Juan Rodríguez de Rivera
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Leer los prospectos de los medicamentos puede ser aterrador y, sobre todo, de aquellos que tomamos con más frecuencia para aliviar malestares. Cualquier medicamento puede tener importantes efectos secundarios y esto debería ayudarnos a tomar conciencia de que no debemos tomarlos a la ligera. Siempre será un acierto consultar en el centro de salud o en la farmacia antes de tomarnos un medicamento con fama de ser inocente. 

Aunque parezca increíble, algunos de los medicamentos que todos tenemos en nuestra casa, y que probablemente hemos tomado en los últimos días, se han relacionado con posibles problemas de corazón a largo plazo. Así los ha explicado el cardiólogo Aurelio Rojas en uno de sus últimos vídeos para su perfil de Instagram en el cual ha señalado a un total de tres medicamentos y admite que incluso a él le sorprendieron.

El abuso de ciertos medicamentos ha llegado incluso a relacionarse en estudios con más riesgo de cáncer. Ahora bien, si los médicos siguen recomendando algunos de estos es porque la evidencia de esa relación no siempre está clara o el riesgo aumenta cuando se aporta una dosis muy alta. En muchos otros casos el beneficio de usar esos medicamentos es mayor a sus riesgos. Pero, por eso, es tan importante consultar con expertos.

El primer grupo de medicamentos que Rojas ha señalado ha sido el de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Probablemente este nombre no nos sugiera nada, pero a este grupo pertenecen medicamentos tan conocidos como el ibuprofeno, el naproxeno o el dexketoprofeno. "Es posible que lo hayas tomado ayer o te lo hayan dado en la farmacia sin receta", explica Rojas. 

"Este tipo de medicamentos, cuando se toman mucho, tienen la capacidad de agregar tus plaquetas y contraer tus vasos sanguíneos", señala el cardiólogo, que añade que este efecto puede terminar por generar un aumento del riesgo de hipertensión, infarto, insuficiencia cardíaca, renal o ictus. "Así que te recomiendo que, si eres una persona que tiene factores de riesgo o ya tienes problemas de este tipo, evites estos medicamentos".

En estos casos, Rojas recomienda que se consulte con un médico qué analgésicos pueden ajustarse mejor a las necesidades de estos pacientes. Los efectos que aportan los AINE se pueden llegar a encontrar utilizando medicamentos alternativos, pero también un médico podría decidir controlar la dosis y adaptarla a los pacientes con estas necesidades.

Antibióticos

El segundo grupo de medicamentos que se ha relacionado, según Rojas, con problemas a la larga en el corazón es el de los antibióticos. El cardiólogo explica que incluso él se sorprendió al conocer este posible efecto secundario "porque se utilizan en el mundo entero y en especial los antibióticos tan frecuentes como los que utilizamos para tratar infecciones respiratorias superiores, como de garganta o de bronquios".

Los antibióticos a los que se refiere son la azitromicina y las fluoroquinolonas y el problema es que estos "tienen la capacidad de alterar la conducción eléctrica dentro del corazón y, por lo tanto, pueden desencadenar algunos tipos de arritmias", señala Rojas. Estas arritmias pueden estar provocadas por la prolongación del intervalo QT, que es la manera en la que se mide la actividad eléctrica del corazón.

Por esta razón, Rojas sostiene que deberíamos valorar con nuestro médico alternativas si en nuestra familia o nosotros mismos tenemos historia de palpitaciones, taquicardia o problemas de corazón. El abuso de antibióticos se ha relacionado con varios problemas, como la proliferación de cepas de bacterias resistentes e, incluso, se está estudiando como un posible factor de riesgo de la aparición de cáncer colon.

Protectores de estómago

Por último, Rojas ha señalado al más conocido entre los protectores de estómago, el omeprazol. "Aunque muchas personas tienen que tomar inhibidores de la bomba de protones (IBP) para proteger su estómago si tienen acidez, reflujo o problemas gástricos, hay muchos estudios en los que su uso a largo plazo se ha asociado con el déficit de la absorción de magnesio", explica el cardiólogo en el vídeo.

Se trata de un mineral fundamental, según explica, para mantener un ritmo cardíaco adecuado y, por tanto, podrían aumentar el riesgo de tener arritmias cardíacas, "que son muy peligrosas", señala. "Así que te recomiendo que, si tienes que usar este tipo de medicamentos porque tienes problemas estomacales, te suplementes debidamente con magnesio mientras lo haces y lleves a cabo una alimentación variada y equilibrada".

Rojas recomienda que no utilicemos el omeprazol de manera crónica para evitar estos problemas. Un estudio del año 2017 relacionó el consumo de IBP con un mayor riesgo de padecer cáncer gástrico en los pacientes infectados con Helicobacter pylori. Pero la comunidad científica no se pone de acuerdo en cuanto a esta asociación, como explica esta noticia de EL ESPAÑOL, y otro metaanálisis explicó que esta asociación no estaba probada por completo. Sí que reconoce que el abuso de los IBP está creciendo en el mundo.