Cuando uno piensa en una exposición "global" imagina, sobre todo, espectáculo. En esta primera edición de la Global Robot Expo, poco de eso hay. Porque a pesar del completo programa de conferencias y actividades que se prolongarán hasta el domingo, "aquí se viene a hacer negocio", comentaba en su presentación el director de la muestra, Enric Fornet. Así sea.
No obstante, nos hemos dado una vuelta para detectar lo más llamativo de esta peculiar muestra, que se celebra en la parte inferior del Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. Éste es el resultado.
Asistentes vacilones
En esta muestra hemos podido toparnos con algunos de los robots asistentes más conocidos, como una versión del ya veterano Double -una tableta montada sobre ruedas, básicamente- o Pepper, un simpático asistente desarrollado por la compañía francesa Aldebaran. Pero quien nos ha llamado la atención es REETI, un simpático muñeco que Casual Robots ha adaptado para colocarlo en puntos de información. Permite hacer registros, mostrar productos o incluso tratar de venderlos con frases más o menos ingeniosas ("Ah, te gusta el azul, el color de mis ojos", dice el muñeco en un momento dado).
El CEO de la empresa se llama Pablo Medrano, es ex desarrollador de robots para Aldebaran y además posee una de las mayores colecciones de robots de Europa. "Inicio este año la marca Casual Robots de forma independiente con una línea dedicada a eventos con una máquina simpática, empática", comenta a EL ESPAÑOL. "REETI tiene un punto aleatorio en sus respuestas, lo que se busca es una respuesta amable o divertida".
Drones por todas partes
Una gran parte de los puestos de esta muestra está dedicada a los drones. Desde minúsculos aparatos voladores pensados para volarlos en el salón de casa - de ellos, llama la atención el pequeño Airborne de Parrot, en el que puede acoplarse una figurita de LEGO- hasta grandes máquinas pensadas para usos más profesionales, como la toma de imágenes aéreas o incluso el transporte de cargas. O el diminuto Micro de Sentinel, de apenas 2,2 centímetros cuadrados, con cinco minutos de autonomía y que, anuncian sus responsables, pronto incorporará cámara.
Hablamos con Salvador Bellver, presidente de la Asociación Española de Drones y Afines (AEDRON). "Somos 500 socios entre profesionales, aficionados y simpatizantes", afirma. "Actualmente tenemos un problema muy grave, que es el intrusismo en el sector, es decir, el vuelo ilegal que está floreciendo en España", comenta Bellver. El presidente de AEDRON recuerda que la última modificación legislativa para regular este sector de aparatos de vuelo no tripulados (Ley 18/2014, una ley urgente de medidas variadas para fomentar el crecimiento económico) es "de carácter transitorio, temporal". "No nos permite volar en ciudad, sobre gente... hay mucha actividad, donde está el foco de negocio como la fotografía aérea urbana o la inspección de una fachada, que no se puede realizar", se lamenta.
Le preguntamos si veremos algún día drones entregando paquetes de Amazon: "Algún día llegará, estoy seguro, pero ahora es inviable, primero por la legislación que hay en España, y segundo porque cuando tengamos la normativa definitiva habrá que ver quién puede volar, por dónde y con qué equipos".
Exoesqueletos-mochila
Uno de los puntos fuertes de esta muestra es la participación de Japón. Desde ese país ha venido el catedrático de la Universidad de Ciencias de Tokio Hiroshi Kobayashi, con su particular traje de músculo. El invento no es más que una mochila de 5,5, kilos de peso con una serie de mecanismos neumáticos que ayudan a que la espalda no se resienta al levantar pesos en casi cualquier posición, ya que apenas restringe los movimientos.
Este dispositivo se usa ya en Japón como soporte para algunos trabajadores que ayudan a personas mayores, así como para facilitar el trabajo de algunos operarios que manejan pesos muertos. Lo llamamos exoesqueleto pero no, no se parece en nada al Caterpillar P-5000 Powered Work Loader que usa Ellen Ripley para vencer al monstruo en Alien.
Focas eléctricas
También desde Japón nos muestran un ya veterano invento, cuyo primer desarrollo se inicia en 1993: el robot NUKA (en Japón se llama PARO, nos preguntamos por qué le habrán cambiado el nombre en España), creado por Takanori Shibata. Está creado a imitación de una foca bebé y se utiliza en varios países como dispositivo médico para tratar demencias, depresiones o ansiedad, así como para terapias psicológicas variadas. O simplemente para hacer compañía como una mascota eléctrica.
Su pelo es muy suave (claramente está hecha para acariciarla), es capaz de mantener contacto visual y de reconocer caras, reacciona de forma delicada y también puede memorizar aquellos movimientos que provocan una reacción positiva en el usuario, lo que parece tener un efecto de calma en quienes interactúan con la foca.
Maquetas
No, no todos los robots de la exposición son realmente robots. Algunos de los más famosos del mundo, como el célebre Asimo desarrollado por Honda, no son más que maquetas. Y todas ellas prestadas por Casual Robot y su responsable, el coleccionista Pablo Medrano. También nos hemos encontrado con un busto de Terminator, afortunadamente inerte.
Otros robots expuestos, sin embargo, son pura arqueología y son muy reales. Puede contemplarse un androbot estadounidense TOPO de 1984, que se manejaba con un control remoto asociado a un Apple II (también en la muestra), o un HERO (Heathkit Educational Robot), un sencillo droide en forma de cubo con ruedas que se vendía como kit de montaje en los años 80.
