La prevalencia de diabetes en España ya roza el 15% y su diagnóstico viene
acompañado de una larga lista de comorbilidades. Una de ellas es la
retinopatía diabética (RD). Esta patología es la quinta causa de pérdida de
visión a nivel mundial. Por eso, las investigaciones y los avances en este
campo son cruciales para mejorar la detección y el abordaje.
El Dr. Juan Donate, jefe del servicio de Oftalmología en el Hospital Universitario
La Luz, situado en Madrid y perteneciente Grupo Quirónsalud junto con su
equipo y en colaboración el Dr. Rodrigo Abreo del Servicio de Oftalmología de
Ntra Señora de la Candelaria han desarrollado y evolucionado un algoritmo de
Inteligencia Artificial para el cribado de la RD utilizando sistemas de
retinografías sin dilatación pupilar, un proyecto que ha recibido el Premio
Innovación Tecnológica de los Premios de Investigación Quirónsalud.
Actualmente, la RD se diagnostica en revisiones oftalmológicas, incluyendo
de manera sistemática un examen de fondo de ojo que incluye exloración por
retinólogo, tomografías de coherencia óptica y otros test de práctica habitual .
En función de su estado metabólico y de los datos analíticos, se establece una
frecuencia del control.
El procedimiento clásico precisa la visita del paciente a un especialista cada
cierto tiempo para documentar si ha desarrollado la afección y en qué grado lo
ha hecho en caso de que haya ocurrido, explica Donate. En los últimos 20 años
se han intentando implantar circuitos de telemedicina, en los que el paciente se
acerca a centros donde un técnico u otro personal sanitario realiza a los
pacientes de riesgo, una retinografía que ha de ser validado en todos los
casos por facultativos entrenado a tal efecto.
Desde su situación, Donate lamenta que esto no ha sido posible implantarlo en toda la red nacional, bien por motivos estructurales del sistema o por no existir los recursos suficientes para ello. No obstante, reconoce su utilidad: "Donde ha funcionado, lo ha hecho razonablemente bien".
Una de las opciones es que el paciente visite a un especialista cada cierto tiempo para ver si ha desarrollado la afección y en qué grado lo ha hecho en caso de que haya ocurrido, explica Donate. En los últimos 20 años también se ha llevado a cabo el cribado en el que se les hace, a las personas de riesgo, una retinografía y un examen de fondo de ojo para conocer el estado de la retina. El oftalmólogo lamenta que esto no ha sido posible implantarlo en toda la red nacional. No obstante, reconoce su utilidad: "Donde ha funcionado, lo ha hecho razonablemente bien".
El siguiente paso, dice el experto, es mejorar ese proceso de cribado incorporando sistemas de IA entrenados, validados y certificados que sean capaces de hacer el diagnóstico a través de una fotografía "con cierta calidad", señala.
Donate y su equipo han diseñado y evolucionado un algoritmo que permite realizar este proceso subiendo las imágenes a una plataforma en nube seguro, certificada para uso sanitario. El objetivo es que el sistema pueda implantarse a nivel nacional, pero también utilizarse en plataformas seguras "en cualquier punto del mundo". De esta forma, asegura, se puede agilizar el cribado y hacer más diagnósticos de manera instantánea sin intervención humana con unos costes "muy contenidos", de los que ya sabemos son coste-eficientes frente al model estándar.
Ahora, terminados los trámites técnicos, están a la espera para recibir la certificación que permita usar el sistema sin intervención humana. Es decir, no tendría que precisar que un oftalmólogo revise los resultados, solo haría falta un técnico que se encargara de subir las fotografías a la plataforma. "El algoritmo ha demostrado ser al menos tan eficaz que examinadores expertos", asegura el Dr. Donate.
El objetivo del cribado es diagnosticar el problema antes de que ocurra y, si no es posible, hacerlo en la fase más temprana posible. Para el oftalmólogo la IA es crucial en este proceso y es muy necesario incorporarla para poder afrontar el reto que suponen las nuevas tecnologías. Utilizar un algoritmo como el que ha diseñado supone tener "un especialista trabajando 24 horas al día, siete días a la semana de manera continuada en cualquier punto de nuestra red sanitaria con resultados asegurados".
El Dr. Donate defiende que la IA no es el futuro, sino el presente. Por eso, cree que desde los organismos competentes se debería trabajar para agilizar y acelerar la implantación de este tipo de procesos para aprovechar por completo los avances tecnológicos. "Ya vamos tarde", sentencia.
Prevalencia de retinopatía aguda
La RD es una afección que daña los vasos sanguíneos de la retina entre otrods órganos. Se calcula que, en España, afecta a casi un 54% de las personas con diabetes tipo 1 y a entre un 20% y un 34% de los pacientes con diabetes tipo 2, según diferentes estudios, relata el Dr. Donate. Esta complicación aparece, sobre todo, en situaciones en los que la enfermedad metabólica está mal controlada, señala el especialista. Por eso, el cribado y la detección precoz de cualquier alteración en la retina "es importante y debería ser imperativo en nuestro entorno", destaca.
Los síntomas con los que cursa son variados. En fases iniciales, la persona puede sufrir visión borrosa o notar manchas en el campo de visión. En procesos más avanzados, pueden llegar ceguera e incapacidad si no se diagnostica a tiempo y se lleva el control adecuado de esta complicación. El primer paso para ello es detectar a los pacientes de riesgo.
Si se da con la clave adecuada, el paciente puede experimentar una mejoría e, incluso, remitir la RD. Sin embargo, el oftalmólogo advierte de que eso tampoco es el final. Esta afección no deja de ser una comorbilidad de la diabetes, aunque a alguien se le cure, la enfermedad metabólica sigue estando y debe controlarla a través de las revisiones médicas y unos hábitos de vida saludables.