De este 'golpe' no sólo se han beneficiado unos pocos. Aprovechando la inercia del proyecto, se ha formado a todo el servicio en robótica: "Supone una gran oportunidad para democratizar el acceso al robot, y que no sea exclusivo de élites quirúrgicas ni de estrellas de quirófano".
Éste era uno de "los principales objetivos" de Balibrea, quien también trató de rebajar las expectativas entre su equipo. "No quería que fuera un gran acontecimiento. No quería que tuviésemos la sensación de haber llegado a América ni a la Luna".
"Cuando uno cumple su deber", prosigue el cirujano, "se puede alegrar, pero la mentalidad de nuestro hospital es estar pensando en qué es lo siguiente". Tanto es así, que ya piensan en cómo aplicar la realidad aumentada en tiempo real en el entorno quirúrgico. Una de las pruebas que están realizando permite al cirujano experto permanecer en su casa mientras ayuda al compañero que está de urgencia.