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El director del INBA, Dr. Alejandro Andersson.
Alejandro Andersson, neurólogo: "Este magnesio es prometedor para prevenir el deterioro neurológico"
De todas las clases de magnesio, hay una que es clave para el cerebro según el neurólogo y experto Alejandro Andersson.
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El magnesio es el cuarto mineral más abundante en el organismo, detrás del sodio, del calcio y del potasio. De hecho, funciona como cofactor en más de 300 sistemas enzimáticos celulares y tiene un papel muy importante en la homeostasis cardiovascular, como se detalla en la Revista Española de Cardiología. Sin embargo, su deficiencia es más común de lo que se cree y puede tener efectos adversos en múltiples sistemas del cuerpo.
La insuficiencia de magnesio se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, alteraciones neuromusculares y una disminución en la densidad ósea. Según diversos estudios, factores como una dieta pobre en alimentos ricos en magnesio, el consumo excesivo de alcohol, el estrés crónico y ciertas condiciones médicas como la diabetes tipo 2 pueden contribuir a niveles insuficientes de este mineral.
Además, una baja ingesta de magnesio puede afectar la función mitocondrial y el equilibrio de neurotransmisores, lo que explicaría su relación con trastornos del estado de ánimo y la fatiga crónica. En este sentido, las investigaciones científicas destacan la importancia de garantizar un adecuado aporte de este nutriente a través de la alimentación o en algunos casos, mediante suplementación controlada.
Pero de todos los tipos de magnesio que hay, existe uno que es clave para el cerebro, así lo afirma, en 'La Prensa Gráfica', el neurólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, Alejandro Andersson. El experto explica que este mineral desempeña un rol crucial en la neurotransmisión o lo que es lo mismo, la comunicación entre las neuronas.
Una función importantísima que ocurre porque el magnesio actúa como un modulador de ciertos mensajeros químicos, como el glutamato, que es excitatorio, y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), que cuenta con propiedades inhibidoras: "Estos mensajeros químicos son esenciales para mantener el equilibrio entre la excitación y la inhibición en el cerebro", detalla.
El mejor magnesio para el cerebro
Entre los principales beneficios del magnesio, Alejandro Andersson destaca sus efectos neuroprotectores, la prevención del daño cerebral y la mejora del sueño, el estrés y la ansiedad. Todos estos beneficios, han llevado a una creciente popularidad del magnesio a través de todo tipo de formatos de consumo.
Pero al mismo tiempo que existen cada vez más formatos para consumirlo, también podemos encontrar en el mercado todo tipo de variedades de magnesio diferentes y cada una con sus propiedades específicas. Pero ¿cuál de ellas es la más recomendada para nuestro cerebro?.
Según Andersson, la más efectiva sería el magnesio treonato. Esta variedad de magnesio es considerada la mejor para la salud del cerebro debido a su capacidad única para cruzar la barrera hematoencefálica (BHE). Este es un aspecto fundamental porque "el cerebro está aislado, separado del resto de los líquidos del cuerpo y por esta lejanía los remedios tienen mayor dificultad para llegar a las neuronas y traspasar la BHE". Una función que "son pocos los tipos de magnesio que pueden hacerla", explica.
Una vez que el magnesio treonato consigue cruzar esa barrera, promueve procesos claves para el cerebro, como la plasticidad sináptica, la cual es la capacidad de generar nuevas conexiones neuronales. Un aspecto que fomenta la mejora de la memoria, el aprendizaje, la cognición y que "es prometedora para tratar enfermedades neurodegenerativas y prevenir el deterioro neurológico", asegura.
Otras variedades y recomendaciones
Además del treonato, el doctor Andersson menciona que otras variedades de magnesio, como el malato y el glicinato. Estas también pueden aportar beneficios para la salud cerebral, pero cada una tiene su dosis específica y es importante entender que el magnesio debe considerarse siempre un complemento y no un tratamiento en sí mismo.
El experto también advierte sobre los riesgos de la automedicación, ya que el consumo sin supervisión puede interferir con la absorción de ciertos medicamentos, como los antibióticos y disminuir su efectividad. Lo mejor siempre, antes de incorporar suplementos, es consultar antes con un profesional. De esta forma se asegurará un uso seguro y adaptado a las necesidades individuales dentro de un estilo de vida saludable.