Preocupado por la "crisis ambiental" que amenaza la vida sobre el planeta, el diseñador neoyorquino Nikolas Bentel ha ideado ropa como una doble herramienta: una forma de recopilar datos sobre el medio ambiente, por un lado, y por otro una especie de "interfaz natural" para detectar el grado de polución al que está expuesto tanto el propietario de la camiseta como los que están a su alrededor.
Existen tres modelos: uno detecta monóxido de carbono, otro capta niveles de concentración de partículas en el aire y un tercero (aún no a la venta) niveles de radiactividad.
La camiseta que detecta concentraciones altas de partículas en el aire usa un tejido especial que reacciona a los datos recogidos por sensores colocados en el cuello, uno delantero y otro trasero. La tela cambia su color de blanco a negro según un patrón de diseño.
Mientras, la prenda que detecta monóxido de carbono funciona de la siguiente manera: cuando el gas entra en contacto con la camisa, ésta cambia de color a blanco a medida que el pigmento usado pierde átomos de oxígeno; al retirarse el monóxido de carbono, las sales químicas hechas de metales absorben oxígeno del aire y ello cambia el color de nuevo a su forma química original.
Bajo la marca Aerochromics, Bentel vende estas prendas por unos 450 euros (500 dólares). ¿Que nos parecen caras? Existen versiones estáticas, que no cambian de color, por algo más de 80 euros (90 dólares). Claro que, sin tecnología, la cosa pierde su gracia.
El objetivo es que esta ropa se convierta en "un sexto sentido para el usuario" y desarrollar tecnología no como un apéndice del usuario sino como parte de el mismo, en un mundo en el que todo está conectado y se comunica en tiempo real.
Según las palabras de este diseñador, "la línea de ropa Aerochromic es uno de los accesorios imaginados para un futuro conectado, que ha surgido mientras especulamos sobre lo que el día de mañana podría traer".
No es la primera vez que el mundo de la moda crea tejidos y prensas que reaccionan a la contaminación ambiental. La revista de diseño DeZeen recuerda el bikini que absorbe la contaminación del agua o el traje que purifica el aire que le rodea.