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El número de pacientes con alzhéimer se ha incrementado en los últimos años.
Dime cuántas horas duermes y te diré el riesgo que tienes de sufrir demencia en España: el estudio que da la voz de alarma
Un reciente estudio ha encontrado la relación entre la forma en la que dormimos, la vejez y la probabilidad de desarrollar demencia.
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El sueño de calidad es un pilar fundamental para la salud. Dormir bien es tan importante como mantener una dieta saludable o realizar ejercicio físico de forma regular. Numerosos estudios han demostrado que el descanso influye significativamente en la memoria, el aprendizaje y la salud cerebral a largo plazo.
Un descanso inadecuado se ha relacionado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes y mortalidad prematura. Además, cada vez hay más evidencia de que ciertos trastornos del sueño podrían aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades cerebrovasculares o incluso alzhéimer. A esto se suma que la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que el 48 % de la población adulta y el 25 % de la infantil en España no disfrutan de un sueño de calidad, lo que convierte este problema en una preocupación creciente a nivel nacional.
Un estudio publicado recientemente en PubMed ha encontrado una estrecha relación entre la duración del sueño y la probabilidad de desarrollar demencia. En concreto, los investigadores analizaron datos de 7.959 participantes en el estudio Whitehall II durante 25 años, período en el que se diagnosticaron 521 casos de demencia.
Qué revela el estudio
La investigación reveló que las personas que dormían seis horas o menos tenían un mayor riesgo de padecer demencia a los 50 y 60 años, en comparación con aquellas que dormían siete horas de calidad.
Según los investigadores: "La duración persistentemente corta del sueño a los 50, 60 y 70 años, en comparación con una duración constante de sueño normal, se asoció con un 30 % más de riesgo de padecer demencia, independientemente de los factores sociodemográficos, conductuales, cardiometabólicos y de salud mental".
Estos resultados sugieren que dormir menos desde la mediana edad hasta la vejez, es decir, seis horas o menos, puede aumentar el riesgo de desarrollar demencia de aparición tardía. Mientras que algunos cambios cognitivos son parte del envejecimiento normal, otros pueden ser señales de alerta, como advierte la Alzheimer’s Society.
Por esta razón, es importante identificar ciertos signos tempranos de la demencia que pueden facilitar su detección precoz. Entre estos síntomas, que van más allá del envejecimiento normal, se incluyen: cambios en el comportamiento, pérdida de memoria, confusión, necesidad de ayuda con tareas diarias y dificultades con el lenguaje y la comprensión.
Signos normales del envejecimiento
A medida que envejecemos, es común experimentar pequeños olvidos o dificultades para procesar nueva información. En la mayoría de los casos, estos cambios son simplemente parte del proceso natural de envejecimiento y no representan una señal de alerta sobre problemas cognitivos graves. Es por ello, por lo que si estos despistes son ocasionales y no interfieren significativamente en la vida diaria, no hay motivo para preocuparse.
Por ejemplo y como explican desde la Alzheimer's Society, muchas personas notan que con el paso del tiempo les cuesta más recordar el nombre de alguien que no conocen bien o que necesitan más tiempo para retener nueva información. También es habitual extraviar objetos cotidianos, como llaves o gafas, perder alguna cita o cumpleaños esporádicamente o tardar un poco más en encontrar la palabra adecuada en una conversación.
Además, con la evolución de la tecnología, puede resultar más desafiante adaptarse a nuevas aplicaciones o dispositivos inteligentes. Del mismo modo, algunas personas pueden notar que requieren más tiempo para tomar decisiones o procesar ideas con claridad.
Estos pequeños cambios no suelen ser motivo de alarma, ya que forman parte del envejecimiento normal del cerebro. Sin embargo, si estos olvidos se vuelven cada vez más frecuentes o comienzan a afectar la capacidad de realizar tareas cotidianas, puede ser recomendable consultar con un especialista para descartar problemas de memoria más serios.