Una pareja en la cama.

Una pareja en la cama. Istock

Salud

La generación Z practica el sexo menos que sus abuelos: los jóvenes vírgenes se han duplicado en la última década

Algunos estudios lo relacionan con el descenso de los matrimonios, otros con la importancia que ha ganado el consentimiento en las relaciones.

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Si perteneces a la generación Z, quizás te sorprenda saber que tus abuelos tenían sexo con bastante más frecuencia que tú cuando tenían tu edad. Y, es más, parece que tus abuelos tuvieron más sexo que tus padres. A lo largo de los países occidentales están surgiendo encuestas que vienen a confirmar lo mismo: nos encontramos inmersos en una recesión sexual. Es decir, que las nuevas generaciones van teniendo menos sexo que las anteriores.

La última de ellas acaba de publicarse en Estados Unidos, la Encuesta Nacional sobre el Crecimiento de las Familias (NSFG, por sus siglas en inglés) afirma que en los últimos años ha crecido el número de vírgenes entre los 22 y los 34 años. "Mientras que las generaciones anteriores venían de una mayor represión y se lanzaron a tener sexo, los Z parecen estar más interesados en definir su identidad sexual o de género", explica Ana Lombardía, sexóloga y experta en salud y bienestar sexual de We-Vibe.

En el período entre 2013 y 2015, la NSFG calculó que un 4% de los hombres y un 5% de las mujeres entre los 22 y los 34 años eran vírgenes. Ahora, sin embargo, la virginidad es más común entre los hombres. Los resultados tomados entre 2022 y 2023 apuntan a que el 10% de los hombres y el 7% de las mujeres de entre 22 y 34 años son vírgenes. Eso sí, también ha caído la frecuencia entre quienes sí se han estrenado.

Los más jóvenes parecen haberse sacudido esa presión por tener que lograr encuentros sexuales, explica Lombardía. Cuando les preguntaban a estos jóvenes si habían tenido relaciones sexuales en el último año, el 9% de los hombres y el 8% de las mujeres respondían negativamente entre 2013 y 2015. En la ronda de consultas entre 2022 y 2023, eran el 24% de los hombres y el 13% de las mujeres. 

¿Y si estrechamos más el círculo? Cuando preguntaron a estas personas si habían tenido relaciones sexuales en los últimos tres meses, el 20% de los hombres y el 21% de las mujeres decían que no en el período 2013-2015. En 2022-2023 ha aumentado hasta el 35% de los hombres y el 31% de las mujeres. El Instituto para el Estudio de la Familia (IFS, por sus siglas en inglés) culpa a la caída de la monogamia de estos datos.

"Las personas casadas tienen más sexo y para la mayoría de los jóvenes adultos el matrimonio está teniendo lugar cada vez más tarde o, directamente, no está sucediendo", asegura este organismo. Sí, Lombardía coincide en que la monogamia en la generación de nuestros abuelos y padres daba lugar a más frecuencia sexual, "pero las relaciones se daban cuando quería el hombre, sólo importaba su deseo".

El sexo ha cambiado en Francia

Nuestra vecina Francia también ha confirmado que su población está viviendo una recesión sexual. El Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) realizó una encuesta similar en junio a 2.000 personas en el país y descubrió que el 24% de ellos no habían tenido relaciones sexuales en el último año, 15 puntos más que en 2006. Es incluso más baja que en 1970, cuando el 82% de los franceses declararon haber tenido relaciones sexuales en el último año.

Y, nuevamente, son los más jóvenes los que menos sexo tienen: el 28% de los jóvenes estrenados de entre 18 y 24 años no habían tenido sexo en el último año. En 2006, estos sólo representaban el 5%.

Los resultados de esta encuesta coinciden con lo dicho por Lombardía: a día de hoy, el 52% de las mujeres entre 18 y 49 años de Francia afirman hacer el amor sin ganas, pero en el año 1981 este grupo representaba un 76%. "Ahora somos más conscientes de que para tener sexo tienen que tener ganas las dos partes de la relación. Claro, tener en cuenta a las dos personas afecta a la frecuencia con la que mantenemos relaciones", sostiene Lombardía.

Mientras que el 58% de los frances podía decir en 2009 que tenía sexo una vez a la semana, ahora sólo lo dice el 43%. Es más, hasta el 54% de las mujeres y el 42% de los hombres de ese país piensa que podría estar perfectamente en una relación que sólo fuera platónica con su pareja. Y, ¿con qué llenan los momentos en pareja en los que no están teniendo relaciones? Con las pantallas: series de televisión, redes sociales o videojuegos.

Sí, entre las parejas de menos de 35 años que viven juntos, el 50% de los hombres y el 42% de las mujeres han admitido que han evitado las relaciones para ver una serie, el 53% de los hombres prefiere jugar a videojuegos y el 48% prefiere las redes sociales antes que tener sexo con su pareja. Ahora bien, los autores de la encuesta francesa no ven estos resultados como algo negativo.

Tras el empacho sexual

"Tras unos años de hipersexualización de la sociedad, las décadas de 2010 y 2020 marcan claramente el inicio de un nuevo ciclo donde la obligación de tener una vida sexual para 'complacer' o 'gustar a todo el mundo' es menos fuerte'", explica François Kraus, director de la división de Género, sexualidades y salud sexual de IFOP. Es decir, apuntan a que los hombres pueden estar basando menos su idea de masculinidad en el sexo y las mujeres no se sienten obligadas a satisfacer al hombre.

"Cuando la generación Z redefine su identidad sexual, cambian las relaciones sexuales. Antes se tenía claro qué hacía una mujer y qué hacía un hombre en el sexo, eran relaciones sexuales muy concretas centradas en el pene", explica Lombardía. "Ahora los roles están más difuminados. Las mujeres hemos tomado más conciencia y ya se habla más de nuestro clítoris. Ahora vamos un paso más allá y estamos redefiniendo lo masculino y lo femenino".

Por esta razón, Lombardía propone hacer estas encuestas de otra manera o, directamente, no hacerlas. "Si sólo contamos relaciones cuando hay penetración o cuando hay orgasmo, a lo mejor sí están descendiendo. Nos olvidamos de relaciones sexuales que consideramos de segunda: a lo mejor ahora los Z tienen menos coitos, pero hay más afecto y cuidados, que también son sexualidad. A lo mejor, esta generación nos lleva ventaja en este aspecto".