El cáncer colorrectal es el más frecuente en los países occidentales: en España se diagnostican más de 40.000 nuevos casos anuales, y en Estados Unidos, la Asociación Americana del Cáncer advierte de que causa 53.000 muertes anuales aunque la tasa de remisión se acerca al 90% cuando se detecta en fase temprana.
Cheryl, que fue diagnosticada a los 44 años con un tumor de colon en fase 3, trata de sensibilizar desde su cuenta de Tik Tok (@just.cherl): aunque evoluciona positivamente desde 2012, su tratamiento hubiera sido más efectivo de no haber ignorado los síntomas.
"¡No hagáis como yo!", advierte a sus seguidores. "Si de verdad tenéis problemas, acudid al médico. ¡La detección temprana es la clave!". La estadounidense recuerda que las tasas de cáncer colorrectal en menores de 50 están aumentando en las sociedades industrializadas, algo que se vincula con la alimentación ultraprocesada, los contaminantes ambientales, el tabaco o el alcohol entre otros factores.
"Es normal tener miedo o estar nerviosos. ¡Pero no hasta el punto de no hacer nada!", insiste Cheryl. El primero de los cinco síntomas que pide vigilar es el dolor abdominal tras comer, que ella atribuyó a intolerancias alimentarias. "Cada vez que comía, me ponía mala. Me volví introvertida porque no podía salir a comer, me daba vergüenza tener que ir enseguida al baño. Si después de dos o tres comidas te sigue doliendo el estómago, algo va mal".
Otro de los síntomas es el estreñimiento, especialmente si aparece de pronto cuando tenías un tránsito intestinal regular y se prolonga durante semanas o meses. Si las heces son muy delgadas, o si se sufren diarreas severas, puede ser a causa de un tumor en la zona del colon. "Podía pasarme tres o cuatro días sin ir al baño, y de repente, sufría diarrea. Si me hubieran realizado la colonoscopia entonces, quizás habrían detectado los pólipos precancerosos".
El tercer síntoma correspondería al déficit de hierro. En este caso, Cheryl empezó a sufrirlo cuando era veinteañera. Pero la anemia ferropénica se presenta en entre el 30% y el 75% de los casos de cáncer colorrectal, a causa del sangrado en la zona del tumor que provoca la pérdida de glóbulos rojos.
Precisamente la aparición del sangrado en heces es el cuarto de los síntomas clave. Cheryl sí se dio cuenta de que sangraba tras usar el papel higiénico, pero lo atribuyó a hemorroides, que había sufrido décadas antes. Pero la sangre fue tomando un color cada vez más oscuro. "Entonces pensé que era una úlcera". La combinación de síntomas, no obstante, debería haberla convencido para acudir al especialista.
Con todo, hay un quinto síntoma sistémico que no está relacionado con el sistema gastrointestinal, pero que también debería poner en guardia. Se trata del dolor de pecho y los mareos que Cheryl sufría al realizar actividades físicas. Cuando recibió el diagnóstico, le explicaron que eran a causa de la reducción de su flujo sanguíneo. "Toda mi sangre iba para los tumores", explica.