Juguetes (chulos)
¿No te gustan tus juguetes? ¡Pues háztelos tú mismo! Esta filosofía se está trasladando a las propuestas que el mundo de la robótica hace a los más pequeños. La muestra da cierto espacio a productos que mezclan lo lúdico con el aprendizaje, y llama la atención especialmente Robotist de la japonesa Artec, una mezcla entre juego de construcción, taller de robótica y campo de pruebas de programación para la plataforma libre Arduino.
BQ también se acerca a los más pequeños sobre todo con dos propuestas creativas: Zowi, un simpático droide pensado para que los más pequeños interactúen con él y sepan cómo hacerlo a través de una tableta, y una impresora 3D para poder crear físicamente lo que nos imaginemos. Por último, es destacable Aisoy, un pequeño robot "emocional" pensado para interactuar con los más pequeños, un proyecto del emprendedor José Manuel del Río.
Manos terroríficas
Los robots industriales y de uso profesional son casi el pilar más importante de esta feria que, no nos olvidemos, es de carácter eminentemente profesional. Entre diversos brazos robóticos y plataformas con ruedas que vagan de un lado para otro, nos detenemos ante una mano mecánica plateada de aspecto inquietante. "Tranquilo, que no hace nada", dice María Benítez, responsable de marketing de la empresa valenciana Robotnik. Esta compañía fabrica plataformas y robots manipuladores (es decir, plataforma más brazo robótico) en España y a medida.
"El cliente nos puede pedir la máquina a la medida de sus necesidades, si lo quiere para exterior o interior, con ruedas fijas, móviles o más grandes, con cámara, con un sistema de conducción autónoma por láser...", comenta Benítez, que aclara que la mano mecánica no la fabrican ellos (es de la alemana Schunk) pero sí la distribuyen, sobre todo montada en plataformas para I+D para manipular objetos delicados en laboratorios, por ejemplo. Esta empresa española presume de haber vendido sus máquinas a la Armada de EEUU.
Robots que trasplantan pelo
Si pensamos en los robots como aquellas máquinas que realizan tareas mecánicas, enormemente tediosas para el ser humano y con una enorme precisión, éste podría ser un ejemplo perfecto: el robot Artas está especializado en la extracción de folículos capilares en procedimientos de trasplante de pelo con la técnica denominada FUE.
Esta máquina identifica y extrae en el ángulo perfecto entre 800 y 1.000 folículos capilares a la hora. Luego, una especialista ha de recogerlos uno a uno, conservarlos y prepararlos para la implantación, que -de momento- se realiza a mano. La clínica Imema presume de ser la primera de toda Europa en tener la segunda generación de esta máquina. La demostración en vivo sobre la cabeza de un maniquí impresiona.
¡El hermano gemelo de R2D2!
No es el original, pero podría colar. Esta réplica casi exacta del célebre robot de Stars Wars puede moverse por control remoto, mueve la cabeza igual que el mítico droide y los sonidos que emite cada cierto tiempo son clavados al original. Se trata de una pieza creada desde cero y programada por los expertos de la tienda Juguetrónica, y que puede verse en el museo de los robots de Madrid junto a otros. Este amigo será sin duda protagonista de un buen puñado de fotos durante los cuatro días que dura la exposición.
Ideas
Aparte del concurso de start-ups y de otras competiciones robóticas, una de las iniciativas más escondidas de la muestra -está casi en un rincón del pabellón ferial-, pero quizá más interesantes es HispaRob. Se trata de una plataforma de empresas que aglutina a las principales compañías españolas y extranjeras con sede en nuestro país. Esta plataforma se dedica a coordinar el intercambio de ideas entre las empresas de una forma colaborativa, algo que pocas veces puede verse en otros sectores.
Antonio Flores Caballero, ingeniero investigador de la Universidad Carlos III, cuenta que "la idea es fomentar la colaboración, el uso y la investigación sobre la robótica y los avances en electrónica de control o de software que ésta genera". HispaRob aglutina a una gran parte de la industria robótica española, centros tecnológicos, centros de investigación y asociaciones dedicadas a la robótica en todas sus áreas.
Quién ha venido y quién no
Pese al apoyo institucional para la organización de este evento, ni el ministro de Industria en funciones, ni el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, ni la presidenta de la Comunidad de Madrid ni la alcaldesa de la capital han asistido a la inauguración. Sin embargo, sí lo hizo el embajador de Japón, Kazuhiko Yoshikawa, quien recordó que "el mundo del robot siempre ha encandilado al hombre". Con gran sensibilidad, contó que si bien la robótica en Japón se remonta al siglo XVII, con las primeras muñecas mecánicas karakuri, "un siglo antes en España un hombre de palo pedía limosna por las calles de Toledo y, de hecho, hay una calle allí en su honor".
El embajador apuntó la importancia de esta muestra y de la presencia de su país, que relacionó con España por ser dos de los países con mayor esperanza de vida y, por tanto, con mayor necesidad de asistencia a mayores. Reflejo de esa realidad es que los dos expertos que se han desplazado desde Japón para participar en la exposición, Kobayashi y Shibata, vienen acompañados de sus creaciones robóticas enfocadas sobre todo a la asistencia a los mayores. "El envejecimiento progresivo de la población es todo un desafío", subrayó, y añadió que la robótica puede ser un importante aliado para ambas naciones.