La esperanza de vida se sitúa en España en 85 años para las mujeres y en 79,5 años para los hombres, según el informe anual del Ministerio de Sanidad sobre 'Esperanza de vida en España en 2020'. Una cifra que no deja de aumentar año tras año y por la que cada vez son más los españoles que no dudan en integrar en su día a día un estilo de vida y alimentación cada vez más saludables con el fin de mejorar su salud año tras año.
Sin embargo, parece que a pesar de que la dieta y el ejercicio son claves, puede que estos no sean lo únicos factores necesarios para aumentar esa esperanza de vida. De hecho, un nuevo estudio de la Universidad de Cornell ha desvelado que existe un factor aún más importante y a menudo desconocido por muchos.
Los investigadores y académicos implicados en dicho estudio, entre ellos el experto Matthew Zipple, han señalado que la longevidad vendría también "determinada por el vínculo con la madre". Algo que compartimos con los mamíferos del mundo animal.
Un vínculo que determinaría una mayor o menor esperanza de vida y que los científicos implicados en el estudio han conseguido concretar un poco más mediante observación de primates y de otros grupos biológicos del reino animal.
Patrones de supervivencia e incluso de reproducción que en muchos casos coinciden dentro del mundo de los mamíferos y que determinarían la posibilidad de disfrutar de un ritmo de vida más lento pero también de una vida más larga.
El verdadero secreto de la longevidad
Durante el análisis del mencionado estudio de la Universidad de Cornell, los científicos notaron que estos animales mamíferos y con vínculos maternales fuertes viven más tiempo y se reproducen con menor frecuencia.
"Un mismo patrón que observamos también en los humanos", como señala Matthew Zipple, uno de los participantes en el estudio. Un patrón que también existe en algunos mamíferos como hienas, ballenas, elefantes...
El estudio culminó en la creación de un modelo matemático universal que demuestra la conexión entre la supervivencia materna y la aptitud de la descendencia, así como el ritmo de vida. Este modelo tiene el potencial de ser una herramienta para ecólogos, permitiéndoles predecir cómo los cuidados maternales influyen en la evolución de la esperanza de vida de una especie.
La investigación se basa en la denominada hipótesis de la madre y la abuela. Esta teoría, basada en la observación de poblaciones humanas de los siglos XVIII y XIX, sugiere que los hijos tienen una mayor probabilidad de supervivencia si dependen de la presencia de la madre o si sus abuelas están presentes.
Este enfoque no solo amplía el entendimiento sobre la longevidad humana, sino que también subraya la importancia de los vínculos familiares en la evolución y supervivencia de las especies, pudiendo ser claves para alargar su esperanza de vida.