Tener una sonrisa impecable no solo se consigue con un lavado regular de los dientes, puesto que para conseguir un buen resultado y que se pueda mostrar el mejor de los aspectos es imprescindible hacerlo de una forma adecuada y evitar algunos errores frecuentes que se cometen a la hora de realizar el cepillado.
De hecho, existe un error poco conocido que puede hacer que tus dientes se vuelvan amarillos, que no es otro que el de no mojar el cepillo de dientes antes del cepillado, pensando que hacerlo ayuda a eliminar las manchas presentes en las piezas dentales. Sin embargo, la realidad es que puede hacer que los dientes se vean más opacos y con un aspecto más amarillento.
Por lo tanto, lo más indicado es que, antes de cepillarse los dientes, esto se mojen, siendo un pequeño paso que facilita la distribución de la pasta de dientes por todos y cada uno de los rincones de la dentadura, lo que al mismo tiempo provoca que la limpieza de dientes sea más eficaz.
Otros errores frecuentes al limpiarse los dientes
Sin embargo, este no es el único error que se comete a la hora de realizar el cepillado de los dientes, pues existen otros muchos fallos que se dan de manera frecuente y que convendría saber cómo evitarlos para una mayor salud dental.
Cepillarse tras consumir alimentos ácidos
Uno de estos es el de lavarse los dientes inmediatamente después de comer alimentos ácidos, ya que estos favorecen que se debilite el esmalte de los dientes, dejando que la capa amarilla que hay debajo sea más visible. Para evitarlo, conviene esperar un tiempo antes del cepillado, lo que garantizará que el esmalte se mantenga fuerte y los dientes presentes un aspecto saludable.
En este sentido, son muchos los expertos que aconsejan esperar al menos una hora antes de lavárselo los dientes en los casos en los que se hayan consumido alimentos o bebidas ácidas, un simple hábito que puede contribuir en gran medida a que el esmalte permanezca intacto y libre de cualquier problema.
Uso de pasta de dientes blanqueadora
Han sido muchos los especialistas que han alertado acerca del uso de pasta de dientes blanqueadora, pues son productos que, aunque pueden hacer que la sonrisa se vea más blanca en un principio, con el paso del tiempo, los ingredientes abrasivos que tiene pueden hacer que los dientes se vuelvan más delgados, amarillos y sensibles.
Este tipo de productos lo que hacen es erosionar el esmalte protector de los dientes, haciendo que quede expuesta la dentina, es decir, la parte principal del diente que tiene un color amarillento, y que hará que la apariencia no sea realmente la deseada.
Cepillarse con agresividad
Algunas personas cometen el grave error de pensar que, a la hora de cepillarse los dientes, la labor de cepillado debe hacerse con gran fuerza para conseguir que estos queden más limpios. Sin embargo, lejos de conseguir el objetivo esperado, puede acabar derivando en problemas de sensibilidad dental, además de provocar un mayor desgaste de las piezas, caries radiculares (en la raíz de los dientes), la retracción de las encías o el desprendimiento del esmalte.
Por este motivo, lo más recomendable es que el cepillado de dientes se realice con la presión justa para no provocar daños en el esmalte, pudiendo conseguir de igual modo un buen resultado de limpieza. En la actualidad, hay modelos de cepillos de dientes eléctricos que cuentan con un sensor que advierte de una excesiva presión, por lo que pueden ser útiles para no cepillarse con demasiada fuerza.
Utilizar un cepillo con cerdas inapropiadas
Tanto el esmalte como la encía pueden llegar a sufrir si el cepillo cuenta con unos filamentos demasiados duros, pero también puede darse el caso de que sean demasiado suaves para lo que necesitas y, por tanto, no ayuden a la mejor limpieza dental.
Por lo general, se recomienda elegir cepillos con cerdas suaves o de consistencia media, pero la mejor opción es preguntar siempre al dentista, que en función de cada caso en particular se podrá recomendar optar por un tipo de cerdas u otro.
Bicarbonato para blanquear los dientes
Es muy probable que en más de una ocasión te hayas encontrado con que te han recomendado usar bicarbonato de sodio u otros remedios caseros para blanquear los dientes, con la finalidad de que las piezas dentales presentes un blanco más intenso y libre de suciedad.
Sin embargo, a pesar de que pueda ser recomendado por algunos, conviene evitar esta práctica, puesto que puede dañar el esmalte. En su lugar, será preferible optar por un tratamiento de blanqueamiento dental seguro para el esmalte, y será el dentista quien pueda asesorarte al respecto.
No inclinar suficientemente el cepillo
Otro error frecuente a la hora de lavar los dientes pasa por no inclinar el cepillo lo suficiente y los movimientos van desde el diente hasta la encía, haciendo que haya el riesgo de que esta última se dañe. Afortunadamente, se puede evitar con tan solo mantener el cepillo en un ángulo de 45 grados, además de alternar movimientos circulares con movimientos desde la encía hasta el diente.
No lavarse la lengua
Por último, hay muchas personas que no se lavan la lengua durante la tarea del cepillado dental, y esto es un grave error, puesto que la lengua es un foco importante de bacterias. Por tanto, se debe cepillar con suavidad, y desde atrás hacia delante, para una higiene bucal completa.