¿Podremos curar el alzhéimer en el futuro con una operación? Es lo que tratan de averiguar los médicos chinos
- Varios investigadores del país asiático están probando drenajes linfáticos para 'limpiar' las neuronas de desechos proteicos.
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"La memoria de mi madre está estabilizándose y mejorando, y es capaz de completar tareas diarias del hogar". La cita es de la hija de una paciente de alzhéimer de 70 años a los cinco meses de haber sido intervenida con una cirugía aparentemente sencilla.
Con esa frase acaba una carta de investigación publicada en la revista médica BMJ General Psychiatry enviada por médicos e investigadores de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, en China.
En esta carta, los autores afirman que la paciente, cinco meses antes, reportaba pérdidas de memoria con ansiedad y depresión intermitente desde el año 2018, habiendo empeorado notablemente la memoria en los últimos 12 meses.
El pasado enero fue sometida a una descompresión del sistema linfático, una intervención sencilla que se suele utilizar para tratar linfedemas, es decir, una hinchazón de las extremidades causada por la obstrucción de los canales linfáticos del organismo. Solo que en lugar de practicarla en una pierna, el drenaje se dirigía al sistema nervioso central.
La idea que sostienen estos científicos es que la acumulación de placas de proteínas beta amiloide y tau, característica de la enfermedad de Alzheimer, se produce por el bloqueo del sistema glinfático, una vía de limpieza de desechos del sistema nervioso. Al drenarlo, se eliminan gran parte de esas placas y la persona frena el deterioro.
Los autores han realizado la misma intervención a otras cinco personas, observando solo un efecto adverso importante (un caso de delirio, dicen, debido a la anestesia y que se solucionó en los primeros tres días) y una mejora en las funciones cognitivas, especialmente en la capacidad de atención y el tiempo de reacción.
Aunque explican que publicarán próximamente los resultados completos del estudio, decidieron contar este caso, el primero en finalizar el seguimiento de cinco meses, ante los buenos resultados observados.
"Parece una idea naif, pero a veces las ideas naif han funcionado", reconoce David Pérez Martínez, jefe de los servicios de Neurología de los hospitales 12 de Octubre y La Luz y portavoz de la Sociedad Española de Neurología.
Se refiere al proceso de eliminar los desechos cerebrales "mediante un bypass en el cuello entre el sistema linfático y el venoso", facilitando la eliminación de las proteínas que se acumulan en los cerebros de las personas con la enfermedad.
Muy poca información
Sin embargo, hay muchas cosas que le hacen tomar estos resultados con mucha precaución. La primera, que es una línea de investigación muy alejada de las actuales y, por tanto, con muy poca evidencia científica a su favor.
La segunda cuestión es que se trata de un único caso y con un seguimiento de tan solo cinco meses. Ni siquiera se habla de un ensayo clínico, donde hay requisitos estrictos para evitar posibles confusiones en los resultados.
"No sabemos cómo ha sido la selección de pacientes, y ahí puede haber un sesgo. Hace falta un grupo de control para comparar los resultados y, además, cuando hablamos de rendimiento cognitivo, el efecto placebo es importante tanto para el paciente como para el evaluador".
La tercera razón es que el objetivo de esta intervención es similar al de los tratamientos farmacológicos que están irrumpiendo en la actualidad, la eliminación de las placas amiloides, pero esto no ha demostrado, de momento, grandes beneficios en los pacientes de alzhéimer.
Europa acaba de aprobar el primero de estos medicamentos, Leqembi, pero "estas terapias no curan la enfermedad: en el mejor de los casos enlentecen su curso", recuerda Pérez Martínez.
La cuarta es que China no tiene los estándares de transparencia occidentales, lo que hace más difícil juzgar los resultados reportados. "Si esto lo hubiera publicado una institución pública europea o americana, tendría más impacto porque los criterios de calidad y seguridad son transparentes y fiables; aquí no digo que estén mal, pero ofrecen menos confianza".
Al equipo de la Universidad Jiao Tong de Shanghai se le han sumado algunos más. La base de datos Clinicaltrials.gov recoge tres ensayos de este tipo, todos en China y solo uno de ellos está reclutando pacientes en la actualidad, los otros dos están pendientes de comenzar.
El activo se trata de un ensayo clínico que busca evaluar la efectividad de esta intervención junto a Leqembi, frente al tratamiento estándar utilizando solo dicho fármaco.
Lo realizan médicos del Zhejiang Provincial People's Hospital, situado en la costa oriental del gigante asiático, y pretende incluir un total de 60 pacientes, que serán asignados aleatoriamente a cada uno de dichos grupos, realizándoles un seguimiento durante los 12 meses siguientes. Está previsto que el ensayo esté completado para agosto de 2026.
El portavoz de la Sociedad Española de Neurología insiste en que hay muy poca información sobre este tipo de intervención. "Yo no la probaría en ninguno de mis pacientes ni lo recomendaría hasta no tener información clara sobre el beneficio y las complicaciones a corto medio plazo, entre 12 y 18 meses".
Insiste en que con un número de casos tan pequeño no puede plantearse un ensayo clínico formal que resuelva las dudas sobre su eficacia y seguridad. "El problema es que mucha gente desesperada toma un avión, se planta en Pekín y al final acaba operado. Me da miedo porque esto ha pasado previamente y, al final, el único beneficiado es el centro que ofrece la intervención".